/ miércoles 15 de julio de 2020

Crónica del poder | Desafío en escenarios de violencia

Nos parece inconcebible que la cuarta transformación sea reducida a la dualidad política social de beneficio a los pobres y la política política para mantenerse en el poder hasta alcanzar una hegemonía inamovible para varios sexenios. Sin embargo y por lo pronto, todo apunta en ese sentido y que por eso, se explica la politización de todos los escenarios y por consecuencia, una polarización que confronta y divide.

Parece que al Presidente López Obrador no le preocupan las posturas críticas a su gobierno, porque bien se advierte que le divierten e incluso juega con situaciones como la del FRENA, el Frente Nacional contra AMLO. Pero a la gente si le preocupan los índices de la economía a la baja y el terrible crecimiento de las cifras mortales de la pandemia, y claro, los demoledores efectos de la violencia criminal que ya se enraiza en regiones y estados donde cotidianamente se suceden enfrentamientos y ejecuciones que derivan en cuantiosos homicidios dolosos. Tan solo hay que asomarse al acontecer delincuencial en Colima, Jalisco y Guanajuato, sin olvidar a nuestro Zacatecas.

Por cierto, sí hay inmensa preocupación que alarma y alerta, que el Presidente decida realizar jornadas de trabajo precisamente en esas tres entidades ya caracterizadas por altos niveles de violencia, donde incluso en Guanajuato, ha recibido amenazas del cártel dominante. Aquí no cuentan ni valen los argumentos ya conocidos de "los abrazos no balazos" o el "tenemos miedo pero no somos cobardes", y desde hoy emprende esa gira que muchos mexicanos creemos se dará en condiciones de peligrosidad, donde necesariamente habrán de extremarse las medidas de inteligencia y protección en su entorno para evitar cualquier altercado o incidente, así sean una levedad.

Con los gobernadores, el priista Nacho Peralta, de Colima; por Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, de Jalisco; y el panista Diego Sinhué Rodríguez, ha tenido serias diferencias coincidentes acerca de la inseguridad y donde le urgen cambio de estrategias; pero con ellos prevalecerá el diálogo, centrarán acuerdos sobre los graves efectos de la pandemia y sin duda abordarán la situación de la seguridad pública, encuentros a los que "por un permiso laboral" no asistirá el Secretario Alfonso Durazo, ausencia que más abrirá posibilidades a los acuerdos. Obvio que los tres mandatarios asumen responsables medidas para garantizar por su lado la seguridad del Jefe de la Nación.

Sin duda, en su diálogo con los mandatarios estatales, surgirá el tema de los recursos presupuestales que por la crisis sanitaria han urgido al gobierno federal, y por fortuna y para beneplácito de la estructura gubernamental federal y estatal, el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ya fue dado de alta del contagio por el virus, registrado negativo y en plena actividad para responder a las inmensas demandas.

El futurismo en los Estados

Se verá muy alentado por la presencia del Presidente en los estados y ésta será la primera etapa, y lo más recurrente será la aparición o acercamiento a los eventos presidenciales, de los aspirantes a gubernaturas y las diputaciones federales, porque serán observados indicadores, cuando menos por el lado del Morena y sus aliados del PT y Verde Ecologista; y desde luego que, como el líder absoluto del morenismo, directamente confirmará los graves niveles de división entre sus correligionarios, más concretamente entre la clase dirigente, como aquí se ilustra con las abismales diferencias entre Ricardo Monreal y los Históricos de Luis Medina Lizalde. Fenómeno de confrontación y polarización que se registra en todos los horizontes del país, con las más negativas expectativas para el Morena.

Nos parece inconcebible que la cuarta transformación sea reducida a la dualidad política social de beneficio a los pobres y la política política para mantenerse en el poder hasta alcanzar una hegemonía inamovible para varios sexenios. Sin embargo y por lo pronto, todo apunta en ese sentido y que por eso, se explica la politización de todos los escenarios y por consecuencia, una polarización que confronta y divide.

Parece que al Presidente López Obrador no le preocupan las posturas críticas a su gobierno, porque bien se advierte que le divierten e incluso juega con situaciones como la del FRENA, el Frente Nacional contra AMLO. Pero a la gente si le preocupan los índices de la economía a la baja y el terrible crecimiento de las cifras mortales de la pandemia, y claro, los demoledores efectos de la violencia criminal que ya se enraiza en regiones y estados donde cotidianamente se suceden enfrentamientos y ejecuciones que derivan en cuantiosos homicidios dolosos. Tan solo hay que asomarse al acontecer delincuencial en Colima, Jalisco y Guanajuato, sin olvidar a nuestro Zacatecas.

Por cierto, sí hay inmensa preocupación que alarma y alerta, que el Presidente decida realizar jornadas de trabajo precisamente en esas tres entidades ya caracterizadas por altos niveles de violencia, donde incluso en Guanajuato, ha recibido amenazas del cártel dominante. Aquí no cuentan ni valen los argumentos ya conocidos de "los abrazos no balazos" o el "tenemos miedo pero no somos cobardes", y desde hoy emprende esa gira que muchos mexicanos creemos se dará en condiciones de peligrosidad, donde necesariamente habrán de extremarse las medidas de inteligencia y protección en su entorno para evitar cualquier altercado o incidente, así sean una levedad.

Con los gobernadores, el priista Nacho Peralta, de Colima; por Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, de Jalisco; y el panista Diego Sinhué Rodríguez, ha tenido serias diferencias coincidentes acerca de la inseguridad y donde le urgen cambio de estrategias; pero con ellos prevalecerá el diálogo, centrarán acuerdos sobre los graves efectos de la pandemia y sin duda abordarán la situación de la seguridad pública, encuentros a los que "por un permiso laboral" no asistirá el Secretario Alfonso Durazo, ausencia que más abrirá posibilidades a los acuerdos. Obvio que los tres mandatarios asumen responsables medidas para garantizar por su lado la seguridad del Jefe de la Nación.

Sin duda, en su diálogo con los mandatarios estatales, surgirá el tema de los recursos presupuestales que por la crisis sanitaria han urgido al gobierno federal, y por fortuna y para beneplácito de la estructura gubernamental federal y estatal, el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ya fue dado de alta del contagio por el virus, registrado negativo y en plena actividad para responder a las inmensas demandas.

El futurismo en los Estados

Se verá muy alentado por la presencia del Presidente en los estados y ésta será la primera etapa, y lo más recurrente será la aparición o acercamiento a los eventos presidenciales, de los aspirantes a gubernaturas y las diputaciones federales, porque serán observados indicadores, cuando menos por el lado del Morena y sus aliados del PT y Verde Ecologista; y desde luego que, como el líder absoluto del morenismo, directamente confirmará los graves niveles de división entre sus correligionarios, más concretamente entre la clase dirigente, como aquí se ilustra con las abismales diferencias entre Ricardo Monreal y los Históricos de Luis Medina Lizalde. Fenómeno de confrontación y polarización que se registra en todos los horizontes del país, con las más negativas expectativas para el Morena.