/ jueves 9 de abril de 2020

Crónica del poder

AQUÍ Y ALLÁ, TODOS A QUEDARNOS EN CASA

Esta Semana Santa no tiene que ser un alarmante preámbulo para un abril y luego un mayo funestos, ni la violencia que nos tiene amagados o la pandemia que nos ha encerrado temerosos, han de ser una conjura que imponga condiciones de desastre a la de por sí menguada economía nacional y estatal, y que por ello las consecuencias sobrevengan demoledoras de la convivencia familiar, social y comunitaria.

Tenemos que evitar esos dolorosos escenarios que se pueden sumar a la amenazante gravedad de la salud colectiva e individual. ¿ Cómo ? Hay que asumir plena corresponsabilidad para evitar lo que no debemos hacer que atente contra nuestra vida y la de los demás, acatar y respetar las normas sanitarias, desde lo higiénico hasta hacer realidad los vacíos en las calles, plazas, rinconadas, y comercios, solo así levantaremos el más poderoso dique a la propagación y contagios del maldito virus que se extiende aniquilante y diezmando fortalezas. O sea, hay que quedarnos en la casa, con orden, paciencia, prudencia, tolerancia, con temple y en una inteligente convivencia que provocará la gran sanidad que buscamos conservar como familia y sociedad.

Es bueno y más alentador escuchar el mensaje de los líderes sociales, políticos, gubernamentales y religiosos. Ya conocimos las vigorosas y esperanzadoras expresiones de los mandatarios ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y ALEJANDRO TELLO CRISTERNA, razonables y más atendibles; como también llaman a la reflexión las palabras del OBISPO SIGIFREDO NORIEGA BARCELÓ, que en éstas horas de inestabilidad e incertidumbre ayudan a sobreponernos ante las visiones fatídicas, trágicas y monstruosas que nos pinta el acelerado crecimiento del virus.

Son manifestaciones que ambientan el estado de animosidad, esperanzas, confianza, solidaridad y fraternidad. Sin falsos golpes de pecho, escuchamos a SIGIFREDO NORIEGA, que inusitadamente les dice a los paisanos, no vengan, quédense allá donde están. Y nos percatamos que lo vieron y escucharon en Los Ángeles, Chicago, Kansas City, San Francisco, Dallas, New York, Las Vegas, y otras ciudades allá en Estados Unidos; lo mismo aquí, en Ciudad Juárez, Monterrey, Nuevo Laredo, Tijuana, Veracruz, Guadalajara, Torreón y la Ciudad de México. El guía espiritual les hizo sentir que la iglesia está en su casa, que el viacrucis y la procesión estarán en su casa, para hacer de ésta una semana santa muy especial, única. Recordamos que ALEJANDRO TELLO también "hizo la invitación a los migrantes zacatecanos para que no vengan esta Semana Santa. Un llamado al que se unieron los alcaldes SAÚL MONREAL, de Fresnillo y ANTONIO ACEVES, de Jerez.

DESEO A LOS ZACATECANOS EL BIEN

Y hoy ese bien se llama SALUD, hoy ese bien se llama SOLIDARIDAD, dijo a sus fieles y a la sociedad el Obispo NORIEGA BARCELÓ; en éstos tiempos que son inéditos, desconcertantes, especiales, momentos que pareciera que nunca íbamos a vivir en Semana Santa, sin templos, sin sacerdotes, sin terruños, "que prueban a la gente que más queremos y más nos quieren." Esta semana superespecial, vivámosla desde nuestra casa, fue el vigoroso y emocionado llamado del jefe de la iglesia católica, un pastor muy vinculado en todos los sectores.

Ciertamente, ésta ya es otra semana santa muy diferente, sin festival cultural, sin bullicios ni escándalos, sin los excesos del Sábado de Gloria en Jerez, y sin feria de primavera, sin decir SALUD de la otra. En cambio y por guardar distancias y quedarnos en casa, vendrán mejores tiempos de salud colectiva, salud social, y salud familiar.

