La severidad de la emergencia social con la que empezó su gobierno hace dos años, ha obligado a David Monreal Ávila a ir mitigando esa crisis que denomina "herencia maldita" y en el actual contexto de la elección presidencial del 2 de junio del 2024, más la renovación del Congreso de la Unión, senadores y diputados federales, tiene que echar mano de todos los recursos y argumentos para impactar entre la sociedad y los ciudadanos zacatecanos, porque al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la cuarta transformación, tiene que entregar buenas cuentas, los mejores resultados para también hacer sentir la funcionalidad de la nueva gobernanza.
Buenas razones tiene el mandatario para asegurar que Zacatecas tendrá un buen cierre de año, lo que refleja un sano optimismo porque anuncia inversión de 772 millones de pesos en obras de infraestructura y con los dineros suficientes para pagar salarios y prestaciones de la burocracia y resalta que noviembre y diciembre serán generosos por el arranque de 600 obras repartidas en los 58 municipios del estado; más todavía, adelantó que durante el primer trimestre de 2024 se destinarán 750 millones de pesos para otras 500 a 600 obras, lo que suman 1 564 millones de pesos, un todo derivado o consecuencia del buen ejercicio de las participaciones y del gasto público.
Con legitimidad la información también la dio a los trabajadores del estado, ante servidores públicos y miembros de su equipo de gobierno, durante el emotivo evento de Honores a la Bandera, que ya se ha instalado como tradición institucional. Sin pretender magnificar las expresiones de optimismo gubernamental, no dejan de ser alentadoras buenas noticias que caen como reales beneficios a las comunidades y familias en el campo y las ciudades, ahora tan maltrechas y castigadas por la violencia e inseguridad que producen y reproducen miedo a la gente siempre comprometida a responder en sus labores productivas.
Apenas el domingo se vertían esas palabras llenas de entusiasmo gubernamental que al ser escuchadas por la población se transformaban en confianza y optimismo, cuanto otra vez irrumpe demoledor de las buenas noticias el tremendo golpe de violencia en la Colonia Buenavista, por el enfrentamiento de grupo criminal con fuerzas de la Policía Estatal Preventiva, a quienes emboscaron y al repeler la agresión se registró saldo mortal, tres policías fallecidos, dos hombres y una mujer, y entre los delincuentes otras tres víctimas, también dos hombres y una mujer, una tragedia que inevitablemente ensombrece los esfuerzos del gobierno y la sociedad por abatir la violencia criminal. El sábado anterior, la sociedad fue también sorprendida por los 5 cadáveres dejados sobre la glorieta a la entrada de Loreto y dos cuerpos más sin vida localizados por la carretera a Sauceda de la Borda.
O sea, ganas no le faltan a la nueva gobernanza para diariamente intentar recuperar la paz y tranquilidad y proteger a la población, defender a las niñas, niños y adolescentes, hoy las víctimas centrales en éstos escenarios de tragedia, y la apreciación que se tiene de que "vamos bien en la pacificación del estado" pronto encuentra respuesta con la más absurda violencia y por consecuencia, la más elevada percepción de inseguridad que luego el INEGI encuesta para seguir agigantando la mala fama de Zacatecas.¡