Al ver los escenarios desde lo nacional a lo estatal sacudidos por conflictos, confrontación ideológica, desequilibrio entre los poderes, la hegemonía y avasallamiento de un solo partido y la ausencia de la sociedad que no decide actuación definitoria, necesariamente tenemos que admitir que la política está en crisis, los partidos ni sus diputados y senadores cumplen con sus grandes responsabilidades ante los intereses superiores de la Nación y del Estado, no muestran voluntad política para promover y buscar la conciliación en la pluralidad y mejor prefieren los rompimientos, el estallamiento de sus diferencias, la exaltación de las descalificaciones y el relanzamiento de los discursos de odio.
Los gobernados o representados en los estados y municipios aspiran a ver a sus actores políticos, gobernadores, senadores diputados y alcaldes, verdaderamente comprometidos en el impulso del bienestar familiar y comunitario, los ciudadanos en las colonias y ranchos o comunidades rurales que por ellos votaron, siguen a la espera de que se cumplan los compromisos, que ya cancelen o rompan la tradicional desafección tras las victorias electorales, porque siempre se olvidan de regresar a los distritos y municipios y en el caso de los diputados federales y senadores, como bien reclama y exhibe la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, ya no salen de sus palacios legislativos.
Entre los zacatecanos, sobre todo entre los priistas y sus aliados opositores a los regímenes nacional y estatal, redescubrieron con loas y satisfacción, haber visto el viernes al ex gobernador Miguel Alonso Reyes, por primera vez en la máxima tribuna nacional en la Cámara de Diputados, como un renovado y avezado parlamentario que durante la sesión solemne por el Bicentenario del Primer Congreso Constitucional de México, defendió la promoción de los valores y principios consagrados en la Carta Magna y sostuvo que la reforma judicial daña el equilibrio de poderes y trastoca la independencia judicial. El líder morenista Ricardo Monreal Ávila debió sentirse satisfecho.
Apenas habíamos comentado que en las bancadas del PRI en el Senado y la Cámara de Diputados, Claudia Anaya Mota y Miguel Alonso Reyes, estaban supeditados a los lineamientos y control del dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, y pronto se mostraron con autoridad y capacidad en las tribunas legislativas. Claudia Anaya había asumido férrea defensa de la autonomía del Poder Judicial y cuestionado el reformismo morenista; Miguel Alonso condenó que la excesiva concentración del poder público sea generador de gobierno autoritarios; se manifestó constitucionalista y defensor de la democracia la separación de poderes, pero también confió en que pronto los mexicanos y zacatecanos vivan en un país desarrollado, incluyente, con estabilidad, en paz y seguridad. Esencias de su discurso del viernes.
Como sea pues, en Zacatecas se aspira a que sus legisladores y políticos en el horizonte nacional pongan en alto el nombre de Zacatecas, sean de los partidos en el poder, Morena, el PT y Verde Ecologista o sean de la oposición del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, como así lo hacen por éstos últimos, la ex gobernadora Amalia García Medina, del Movimiento Ciudadano y Noemí Berenice Luna Ayala, de Acción Nacional, que ante la consigna del tiempo de las mujeres, asumen su fuerza política para hacer presente la firmeza opositora de hoy.