/ sábado 11 de enero de 2020

Crónica del poder

Las derrotas electorales nunca se olvidan

Las derrotas electorales ni se superan ni se olvidan, hay que apelar a la memoria y abrir las cajas de los recuerdos para considerar que la imagen de los fracasos en las urnas amenaza con otro episodio reproductor de decepciones, lo que ocurre en los grandes y pequeños partidos y entre las mejores familias tradicionalmente combativas en la conquista de los espacios de poder.

Hace 45 años, precisamente en 1974, el ingeniero LUIS CONTRERAS SERRANO había sido ungido por el gobernador PEDRO RUIZ GONZÁLEZ como candidato del PRI y seguro sucesor, pero convencido por el Ejército Mexicano la decisión central de LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ canceló la opción local y dictaminó que el abanderado fuera el General FERNANDO PÁMANES ESCOBEDO. 12 años después, el líder cetemista FIDEL VELAZQUEZ ya había trazado la ruta gubernamental para su cachorro ARTURO ROMO GUTIÉRREZ, y en 1986 sobrevino la contrapropuesta del Presidente MIGUEL DE LA MADRID y por la linea recta llegó GENARO BORREGO ESTRADA y fue hasta 1992 cuando se la pagaron a ROMO GUTIERREZ. Sabemos la historia del 98, RICARDO MONREAL fue vetado en el PRI y como candidato del PRD e impulsado por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, infringió la histórica derrota a JOSÉ MARCO ANTONIO OLVERA.

Más cercanas están la derrotas del perredista ANTONIO MEJÍA HARO y del petista DAVID MONREAL ÁVILA ante el priista MIGUEL ALONSO REYES. Por eso la atrevida aventura de Mejía por reivindicarse a través de su hijo ULÍSES MEJÍA, ya colocado como fuerte aspirante; y claro, DAVID se encamina por lo dicho por su hermano RICARDO, "la tercera es la vencida" sin desconocer que la primera de SAÚL MONREAL, puede ser la buena. Y seguramente que DAVID tienen bien registrada su derrota ante ALEJANDRO TELLO en 2016.

Pero las derrotas no se olvidan. Cómo sí creemos que PEPE BONILLA ni se repone ni olvida su derrota electoral ante la perredista AMALIA GARCÍA MEDINA y por eso ahora que su hijo ADOLFO "FITO" BONILLA ha madurado y se ubica a la vanguardia entre los aspirantes por el PRI, ahora podrá decidir sus posibilidades frente a un horizonte dominado por el Morena y sus aliados, para no jugar a perder y si vale la pena jugar por la gubernatura que le fue negada a su Señor Padre, y si lo decide, habrá que interpretar que ALEJANDRO TELLO ya dio la señal y lanzó la consigna, muy a pesar de CLAUDIA ANAYA, CARLOS PEÑA y ROBERTO LUÉVANO.

En otras palabras...

Frente a ese panorama que todavía obedece a las añejas reglas del PRI, partido que en medio de la Cuarta Transformación se advierte débil y más vulnerable ante una competencia por el gobierno estatal que estará llena de resistencias y obstáculos, y donde hay más dudas que certeza acerca de una victoria electoral, crece la convicción sobre la construcción de una vigorosa alianza partidista, alternativa a las postulaciones del PRI y que centraría decisiones en figuras independientes o sin partido.

En otras palabras, las probables negociaciones entre los partidos coaligados podrían desechar a los tradicionales y desgastados precandidatos que provocarían fracturas y división, para auscultar y analizar hasta detectar personajes con carácter, trayectoria; con calidad ciudadana, prestigio profesional; con imagen de honestidad y de óptima experiencia administrativa y financiera; con reconocida pasión de servicio y capacidad de conciliación entre todas las fuerzas políticas y sociales, amen de su ensamble a las nuevas condiciones que el nuevo régimen lopezobradorista impone.

Las derrotas electorales nunca se olvidan

Las derrotas electorales ni se superan ni se olvidan, hay que apelar a la memoria y abrir las cajas de los recuerdos para considerar que la imagen de los fracasos en las urnas amenaza con otro episodio reproductor de decepciones, lo que ocurre en los grandes y pequeños partidos y entre las mejores familias tradicionalmente combativas en la conquista de los espacios de poder.

Hace 45 años, precisamente en 1974, el ingeniero LUIS CONTRERAS SERRANO había sido ungido por el gobernador PEDRO RUIZ GONZÁLEZ como candidato del PRI y seguro sucesor, pero convencido por el Ejército Mexicano la decisión central de LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ canceló la opción local y dictaminó que el abanderado fuera el General FERNANDO PÁMANES ESCOBEDO. 12 años después, el líder cetemista FIDEL VELAZQUEZ ya había trazado la ruta gubernamental para su cachorro ARTURO ROMO GUTIÉRREZ, y en 1986 sobrevino la contrapropuesta del Presidente MIGUEL DE LA MADRID y por la linea recta llegó GENARO BORREGO ESTRADA y fue hasta 1992 cuando se la pagaron a ROMO GUTIERREZ. Sabemos la historia del 98, RICARDO MONREAL fue vetado en el PRI y como candidato del PRD e impulsado por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, infringió la histórica derrota a JOSÉ MARCO ANTONIO OLVERA.

Más cercanas están la derrotas del perredista ANTONIO MEJÍA HARO y del petista DAVID MONREAL ÁVILA ante el priista MIGUEL ALONSO REYES. Por eso la atrevida aventura de Mejía por reivindicarse a través de su hijo ULÍSES MEJÍA, ya colocado como fuerte aspirante; y claro, DAVID se encamina por lo dicho por su hermano RICARDO, "la tercera es la vencida" sin desconocer que la primera de SAÚL MONREAL, puede ser la buena. Y seguramente que DAVID tienen bien registrada su derrota ante ALEJANDRO TELLO en 2016.

Pero las derrotas no se olvidan. Cómo sí creemos que PEPE BONILLA ni se repone ni olvida su derrota electoral ante la perredista AMALIA GARCÍA MEDINA y por eso ahora que su hijo ADOLFO "FITO" BONILLA ha madurado y se ubica a la vanguardia entre los aspirantes por el PRI, ahora podrá decidir sus posibilidades frente a un horizonte dominado por el Morena y sus aliados, para no jugar a perder y si vale la pena jugar por la gubernatura que le fue negada a su Señor Padre, y si lo decide, habrá que interpretar que ALEJANDRO TELLO ya dio la señal y lanzó la consigna, muy a pesar de CLAUDIA ANAYA, CARLOS PEÑA y ROBERTO LUÉVANO.

En otras palabras...

Frente a ese panorama que todavía obedece a las añejas reglas del PRI, partido que en medio de la Cuarta Transformación se advierte débil y más vulnerable ante una competencia por el gobierno estatal que estará llena de resistencias y obstáculos, y donde hay más dudas que certeza acerca de una victoria electoral, crece la convicción sobre la construcción de una vigorosa alianza partidista, alternativa a las postulaciones del PRI y que centraría decisiones en figuras independientes o sin partido.

En otras palabras, las probables negociaciones entre los partidos coaligados podrían desechar a los tradicionales y desgastados precandidatos que provocarían fracturas y división, para auscultar y analizar hasta detectar personajes con carácter, trayectoria; con calidad ciudadana, prestigio profesional; con imagen de honestidad y de óptima experiencia administrativa y financiera; con reconocida pasión de servicio y capacidad de conciliación entre todas las fuerzas políticas y sociales, amen de su ensamble a las nuevas condiciones que el nuevo régimen lopezobradorista impone.