Ineludible, los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Ayuntamientos, son gobierno; no solo en la forma sino más en el fondo, son el mismo, que aún con sus diferencias internas y la pluralidad que representan, sirven al mismo interés superior del estado y de todos los sectores de la población, porque son partes integrantes de un sistema democrático que por ningún lado puede parecer ni ser pequeña dictadura, ni tampoco semejanza o remedo autoritario, esa es la definición del poder político y gubernamental de ahora y en medio del régimen que en el ámbito nacional transita de una cuarta transformación, a un segundo piso que vislumbra igualdad, justicia y bienestar.
En la realidad de sus funciones, constituyen la inclusión e integración de todas las fuerzas progresistas y sin colores partidistas, como así se vieron ayer, todos juntos y enlazados, durante la celebración del tercer informe de gobierno de David Monreal Ávila, frente a la sociedad y los ciudadanos en la línea media del sexenio, en la vuelta a la página para emprender una etapa que deberá atender prioritariamente a los marginados y a los más pobres, dar el salto al más vigoroso relanzamiento y con todas las potencialidades de los tractores del campo, la minería, la economía y el turismo, para ya entrar, continuar y permanecer en la construcción de la gran hazaña por transformar a Zacatecas.
Sin esos propósitos, objetivos y metas, no tendría sentido ver en el unificado escenario, al magistrado Carlos Villegas Márques, Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado y al pleno de los magistrados; a la diputada Susana Andrea Barragán Barragán Espinoza, presidenta de la 65 Legislatura y a los otros 29 nuevos diputados y diputadas locales; como no pudieron hacer el vacío los todavía Presidentes Municipales, Jorge Miranda Castro, de Zacatecas Capital; Rita Rocío Quiñónez, de Fresnillo; José Saldivar Alcalde, de Guadalupe; Humberto Salazar Contreras, de Jerez; y los alcaldes del semidesierto, el altiplano y los cañones de Tlaltenango y Juchipila.
La suma de fortalecimiento y que más han de exhibir hasta demostrar voluntad política y real de respaldo a sus representados en Zacatecas y los municipios, son los Senadores Saúl Monreal Ávila, Claudia Anaya Mota, Geovanna Bañuelos de la Torre, Amalia García Medina y Verónica Díaz Robles, la quinta de legisladores imprescindibles, más los 13 diputados y diputadas federales, que como nunca están urgidos por la sociedad y los zacatecanos, a comportarse con lealtad, fidelidad, honestidad y compromiso en la gestión de los recursos federales presupuestales suficientes y razonables para que el gobierno de todos y por todos y en genuina y auténtica unidad respaldan al mandatario.
Esa debe ser ahora la nueva concepción del gobierno estatal conformado por todas las fuerzas creativas y progresistas del gabinete ejecutivo, los magistrados y jueces, los legisladores locales y federales, más los 58 ayuntamientos, que están siendo observados por una sociedad y ciudadanos más críticos y exigentes, porque esta es la nueva modernidad, la poderosa transformación que es edificada por todos en conjunción y corresponsabilidad, hasta lograr consolidar la fusión de principios, épocas y generaciones, en la más creativa dimensión de los cambios y transformaciones que se buscan hacia la pacificación, el impulso económico, la industrialización y el desarrollo con bienestar.