/ viernes 1 de marzo de 2019

Crónica del poder

Tres meses de cambios y avance conciliador

Tres meses cumple hoy ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en el Palacio Nacional, una Presidencia de la República que cotidianamente encara el problema social como el mayor desafío, sin descuidar la prioridad de la seguridad, que ya se fortalece con la creación ayer de la Guardia Nacional. El nuevo gobierno está consciente y más convencido de que la corrupción ha permeado demoledora en el tejido social y en el entramado institucional, de manera que es el flagelo a vencer para que los jodidos o pobres tengan mejores esperanzas.

Celebrar los primeros 100 días presidenciales, acto que el propio Presidente anuncia para el 11 de marzo, desde nuestro punto de vista, es un acto tradicional del pasado priista, es un esquema que durante sexenios y trienios han practicado los gobiernos del PRI, y que ahora en manos del poder del Morena, reaparecen como estancamiento e incluso como retroceso que no cabe en la cuarta transformación, que la gente supone moderna, progresista, innovadora y democrática, de auténtico gobierno de izquierda. Los 100 días, más de lo mismo.

Como sea, éstos tres meses presidenciales de LÓPEZ OBRADOR se han caracterizado por el discurso conciliador, que los mexicanos quieren deslindar de la simulación y acrecentar su credibilidad y confianza en los cambios, que aunque todavía no resuelven conflictos, si están en la ruta de alcanzar soluciones, sobre todo, se advierte que se está en la búsqueda de conciliar la justicia social con la económica, como así lo demuestra el Presidente, al concretar acuerdos con el Consejo Coordinador Empresarial, para juntos hacer historia con la meta del 4 por ciento de crecimiento y acabar con la corrupción y con la pobreza extrema en 6 años, un compromiso en el que no faltó el reclamo de la COPARMEX de GUSTAVO DE HOYOS, al demandar que respete a la oposición y a las expresiones diferentes y disidentes.

A tres meses, el presidencialismo de LÓPEZ OBRADOR hace avanzar estrategias y objetivos para abatir la pobreza, inseguridad, violencia y corrupción, e insiste en el diálogo, los equilibrios y la búsqueda de conciliación para llegar a los acuerdos. Se sienten los cambios.

Impotencias e impotentes:

ALEJANDRO TELLO y su equipo exhiben una escuálida agenda de trabajo, cuando deberán redoblar acciones y eventos, sobre todo ante la competencia gubernamental que ya impone el nuevo gobierno federal a través de VERÓNICA DÍAZ. Al jefe no se le rebasa ni en carretera.

JORGE LUIS PEDROZA no debe adjudicar al gobierno de TELLO la obra del Periférico Felguérez que hoy se inaugura; es una vialidad que MIGUEL ALONSO dejó sin terminar y que ahora se concluye. Igual deben proceder con el Centro Cultural, el orgulloso elefante blanco.

APROBADA la Guardia Nacional, el Ejército queda a salvo como la institución más prestigiada, reconocida y admirada por el pueblo.

LORENZO CÓRDOVA opina que sin organismos autónomos, la democracia estará en riesgo; y que un poder sin control, deja de ser democrático. Un pronunciamiento ante la interminable ofensiva contra las asociaciones civiles e instituciones autónomas como el INE.

Tres meses de cambios y avance conciliador

Tres meses cumple hoy ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en el Palacio Nacional, una Presidencia de la República que cotidianamente encara el problema social como el mayor desafío, sin descuidar la prioridad de la seguridad, que ya se fortalece con la creación ayer de la Guardia Nacional. El nuevo gobierno está consciente y más convencido de que la corrupción ha permeado demoledora en el tejido social y en el entramado institucional, de manera que es el flagelo a vencer para que los jodidos o pobres tengan mejores esperanzas.

Celebrar los primeros 100 días presidenciales, acto que el propio Presidente anuncia para el 11 de marzo, desde nuestro punto de vista, es un acto tradicional del pasado priista, es un esquema que durante sexenios y trienios han practicado los gobiernos del PRI, y que ahora en manos del poder del Morena, reaparecen como estancamiento e incluso como retroceso que no cabe en la cuarta transformación, que la gente supone moderna, progresista, innovadora y democrática, de auténtico gobierno de izquierda. Los 100 días, más de lo mismo.

Como sea, éstos tres meses presidenciales de LÓPEZ OBRADOR se han caracterizado por el discurso conciliador, que los mexicanos quieren deslindar de la simulación y acrecentar su credibilidad y confianza en los cambios, que aunque todavía no resuelven conflictos, si están en la ruta de alcanzar soluciones, sobre todo, se advierte que se está en la búsqueda de conciliar la justicia social con la económica, como así lo demuestra el Presidente, al concretar acuerdos con el Consejo Coordinador Empresarial, para juntos hacer historia con la meta del 4 por ciento de crecimiento y acabar con la corrupción y con la pobreza extrema en 6 años, un compromiso en el que no faltó el reclamo de la COPARMEX de GUSTAVO DE HOYOS, al demandar que respete a la oposición y a las expresiones diferentes y disidentes.

A tres meses, el presidencialismo de LÓPEZ OBRADOR hace avanzar estrategias y objetivos para abatir la pobreza, inseguridad, violencia y corrupción, e insiste en el diálogo, los equilibrios y la búsqueda de conciliación para llegar a los acuerdos. Se sienten los cambios.

Impotencias e impotentes:

ALEJANDRO TELLO y su equipo exhiben una escuálida agenda de trabajo, cuando deberán redoblar acciones y eventos, sobre todo ante la competencia gubernamental que ya impone el nuevo gobierno federal a través de VERÓNICA DÍAZ. Al jefe no se le rebasa ni en carretera.

JORGE LUIS PEDROZA no debe adjudicar al gobierno de TELLO la obra del Periférico Felguérez que hoy se inaugura; es una vialidad que MIGUEL ALONSO dejó sin terminar y que ahora se concluye. Igual deben proceder con el Centro Cultural, el orgulloso elefante blanco.

APROBADA la Guardia Nacional, el Ejército queda a salvo como la institución más prestigiada, reconocida y admirada por el pueblo.

LORENZO CÓRDOVA opina que sin organismos autónomos, la democracia estará en riesgo; y que un poder sin control, deja de ser democrático. Un pronunciamiento ante la interminable ofensiva contra las asociaciones civiles e instituciones autónomas como el INE.