/ jueves 8 de octubre de 2020

Crónica del Poder │Invariables los dedazos y el dedito

Al tiempo que los empresarios están hartos de que gobiernen los mismos, para acceder ellos como los otros en el poder, en la sociedad y entre los ciudadanos se advierte la exigencia por cambios en el sistema político electoral, porque conscientes de su responsable participación en la vida política, reclaman democracia en la elección interna de los candidatos, porque los destapes y auto destapes no responden a la decisión de las militancias y sí son producto de grupos caciquiles de poder, facciones excluyentes en los partidos, de grupos de influencia económica y más preferentemente, desde los espacios gubernamentales federal o estatales.

Ni entre las fuerzas progresistas de izquierda, ni en las corrientes conservadoras, pueden ocultar esa engañifa o simulación que tempranamente o por adelantado perfilan a los futuros abanderados a la gubernatura, las diputaciones y alcaldías, aunque de hecho también signifique un anticipado escrutinio social solamente avalado o sustentado por inciertas y dudosas encuestas, siempre marcadas por la manipulación de los actores o grupos políticamente interesados. Lo cierto es que esos comportamientos impulsados por los mismos partidos y grupos de poder político, generan desconcierto, inesperadas sorpresas y tremenda confusión, que sólo despiertan morbosidad y una vulgar distracción, efectos que se producen por las guerras sucias para descalificar y desprestigiar adversarios y potenciar a los señalados por los dedos grandes o chiquitos.

En el escenario nacional, ya apareció un primer Secretario signado por la opinión presidencial, clara orientación de Alfonso Durazo hacia la candidatura a gobernador de Sonora por el partido Morena; con la misma estrategia de tendencia a candidaturas a gobernador, en 10 de los 15 estados ya se perfilan los superdelegados de la Secretaría de Bienestar, Pablo Almicar Sandoval, por Guerrero; Jesús Alejandro Ruiz en Baja California; Roberto Pantoja en Michoacán; Gabino Morales para San Luis Potosí; Manuel Peraza en camino por el estado de Nayarit; Indira Vizcaíno para Colima; Juan Carlos Loera en Chihuahua, entre otros que ya han trabajado y establecido sus aspiraciones y que de un momento a otro renunciarían a sus cargos para entrar a la batalla electoral.

No es el caso de Zacatecas, ya los zacatecanos saben a ciencia cierta, que la delegada Verónica Díaz, desde el primer día promueve a su cuñado David Monreal, el todavía Coordinador de Ganadería del gobierno federal, aunque a morenistas y monrealistas les preocupa que como en Sonora, no se den las indicadoras señales desde Palacio Nacional, lo que mantiene firmes a los fuertes aspirantes Saúl Monreal y Luis Medina Lizalde, sin que sean omitidos los reconocidos deseos de Javier Calzada, José Narro, Magdalena Núñez, Geovanna Bañuelos, Alfredo Femat y Ulises Mejía que todavía pajarea.

Las alianzas aceleran el ritmo

Y sobreviene una poderosa oleada entre los partidos PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, liderada por Adolfo Bonilla, un empresario de la comunicación y prestigiado político que representa a una vigorosa generación de clase política académicamente preparada y con reconocida experiencia en el servicio público y la calidad legislativa, y por ello, considerado con capacidad para trastornar o trastocar la estrategia morenista, que todavía se exhibe con profundas discrepancias internas y una indefinición que los mantiene rezagados en la lucha.


Al tiempo que los empresarios están hartos de que gobiernen los mismos, para acceder ellos como los otros en el poder, en la sociedad y entre los ciudadanos se advierte la exigencia por cambios en el sistema político electoral, porque conscientes de su responsable participación en la vida política, reclaman democracia en la elección interna de los candidatos, porque los destapes y auto destapes no responden a la decisión de las militancias y sí son producto de grupos caciquiles de poder, facciones excluyentes en los partidos, de grupos de influencia económica y más preferentemente, desde los espacios gubernamentales federal o estatales.

Ni entre las fuerzas progresistas de izquierda, ni en las corrientes conservadoras, pueden ocultar esa engañifa o simulación que tempranamente o por adelantado perfilan a los futuros abanderados a la gubernatura, las diputaciones y alcaldías, aunque de hecho también signifique un anticipado escrutinio social solamente avalado o sustentado por inciertas y dudosas encuestas, siempre marcadas por la manipulación de los actores o grupos políticamente interesados. Lo cierto es que esos comportamientos impulsados por los mismos partidos y grupos de poder político, generan desconcierto, inesperadas sorpresas y tremenda confusión, que sólo despiertan morbosidad y una vulgar distracción, efectos que se producen por las guerras sucias para descalificar y desprestigiar adversarios y potenciar a los señalados por los dedos grandes o chiquitos.

En el escenario nacional, ya apareció un primer Secretario signado por la opinión presidencial, clara orientación de Alfonso Durazo hacia la candidatura a gobernador de Sonora por el partido Morena; con la misma estrategia de tendencia a candidaturas a gobernador, en 10 de los 15 estados ya se perfilan los superdelegados de la Secretaría de Bienestar, Pablo Almicar Sandoval, por Guerrero; Jesús Alejandro Ruiz en Baja California; Roberto Pantoja en Michoacán; Gabino Morales para San Luis Potosí; Manuel Peraza en camino por el estado de Nayarit; Indira Vizcaíno para Colima; Juan Carlos Loera en Chihuahua, entre otros que ya han trabajado y establecido sus aspiraciones y que de un momento a otro renunciarían a sus cargos para entrar a la batalla electoral.

No es el caso de Zacatecas, ya los zacatecanos saben a ciencia cierta, que la delegada Verónica Díaz, desde el primer día promueve a su cuñado David Monreal, el todavía Coordinador de Ganadería del gobierno federal, aunque a morenistas y monrealistas les preocupa que como en Sonora, no se den las indicadoras señales desde Palacio Nacional, lo que mantiene firmes a los fuertes aspirantes Saúl Monreal y Luis Medina Lizalde, sin que sean omitidos los reconocidos deseos de Javier Calzada, José Narro, Magdalena Núñez, Geovanna Bañuelos, Alfredo Femat y Ulises Mejía que todavía pajarea.

Las alianzas aceleran el ritmo

Y sobreviene una poderosa oleada entre los partidos PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, liderada por Adolfo Bonilla, un empresario de la comunicación y prestigiado político que representa a una vigorosa generación de clase política académicamente preparada y con reconocida experiencia en el servicio público y la calidad legislativa, y por ello, considerado con capacidad para trastornar o trastocar la estrategia morenista, que todavía se exhibe con profundas discrepancias internas y una indefinición que los mantiene rezagados en la lucha.