/ viernes 19 de febrero de 2021

Crónica del Poder | Abandonan calidad por cantidad

El 6 de junio los ciudadanos zacatecanos, mujeres y hombres, esperan confirmar que los partidos políticos y las coaliciones o alianzas, intentaron en serio y responsablemente rectificaron los sistemas de selección de candidatos a diputados y ayuntamientos, decisión de debe distinguir a esta etapa e histórico proceso electoral concurrente, de las pretéritas elecciones cargadas de vicios, desde la defraudación, la compra de votos y utilización de recursos públicos para favorecer preferencias desde el poder.

La distinción de hoy debe ser el contenido esencial y auténticamente democrático que perfile a figuras, personajes, militantes o liderazgos acreditados por su calidad humana, autoridad moral, liderazgo social y político, y caracterizados por trayectorias apegadas a los principios de honestidad, decencia, transparencia y rendición de cuentas en los cargos desempeñados; reconocidos por su capacidad académica y profesional, arraigo y pertenencia, experiencia analítica y valentía para debatir y defender convicciones; con sensibilidad política y social para establecer planes y estrategias legislativas y de gobierno, que actúen con prudencia y legalidad y que hayan conquistado la confianza con hechos y no con retórica llena de falsas promesas y programas sin sustento en la realidad. Deben aportar certeza y promover estabilidad.

Por los desprendimientos que cotidianamente se promueven de un partido a otro, para apoyar a otro candidato a gobernador porque lidera un proyecto transformador, como los que se han manifestado por el morenista David Monreal, sean jóvenes, mujeres activistas, deportistas, investigadores y académicos, alcaldes y diputados, regidores o funcionarios, reflejan la mera intencionalidad cuantitativa, de sumar numéricamente e incrementar grupos organizados efímera e improvisadamente, y que no son una estrategia eficaz de fortalecimiento real y convincente, porque muchos lo hacen presionados por la esperanza de alcanzar una posición administrativa o asegurarla si ya la tienen.

Con esta orientación, los ciudadanos, la sociedad y población en general, no observan determinación por impulsar una poderosa estrategia cualitativa; es decir, se inclinan por cuantificar intereses personales y de ambición, por encima de la calidad de los recursos humanos que probablemente sean los cuadros o servidores públicos que entren al ejercicio del poder y de gobierno, atraídos por elevar la cultura política y democrática, cambiar la cruenta realidad de la pandemia, inseguridad y la crisis económica, que tienen a Zacatecas en el umbral del colapso y en el caso particular de David, hacer efectiva la comunión social para edificar las mejores condiciones del Zacatecas de la esperanza.

La insistencia ciudadana

Es la misma, la de hacer efectiva la transformación de la triste realidad que vive Zacatecas y que sufren la mayoría de los zacatecanos, y para lograrlo, desde ya, desde la proyección de una candidatura, y alejados del impresionismo de las encuestas y los sondeos que son oscilantes, han de asumirse compromisos que ahonden en la percepción de la ciudadanía sobre la calidad del candidato a gobernador y las virtudes y cualidades de su equipo de operadores y de quienes a diario se agregan sin valorar si son motivo de aceptación o rechazo. Hacerlo así, actuar con una visión cualitativa, significa que si se quiere un cambio con rumbo responsable y que se busca una efectiva evolución del quehacer político y la renovación del ejercicio legislativo y de gobierno.

El 6 de junio los ciudadanos zacatecanos, mujeres y hombres, esperan confirmar que los partidos políticos y las coaliciones o alianzas, intentaron en serio y responsablemente rectificaron los sistemas de selección de candidatos a diputados y ayuntamientos, decisión de debe distinguir a esta etapa e histórico proceso electoral concurrente, de las pretéritas elecciones cargadas de vicios, desde la defraudación, la compra de votos y utilización de recursos públicos para favorecer preferencias desde el poder.

La distinción de hoy debe ser el contenido esencial y auténticamente democrático que perfile a figuras, personajes, militantes o liderazgos acreditados por su calidad humana, autoridad moral, liderazgo social y político, y caracterizados por trayectorias apegadas a los principios de honestidad, decencia, transparencia y rendición de cuentas en los cargos desempeñados; reconocidos por su capacidad académica y profesional, arraigo y pertenencia, experiencia analítica y valentía para debatir y defender convicciones; con sensibilidad política y social para establecer planes y estrategias legislativas y de gobierno, que actúen con prudencia y legalidad y que hayan conquistado la confianza con hechos y no con retórica llena de falsas promesas y programas sin sustento en la realidad. Deben aportar certeza y promover estabilidad.

Por los desprendimientos que cotidianamente se promueven de un partido a otro, para apoyar a otro candidato a gobernador porque lidera un proyecto transformador, como los que se han manifestado por el morenista David Monreal, sean jóvenes, mujeres activistas, deportistas, investigadores y académicos, alcaldes y diputados, regidores o funcionarios, reflejan la mera intencionalidad cuantitativa, de sumar numéricamente e incrementar grupos organizados efímera e improvisadamente, y que no son una estrategia eficaz de fortalecimiento real y convincente, porque muchos lo hacen presionados por la esperanza de alcanzar una posición administrativa o asegurarla si ya la tienen.

Con esta orientación, los ciudadanos, la sociedad y población en general, no observan determinación por impulsar una poderosa estrategia cualitativa; es decir, se inclinan por cuantificar intereses personales y de ambición, por encima de la calidad de los recursos humanos que probablemente sean los cuadros o servidores públicos que entren al ejercicio del poder y de gobierno, atraídos por elevar la cultura política y democrática, cambiar la cruenta realidad de la pandemia, inseguridad y la crisis económica, que tienen a Zacatecas en el umbral del colapso y en el caso particular de David, hacer efectiva la comunión social para edificar las mejores condiciones del Zacatecas de la esperanza.

La insistencia ciudadana

Es la misma, la de hacer efectiva la transformación de la triste realidad que vive Zacatecas y que sufren la mayoría de los zacatecanos, y para lograrlo, desde ya, desde la proyección de una candidatura, y alejados del impresionismo de las encuestas y los sondeos que son oscilantes, han de asumirse compromisos que ahonden en la percepción de la ciudadanía sobre la calidad del candidato a gobernador y las virtudes y cualidades de su equipo de operadores y de quienes a diario se agregan sin valorar si son motivo de aceptación o rechazo. Hacerlo así, actuar con una visión cualitativa, significa que si se quiere un cambio con rumbo responsable y que se busca una efectiva evolución del quehacer político y la renovación del ejercicio legislativo y de gobierno.