/ martes 23 de febrero de 2021

Crónica del poder | Fórmulas democráticas de Claudia Anaya

Frente al torrente de supuestos desprendimientos partidistas que se tornan anexiones al proyecto político de David Monreal, se observa la cautela de Claudia Anaya, que ni está inerme ni contemplativa. Naturalmente provista de inteligencia estratégica en su discurso y actuación, se advierte sigilosa y metida ya en una batalla que arranca prudente, discreta pero más efectiva en la reafirmación de las estructuras organizacionales y electorales básicas de sus partidos aliados, el PAN, PRI y PRD, que la promueven y postulan acompañados de una fuerte incorporación de organizaciones sociales a individualidades con liderazgos regionales y municipales que son de carne y hueso.

A la mujer, Senadora con licencia, ya ungida precandidata única de la coalición "Va por Zacatecas" de los Partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, se le ve trabajar con sutileza, con calidez en los cotidianos acercamientos con los grupos políticos y sectores sociales, confiada en su perfil de poderosa atracción, que no sufre de antipatías ni padece de negativos, no se muestra indefensa, ni con esa fragilidad de quienes retroceden para tomar impulso y de inmediato se aferran a falsos triunfalismos.

La carismática política no ha tenido que enfrentarse con nadie de los que fueron sus adversarios internos y ya comparte responsabilidades políticas con los dirigentes nacionales, Alejandro Moreno, del PRI; Marko Antonio Cortés, del PAN; y Jesús Zambrano, por el PRD, y quien ayer la presentó ante su militancia, coaligados, simpatizantes y la sociedad, como la candidata del partido de izquierda en la alianza que promete la integración del primer gobierno estatal de coalición. En ese encuadre de potencialidades direccionales, con los líderes estatales Enrique Flores, Noemí Berenice Luna y Raymundo Carrillo, ella ha establecido una rigurosa agenda de compromisos y acuerdos que puntualmente, en armonía e incluyentes, se cumplen sobre las nominaciones a las diputaciones y ayuntamientos.

La Senadora está decidida a no quemar la pólvora en infiernitos y con firme liderazgo convoca la más amplia gama de figuras políticas, que van desde los exgobernadores Pedro de León Sánchez, Arturo Romo Gutiérrez, Amalia García Medina y Miguel Alonso Reyes, experiencias políticas y gubernamentales que se suman a la madurez de los ex dirigentes y dirigentes de los partidos, que han cuidado el evitar que las generaciones se diluyan y dispersen, al contrario, la candidata avanza en la consolidación del ensamble entre las fuerzas históricas y tradicionales, con las renovadas, modernizadoras y dinámicas de entre las mujeres y los jóvenes.

Las diferencias políticas e ideológicas

No han sido obstáculo ni son resistencia para emprender acciones decisivas en la superación de la crisis de los partidos, tal parece que Claudia Anaya ha procedido con voluntad política y capacidad de conciliación para lograr entendimientos y óptima coordinación entre las fuerzas que la sostienen; ha logrado el equilibrio entre los estrechos intereses partidistas y de los grupos, y en contraste con sus opositores en la contienda por la gubernatura, adopta lineamientos de inclusión e integración para evitar los discursos de odio y la estéril polarización.

La política fresnillense se ha comprometido con acciones democráticas de diálogo y concertación y se plantea una vigorosa unidad en la pluralidad que representa.

Frente al torrente de supuestos desprendimientos partidistas que se tornan anexiones al proyecto político de David Monreal, se observa la cautela de Claudia Anaya, que ni está inerme ni contemplativa. Naturalmente provista de inteligencia estratégica en su discurso y actuación, se advierte sigilosa y metida ya en una batalla que arranca prudente, discreta pero más efectiva en la reafirmación de las estructuras organizacionales y electorales básicas de sus partidos aliados, el PAN, PRI y PRD, que la promueven y postulan acompañados de una fuerte incorporación de organizaciones sociales a individualidades con liderazgos regionales y municipales que son de carne y hueso.

A la mujer, Senadora con licencia, ya ungida precandidata única de la coalición "Va por Zacatecas" de los Partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, se le ve trabajar con sutileza, con calidez en los cotidianos acercamientos con los grupos políticos y sectores sociales, confiada en su perfil de poderosa atracción, que no sufre de antipatías ni padece de negativos, no se muestra indefensa, ni con esa fragilidad de quienes retroceden para tomar impulso y de inmediato se aferran a falsos triunfalismos.

La carismática política no ha tenido que enfrentarse con nadie de los que fueron sus adversarios internos y ya comparte responsabilidades políticas con los dirigentes nacionales, Alejandro Moreno, del PRI; Marko Antonio Cortés, del PAN; y Jesús Zambrano, por el PRD, y quien ayer la presentó ante su militancia, coaligados, simpatizantes y la sociedad, como la candidata del partido de izquierda en la alianza que promete la integración del primer gobierno estatal de coalición. En ese encuadre de potencialidades direccionales, con los líderes estatales Enrique Flores, Noemí Berenice Luna y Raymundo Carrillo, ella ha establecido una rigurosa agenda de compromisos y acuerdos que puntualmente, en armonía e incluyentes, se cumplen sobre las nominaciones a las diputaciones y ayuntamientos.

La Senadora está decidida a no quemar la pólvora en infiernitos y con firme liderazgo convoca la más amplia gama de figuras políticas, que van desde los exgobernadores Pedro de León Sánchez, Arturo Romo Gutiérrez, Amalia García Medina y Miguel Alonso Reyes, experiencias políticas y gubernamentales que se suman a la madurez de los ex dirigentes y dirigentes de los partidos, que han cuidado el evitar que las generaciones se diluyan y dispersen, al contrario, la candidata avanza en la consolidación del ensamble entre las fuerzas históricas y tradicionales, con las renovadas, modernizadoras y dinámicas de entre las mujeres y los jóvenes.

Las diferencias políticas e ideológicas

No han sido obstáculo ni son resistencia para emprender acciones decisivas en la superación de la crisis de los partidos, tal parece que Claudia Anaya ha procedido con voluntad política y capacidad de conciliación para lograr entendimientos y óptima coordinación entre las fuerzas que la sostienen; ha logrado el equilibrio entre los estrechos intereses partidistas y de los grupos, y en contraste con sus opositores en la contienda por la gubernatura, adopta lineamientos de inclusión e integración para evitar los discursos de odio y la estéril polarización.

La política fresnillense se ha comprometido con acciones democráticas de diálogo y concertación y se plantea una vigorosa unidad en la pluralidad que representa.