/ martes 13 de julio de 2021

Crónica del poder │Dignificar la representación popular

En el discurso de la comunión social que promueve David Monreal, ya en el ejercicio de gobierno tendrá que proceder a dialogar y lograr acuerdos para que la nueva Legislatura del Estado, o sea los diputados locales, se conviertan en los más valiosos aliados del proyecto de la cuarta transformación y para de inmediato acumular fuerzas políticas para enfrentar la grave emergencia social que se vive en Zacatecas, y deberá evitar posturas facciosas para concertar acuerdos sin privilegios ni distinción a los de su partido Morena, sino alcanzar acercamientos y entendimientos con la pluralidad.

Además de intentar superar el deterioro y desprestigio de la imagen de los diputados, la Legislatura deberá construir consensos para responder con hechos al llamado del gobernador electo a consolidar la unidad en serio y con entera responsabilidad y sin simulación. Como políticos modernos y de compromisos son sus representados y la sociedad, han de establecer una clara y definida comunicación política que no implique sometimiento al Poder Ejecutivo ni a las corrientes mayoritarias y partidistas, porque las actuales condiciones de crisis extremas en lo económico, por la pandemia violencia e inseguridad, están obligados a construir escenarios propicios al diálogo y los acuerdos, donde prevalezcan condiciones de voluntad política, equidad e identidad con los intereses superiores del estado, más allá de los objetivos partidistas y de las ambiciones personales.

En este panorama, habrá que contemplar posiciones y tendencias de los diversos diputados y sus liderazgos, olvidarse o hacer a un lado el melodioso canto de los aspirantes presidenciales, apartarse del oportunismo electorero que ya se instala permanente desde lo nacional, ejercer crítica razonable, radical y honesta; dejarse de lambisconerías y zalamería ante los gobernantes y actuar con verdadera autonomía y real independencia. En otras palabras, más que inmediatamente, han de lograr consonancia con las políticas estatales. estrategias y programas que sean lanzadas por el Ejecutivo, sin que ello signifique sumisión, sino el compromiso de plena corresponsabilidad en la gobernanza.

A reserva de verlos actuar a los 30 diputados y diputadas y que a primera vista no se ven mejor que los actuales, hay que concederles el beneficio de la duda y confiar en que serán agudos en sus críticas y en el debate parlamentario. Para empezar con enfoques sobre las expectativas legislativas, en la fracción de Morena hay que resaltar al maestro y comunicador Enrique Laviada Cicerol, que por su calidad cultural garantiza un ejercicio legislativo de calidad, lástima del suplente Enrique Bernaldez Rayas, que ojalá no corra con la suerte de que su propietario se ausente; fuerte y experimentado aliado será el loretense y petista José Luis Figueroa; la petista Gaby Pinedo con su experiencia juvenil, y no se ven más. Por el PRI, destaca la presencia de la experta en finanzas e inteligente operadora, Gabriela Barsurto Ávila; el ex secretario de gobierno Jehú Eduí Salas, tendrá que demostrar que en este espacio de poder si puede operar políticamente y conciliar con los adversarios; y por Nueva Alianza, Soralla Bañuelos puede tener un desempeño más trascendente, y parenle de contar, no se observan más figuras con carácter, combatividad, preparación y liderazgo.


La próxima legislatura tiene que actuar con todo frente a la emergencia social, necesitarán ser creativos para encontrar nuevas claves y fórmulas que contribuyan con el gobernador David Monreal e integrarse al proceso conciliador, armonizador y de unidad para que en realidad todos juntos encaren los graves problemas del estado.

En el discurso de la comunión social que promueve David Monreal, ya en el ejercicio de gobierno tendrá que proceder a dialogar y lograr acuerdos para que la nueva Legislatura del Estado, o sea los diputados locales, se conviertan en los más valiosos aliados del proyecto de la cuarta transformación y para de inmediato acumular fuerzas políticas para enfrentar la grave emergencia social que se vive en Zacatecas, y deberá evitar posturas facciosas para concertar acuerdos sin privilegios ni distinción a los de su partido Morena, sino alcanzar acercamientos y entendimientos con la pluralidad.

Además de intentar superar el deterioro y desprestigio de la imagen de los diputados, la Legislatura deberá construir consensos para responder con hechos al llamado del gobernador electo a consolidar la unidad en serio y con entera responsabilidad y sin simulación. Como políticos modernos y de compromisos son sus representados y la sociedad, han de establecer una clara y definida comunicación política que no implique sometimiento al Poder Ejecutivo ni a las corrientes mayoritarias y partidistas, porque las actuales condiciones de crisis extremas en lo económico, por la pandemia violencia e inseguridad, están obligados a construir escenarios propicios al diálogo y los acuerdos, donde prevalezcan condiciones de voluntad política, equidad e identidad con los intereses superiores del estado, más allá de los objetivos partidistas y de las ambiciones personales.

En este panorama, habrá que contemplar posiciones y tendencias de los diversos diputados y sus liderazgos, olvidarse o hacer a un lado el melodioso canto de los aspirantes presidenciales, apartarse del oportunismo electorero que ya se instala permanente desde lo nacional, ejercer crítica razonable, radical y honesta; dejarse de lambisconerías y zalamería ante los gobernantes y actuar con verdadera autonomía y real independencia. En otras palabras, más que inmediatamente, han de lograr consonancia con las políticas estatales. estrategias y programas que sean lanzadas por el Ejecutivo, sin que ello signifique sumisión, sino el compromiso de plena corresponsabilidad en la gobernanza.

A reserva de verlos actuar a los 30 diputados y diputadas y que a primera vista no se ven mejor que los actuales, hay que concederles el beneficio de la duda y confiar en que serán agudos en sus críticas y en el debate parlamentario. Para empezar con enfoques sobre las expectativas legislativas, en la fracción de Morena hay que resaltar al maestro y comunicador Enrique Laviada Cicerol, que por su calidad cultural garantiza un ejercicio legislativo de calidad, lástima del suplente Enrique Bernaldez Rayas, que ojalá no corra con la suerte de que su propietario se ausente; fuerte y experimentado aliado será el loretense y petista José Luis Figueroa; la petista Gaby Pinedo con su experiencia juvenil, y no se ven más. Por el PRI, destaca la presencia de la experta en finanzas e inteligente operadora, Gabriela Barsurto Ávila; el ex secretario de gobierno Jehú Eduí Salas, tendrá que demostrar que en este espacio de poder si puede operar políticamente y conciliar con los adversarios; y por Nueva Alianza, Soralla Bañuelos puede tener un desempeño más trascendente, y parenle de contar, no se observan más figuras con carácter, combatividad, preparación y liderazgo.


La próxima legislatura tiene que actuar con todo frente a la emergencia social, necesitarán ser creativos para encontrar nuevas claves y fórmulas que contribuyan con el gobernador David Monreal e integrarse al proceso conciliador, armonizador y de unidad para que en realidad todos juntos encaren los graves problemas del estado.