AQUÍ Y ALLÁ, TODOS A QUEDARNOS EN CASA

Esta Semana Santa no tiene que ser un alarmante preámbulo para un abril y luego un mayo funestos, ni la violencia que nos tiene amagados o la pandemia que nos ha encerrado temerosos, han de ser una conjura que imponga condiciones de desastre a la de por sí menguada economía nacional y estatal, y que por ello las consecuencias sobrevengan demoledoras de la convivencia familiar, social y comunitaria.

Tenemos que evitar esos dolorosos escenarios que se pueden sumar a la amenazante gravedad de la salud colectiva e individual. ¿ Cómo ? Hay que asumir plena corresponsabilidad para evitar lo que no debemos hacer que atente contra nuestra vida y la de los demás, acatar y respetar las normas sanitarias, desde lo higiénico hasta hacer realidad los vacíos en las calles, plazas, rinconadas, y comercios, solo así levantaremos el más poderoso dique a la propagación y contagios del maldito virus que se extiende aniquilante y diezmando fortalezas. O sea, hay que quedarnos en la casa, con orden, paciencia, prudencia, tolerancia, con temple y en una inteligente convivencia que provocará la gran sanidad que buscamos conservar como familia y sociedad.

Es bueno y más alentador escuchar el mensaje de los líderes sociales, políticos, gubernamentales y religiosos. Ya conocimos las vigorosas y esperanzadoras expresiones de los mandatarios ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y ALEJANDRO TELLO CRISTERNA, razonables y más atendibles; como también llaman a la reflexión las palabras del OBISPO SIGIFREDO NORIEGA BARCELÓ, que en éstas horas de inestabilidad e incertidumbre ayudan a sobreponernos ante las visiones fatídicas, trágicas y monstruosas que nos pinta el acelerado crecimiento del virus.

Son manifestaciones que ambientan el estado de animosidad, esperanzas, confianza, solidaridad y fraternidad. Sin falsos golpes de pecho, escuchamos a SIGIFREDO NORIEGA, que inusitadamente les dice a los paisanos, no vengan, quédense allá donde están. Y nos percatamos que lo vieron y escucharon en Los Ángeles, Chicago, Kansas City, San Francisco, Dallas, New York, Las Vegas, y otras ciudades allá en Estados Unidos; lo mismo aquí, en Ciudad Juárez, Monterrey, Nuevo Laredo, Tijuana, Veracruz, Guadalajara, Torreón y la Ciudad de México. El guía espiritual les hizo sentir que la iglesia está en su casa, que el viacrucis y la procesión estarán en su casa, para hacer de ésta una semana santa muy especial, única. Recordamos que ALEJANDRO TELLO también "hizo la invitación a los migrantes zacatecanos para que no vengan esta Semana Santa. Un llamado al que se unieron los alcaldes SAÚL MONREAL, de Fresnillo y ANTONIO ACEVES, de Jerez.

DESEO A LOS ZACATECANOS EL BIEN

Y hoy ese bien se llama SALUD, hoy ese bien se llama SOLIDARIDAD, dijo a sus fieles y a la sociedad el Obispo NORIEGA BARCELÓ; en éstos tiempos que son inéditos, desconcertantes, especiales, momentos que pareciera que nunca íbamos a vivir en Semana Santa, sin templos, sin sacerdotes, sin terruños, "que prueban a la gente que más queremos y más nos quieren." Esta semana superespecial, vivámosla desde nuestra casa, fue el vigoroso y emocionado llamado del jefe de la iglesia católica, un pastor muy vinculado en todos los sectores.

Ciertamente, ésta ya es otra semana santa muy diferente, sin festival cultural, sin bullicios ni escándalos, sin los excesos del Sábado de Gloria en Jerez, y sin feria de primavera, sin decir SALUD de la otra. En cambio y por guardar distancias y quedarnos en casa, vendrán mejores tiempos de salud colectiva, salud social, y salud familiar.