/ miércoles 21 de octubre de 2020

Crónica del poder │¿Contagio de Coahuila llegará a Zacatecas?

De pronto, el efecto sobre el proceso electoral de Zacatecas ya no llegó del Morena y su amenazante máximo líder, ahora llegó de Coahuila e Hidalgo, donde la gente celebra la recuperación del PRI, un impacto político que ya es alentadora señal entre la alianza en integración por los Partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, PAN, PRI, PRD y MC.

Está muy claro que nadie de los precandidatos o candidatos y ningún partido puede estar seguro, porque los ciudadanos castigan, observan, y rectifican para revertir decisiones que en sus resultados han decepcionado. Puede ser el caso de las elecciones locales del domingo pasado en esas entidades, sobre todo en nuestro vecino del norte, Coahuila, donde se ha repetido el añejo fenómeno del "carro completo", ya que el PRI ganó los 16 distritos electorales locales, por lo que recupera la mayoría en la Legislatura allá en Saltillo.

La gran experiencia que se debe valorar, es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se haya resistido a opinar sobre los resultados que no favorecieron a su partido y que, sin abandonar esa serena sonrisa y alejado de la versión intolerante, suavizó el mensaje para recalcar que, " sin importar quien gane o pierda, las elecciones en Coahuila e Hidalgo fueron un triunfo para la democracia, una participación libre de la población, no hubo violencia". O sea, reconoció normalidad democrática en esa elección que aquí se vio como un ensayo de lo que podría ocurrir en la elección de 2021. Obvio, los gobernadores Miguel Ángel Riquelme y Omar Fayad, están felices.

Desde luego, no se duda que en sus adentros y ante sus cuadros más cercanos, López Obrador haya manifestado su malestar y más preocupación por el desenlace electoral en esas entidades, lo que pudo adjudicar a la situación de división y polarización en la lucha interna por la dirigencia nacional del Morena, entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado Carrillo, y lo que también puede ser una certeza, es que se haya hecho el reclamo al riogense Alfonso Ramírez Cuéllar. Por lo pronto, eso tiene que ser una lección para los morenistas que no cesan en la batalla fraternal con las formas más degradantes y denigrantes, lo que nada refleja una cultura civilizada y democrática.

Los primeros en resentir el golpe electoral fueron Ulises Mejía y José Narro Céspedes, el alcalde porque ha visto la caída de Pachuca, la "Joya de la Corona" allá en Hidalgo, y el Senador, porque se advierte que confronta, intriga, provoca y afirma estar en segundo lugar en la lucha por la candidatura de Morena, cuando las preferencias de la gente lo ven atrás de David y Saúl Monreal, de "El Oso" Medina, Geovanna Bañuelos, Javier Calzada y Ulises Mejía. Sueña el tamaulipeco.

Celebrar el triunfo abrumador

Es una manifestación triunfalista que el PRI no debe asumir, el impacto sobre Zacatecas debe tomarse con serenidad, sin alharacas, con calma, sin aspavientos, desde Adolfo Bonilla, Alejandro Moreno, Miguel Alonso hasta Gustavo Uribe, mejor han de sentarse con Alejandro Tello a revisar y analizar la hazaña y preparar estrategia al 2021; en Morena, Fernando Arteaga, Alfonso Ramírez, Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado deben cerrar ya el episodio que los tiene fracturados y debilitados, "es momento de dejar el odio, ir al diálogo honesto, a la unidad y respeto", eso les exige su líder máximo, Andrés Manuel López Obrador.


De pronto, el efecto sobre el proceso electoral de Zacatecas ya no llegó del Morena y su amenazante máximo líder, ahora llegó de Coahuila e Hidalgo, donde la gente celebra la recuperación del PRI, un impacto político que ya es alentadora señal entre la alianza en integración por los Partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, PAN, PRI, PRD y MC.

Está muy claro que nadie de los precandidatos o candidatos y ningún partido puede estar seguro, porque los ciudadanos castigan, observan, y rectifican para revertir decisiones que en sus resultados han decepcionado. Puede ser el caso de las elecciones locales del domingo pasado en esas entidades, sobre todo en nuestro vecino del norte, Coahuila, donde se ha repetido el añejo fenómeno del "carro completo", ya que el PRI ganó los 16 distritos electorales locales, por lo que recupera la mayoría en la Legislatura allá en Saltillo.

La gran experiencia que se debe valorar, es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se haya resistido a opinar sobre los resultados que no favorecieron a su partido y que, sin abandonar esa serena sonrisa y alejado de la versión intolerante, suavizó el mensaje para recalcar que, " sin importar quien gane o pierda, las elecciones en Coahuila e Hidalgo fueron un triunfo para la democracia, una participación libre de la población, no hubo violencia". O sea, reconoció normalidad democrática en esa elección que aquí se vio como un ensayo de lo que podría ocurrir en la elección de 2021. Obvio, los gobernadores Miguel Ángel Riquelme y Omar Fayad, están felices.

Desde luego, no se duda que en sus adentros y ante sus cuadros más cercanos, López Obrador haya manifestado su malestar y más preocupación por el desenlace electoral en esas entidades, lo que pudo adjudicar a la situación de división y polarización en la lucha interna por la dirigencia nacional del Morena, entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado Carrillo, y lo que también puede ser una certeza, es que se haya hecho el reclamo al riogense Alfonso Ramírez Cuéllar. Por lo pronto, eso tiene que ser una lección para los morenistas que no cesan en la batalla fraternal con las formas más degradantes y denigrantes, lo que nada refleja una cultura civilizada y democrática.

Los primeros en resentir el golpe electoral fueron Ulises Mejía y José Narro Céspedes, el alcalde porque ha visto la caída de Pachuca, la "Joya de la Corona" allá en Hidalgo, y el Senador, porque se advierte que confronta, intriga, provoca y afirma estar en segundo lugar en la lucha por la candidatura de Morena, cuando las preferencias de la gente lo ven atrás de David y Saúl Monreal, de "El Oso" Medina, Geovanna Bañuelos, Javier Calzada y Ulises Mejía. Sueña el tamaulipeco.

Celebrar el triunfo abrumador

Es una manifestación triunfalista que el PRI no debe asumir, el impacto sobre Zacatecas debe tomarse con serenidad, sin alharacas, con calma, sin aspavientos, desde Adolfo Bonilla, Alejandro Moreno, Miguel Alonso hasta Gustavo Uribe, mejor han de sentarse con Alejandro Tello a revisar y analizar la hazaña y preparar estrategia al 2021; en Morena, Fernando Arteaga, Alfonso Ramírez, Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado deben cerrar ya el episodio que los tiene fracturados y debilitados, "es momento de dejar el odio, ir al diálogo honesto, a la unidad y respeto", eso les exige su líder máximo, Andrés Manuel López Obrador.