/ lunes 18 de mayo de 2020

Crónica del poder │El Presidente debe voltear hacia Zacatecas

Desde el escenario de tribulaciones y adversidad por la pandemia que envuelve peligrosamente al país y en medio de esa lamentable confrontación política atizada por la indiferencia presidencial, hay gobernadores como Enrique Alfaro, de Jalisco; Jaime Rodríguez, de Nuevo León; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila; Javier Corral, de Chihuahua; José Rosas Aispuro, de Durango; Silvano Aureoles, de Michoacán; hasta Miguel Barbosa, de Puebla, han decidido tomar su propio camino y estrategias en el combate al virus maldito.

Donde debiera darse óptima coordinación, total solidaridad, plena reciprocidad, la suma de fuerzas y conjunción de estrategias frente a la mortífera pandemia, se registra ese distanciamiento que es fatal, entre el gobierno federal y los gobiernos estatales, unos más otros menos y algunos guardando sana distancia, pero la dispersión de fuerzas es real y no depara efectos más favorables y más prontos en beneficio de las miles de víctimas y miles de contagiados que ya superan el desenlace de China.

El meollo del asunto y de las diferencias, son los recursos presupuestales que el gobierno federal no suelta hacia los estados que ya están al borde del colapso. El mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador constantemente ostenta tener en caja los recursos suficientes para atender la crisis, pero los gobernadores han tenido que lamentar y exhibir que solo han merecido regateo y negación en la entrega de respaldos económicos para destinarlos específicamente a la batalla contra la terrible enfermedad que agobia a regiones enteras, las más pauperizadas, marginadas y por demás abandonadas a su suerte.

En Zacatecas, el papel de Alejandro Tello ha sido más que prudente y equilibrado, sin dejar de insistir en la demanda de esos recursos que se estiman en 2 mil millones de pesos. Las gestiones son reiteradas y sustentadas con los visionarios y precisos enfoques del Secretario de Finanzas Jorge Miranda y aunque ya son compromisos institucionales hasta de orden moral de la federación, lejos del rompimiento no cesan las exigencias y tampoco la comunicación, como las recientes videoconferencias del Gobernador y el Secretario con Arturo Herrera, el Secretario de Hacienda y con el Subsecretario Gabriel Yorio.

En esos encuentros virtuales, Tello y Miranda han solicitado liberación de recursos por más de mil millones de pesos que pertenecen al estado y que no se han entregado, algunos como del Fondo Minero datan desde 2017, fondos que ayudarían a administrar la función pública, con austeridad, ahorro, transparencia y modificaciones presupuestales que racionalmente se han propuesto a la Legislatura y que están por aprobar.

Desinformación e indiferencia

No caben en la agenda presupuestal del Presidente Andrés Manuel López Obrador, resulta obvio que está enterado, no solo del acontecer en el Valle de México, sino de todos los horizontes del país, y debe reconocer que la penuria afecta al estado de Zacatecas y que la precariedad está ya arraigada en los municipios como Fresnillo, al punto de la quiebra económica. Si como bien dice, "primero los pobres", en esa condición están Zacatecas y sus municipios, que no requieren dádivas y solo exigen lo que les corresponde y más merecen.

Desde el escenario de tribulaciones y adversidad por la pandemia que envuelve peligrosamente al país y en medio de esa lamentable confrontación política atizada por la indiferencia presidencial, hay gobernadores como Enrique Alfaro, de Jalisco; Jaime Rodríguez, de Nuevo León; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila; Javier Corral, de Chihuahua; José Rosas Aispuro, de Durango; Silvano Aureoles, de Michoacán; hasta Miguel Barbosa, de Puebla, han decidido tomar su propio camino y estrategias en el combate al virus maldito.

Donde debiera darse óptima coordinación, total solidaridad, plena reciprocidad, la suma de fuerzas y conjunción de estrategias frente a la mortífera pandemia, se registra ese distanciamiento que es fatal, entre el gobierno federal y los gobiernos estatales, unos más otros menos y algunos guardando sana distancia, pero la dispersión de fuerzas es real y no depara efectos más favorables y más prontos en beneficio de las miles de víctimas y miles de contagiados que ya superan el desenlace de China.

El meollo del asunto y de las diferencias, son los recursos presupuestales que el gobierno federal no suelta hacia los estados que ya están al borde del colapso. El mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador constantemente ostenta tener en caja los recursos suficientes para atender la crisis, pero los gobernadores han tenido que lamentar y exhibir que solo han merecido regateo y negación en la entrega de respaldos económicos para destinarlos específicamente a la batalla contra la terrible enfermedad que agobia a regiones enteras, las más pauperizadas, marginadas y por demás abandonadas a su suerte.

En Zacatecas, el papel de Alejandro Tello ha sido más que prudente y equilibrado, sin dejar de insistir en la demanda de esos recursos que se estiman en 2 mil millones de pesos. Las gestiones son reiteradas y sustentadas con los visionarios y precisos enfoques del Secretario de Finanzas Jorge Miranda y aunque ya son compromisos institucionales hasta de orden moral de la federación, lejos del rompimiento no cesan las exigencias y tampoco la comunicación, como las recientes videoconferencias del Gobernador y el Secretario con Arturo Herrera, el Secretario de Hacienda y con el Subsecretario Gabriel Yorio.

En esos encuentros virtuales, Tello y Miranda han solicitado liberación de recursos por más de mil millones de pesos que pertenecen al estado y que no se han entregado, algunos como del Fondo Minero datan desde 2017, fondos que ayudarían a administrar la función pública, con austeridad, ahorro, transparencia y modificaciones presupuestales que racionalmente se han propuesto a la Legislatura y que están por aprobar.

Desinformación e indiferencia

No caben en la agenda presupuestal del Presidente Andrés Manuel López Obrador, resulta obvio que está enterado, no solo del acontecer en el Valle de México, sino de todos los horizontes del país, y debe reconocer que la penuria afecta al estado de Zacatecas y que la precariedad está ya arraigada en los municipios como Fresnillo, al punto de la quiebra económica. Si como bien dice, "primero los pobres", en esa condición están Zacatecas y sus municipios, que no requieren dádivas y solo exigen lo que les corresponde y más merecen.