Aunque al Presidente LÓPEZ OBRADOR le cuesta trabajo siquiera mencionar a RICARDO MONREAL como posible candidato de su partido Morena a la Presidencia de la República en 2024, esa omisión menospreciante más agiganta al zacatecano en ese escenario absurdamente adelantado para la sucesión presidencial, y es la opinión pública, los columnistas, analistas políticos, muchos de sus correligionarios y compañeros senadores, incluso cuadros relevantes en el gabinete de la Cuarta Transformación y claro, los zacatecanos, son coincidentes al reconocer y admitir sin tapujos que el Senador y exgobernador de Zacatecas, estará en la boleta electoral.
La polémica está en el aire, se ventila en todos los horizontes y rincones del país, muchos con seriedad, otros con morbo, pero lo más con responsabilidad, valoran y miden las expectativas de los preferidos del Presidente, CLAUDIA SHEINBAUM, MARCELO EBRAD, ROCÍO NAHLE, TATIANA CLOUTHIER, ESTEBAN MOCTEZUMA y JUAN RAMÓN DE LA FUENTE, y al coordinador de los senadores morenistas, RICARDO MONREAL, no le restan figura ni tamaños para continuar en ascenso y llegado el momento, entrar a una competencia verdaderamente democrática y sin las mañosas encuesta patito que todavía promueve el testaferro presidencial MARIO DELGADO.
Con tanta anticipación de los tiempos electorales presidenciales, el problema de LÓPEZ OBRADOR es, si le alcanzará el tiempo para cuajar la única propuesta y, si conservará el poder de ahora para impulsar las cargadas que necesitará para ungir a su candidata, porque los demás son lo de menos o cuando menos, son parte del juego de complicidades y de ciegas lealtades que le encantan al Presidente.
La configuración presidencial de RICARDO MONREAL, que para él no es temprana, porque ya desde el 2000 como gobernador se manifestó aspiracionista, en el acontecer zacatecano actualmente determinado por la transición gubernamental, para DAVID MONREAL se entrecruzan reflexiones y profundos análisis, que para ser consecuente con el formidable y creciente perfil de su hermano aspirante a suceder a LÓPEZ OBRADOR en la Presidencia de la República, en circunstancias históricas muy especiales y más trascendentes, tiene que decidir seleccionar un gabinete estatal caracterizado desde el primer día por su calidad, eficiencia, competitividad, operatividad política y productiva con resultados inmediatos en la gobernanza, porque tiene que colocar su gobierno a la altura de los retos y desafíos que nacionalmente lidera RICARDO MONREAL. O sea, no puede salir con cuadros mediocres, enanos o chaparros, desgastadas o abultadas de perversidad y deterioro.
El gobernador electo tienen que ser congruente con sus dichos, "no más de lo mismo ni los mismos o las mismas", y no se trata de un acotamiento de cualidades, al contrario, sus definiciones tienen que acoplar con el ritmo nacional monrealista en la ruta morenista, si ha de conquistarse y afianzarse o hacia la promoción de otros rumbos partidistas. DAVID MONREAL no puede perder de vista la lucha de su hermano por el 2024 y su aportación política y de gobierno, tienen que ser óptimas, ejemplares, para que sea demostrado que efectivamente, LOS MONREAL saben gobernar, como lo hace SAÚL en Fresnillo, como lo hizo RICARDO en el Estado y como lo tiene que hacer DAVID a partir de 12 de septiembre, con todas las potencialidades de la comunión social. Con eso.
