/ domingo 14 de febrero de 2021

Crónica del poder | Monrealismo, vibrante fracción de Morena

Las relaciones fraternales en la política y los gobiernos a nadie deben extrañar, es un comportamiento que con respeto a la figura y trayectoria de cada actor o protagonista de una familia política o de políticos, no debe derivar en la condena o rechazo de un apellido que, por la reproducción de hechos positivos y propositivos, y que, por la consolidación de liderazgos, se arraiga y adquiere característica de sucesión lógica o pactada.

Para nadie en Zacatecas es desconocido que la familia Monreal de Fresnillo, más concretamente de Plateros, se han destacado por relevante participación en la vida política del estado. Desde que Ricardo Monreal surgió de las filas del Partido Revolucionario Institucional, habiendo sido dirigente de la CNC, presidente estatal del PRI, Senador de la República y diputado federal, se comenzó a resaltar el estigma monrealista, acuñado por la figura paternal y conductora de Don Felipe y más tarde extendido por el activismo también político de Rodolfo, David, Eulogio y Saúl, los 4 hermanos de Ricardo que tomaron el sendero de la política, sin omitir a la hermana Susana, que cumplió etapa como diputada federal.

A la estructura familiar se agregan Verónica Díaz, la Delegada de los Programas de Bienestar, esposa de Luis Monreal; las aspiraciones de Catalina, la hija de Ricardo, que ha pretendido ser dirigente estatal de Morena y que seguramente continuará en la lucha por un espacio de poder; y la presencia del esposo de la primogénita, el licenciado Sergio Garfías, regidor en el ayuntamiento de Zacatecas Capital; más el anexo que significa Omar Carrera Pérez, sobrino de la señora María de Jesús, esposa del Senador; y la recientemente electa magistrada del Tribunal de Justicia Administrativa, la licenciada Aída Alicia Lugo, esposa del hermano Eulogio. Son más las extensiones monrealistas, pero esta es la estructura básica que, para algunos adversarios o enemigos, son ramal de un cacicazgo político.

Otras extensiones las integran los compadres, amigos, cuates, incondicionales, allegados y cercanos por confiables y leales, aunque algunos que han traicionado una y otra vez, ahora regresan al redil atraídos por el recargado imán político de Ricardo Monreal, posicionado como el más hábil y eficaz operador político del presidente Andrés Manuel López Obrador. Estos son el cuadro original del monrealismo, los auténticos, sin tomar en cuenta a los tales por cuales innombrables, a los que el Senador ya descalificó y repudió.

Hermandad con fuerza política

En torno de David Monreal, los que reafirman fraternidad y cordura de una convivencia que los exhibe solidarios entre sí y que frente a las adversidades o las infamias que no les han faltado, luchan unidos y logran salir adelante hasta encumbrarse, como ahora lo demuestran como factores aquí de la Cuarta Transformación. Sin embargo, el gran error que los apologistas del virtual candidato a gobernador cometen como grave omisión, es que exaltan las potencialidades del monrealismo, no del Morena, el partido que les abre los más amplios espacios políticos para que alcancen más poder para servir al país y a Zacatecas, actitudes que son interpretadas como prepotente exclusión de fieles aliados y miles de correligionarios. Riesgos innecesarios por la ostentación de excesos de poder.

Las relaciones fraternales en la política y los gobiernos a nadie deben extrañar, es un comportamiento que con respeto a la figura y trayectoria de cada actor o protagonista de una familia política o de políticos, no debe derivar en la condena o rechazo de un apellido que, por la reproducción de hechos positivos y propositivos, y que, por la consolidación de liderazgos, se arraiga y adquiere característica de sucesión lógica o pactada.

Para nadie en Zacatecas es desconocido que la familia Monreal de Fresnillo, más concretamente de Plateros, se han destacado por relevante participación en la vida política del estado. Desde que Ricardo Monreal surgió de las filas del Partido Revolucionario Institucional, habiendo sido dirigente de la CNC, presidente estatal del PRI, Senador de la República y diputado federal, se comenzó a resaltar el estigma monrealista, acuñado por la figura paternal y conductora de Don Felipe y más tarde extendido por el activismo también político de Rodolfo, David, Eulogio y Saúl, los 4 hermanos de Ricardo que tomaron el sendero de la política, sin omitir a la hermana Susana, que cumplió etapa como diputada federal.

A la estructura familiar se agregan Verónica Díaz, la Delegada de los Programas de Bienestar, esposa de Luis Monreal; las aspiraciones de Catalina, la hija de Ricardo, que ha pretendido ser dirigente estatal de Morena y que seguramente continuará en la lucha por un espacio de poder; y la presencia del esposo de la primogénita, el licenciado Sergio Garfías, regidor en el ayuntamiento de Zacatecas Capital; más el anexo que significa Omar Carrera Pérez, sobrino de la señora María de Jesús, esposa del Senador; y la recientemente electa magistrada del Tribunal de Justicia Administrativa, la licenciada Aída Alicia Lugo, esposa del hermano Eulogio. Son más las extensiones monrealistas, pero esta es la estructura básica que, para algunos adversarios o enemigos, son ramal de un cacicazgo político.

Otras extensiones las integran los compadres, amigos, cuates, incondicionales, allegados y cercanos por confiables y leales, aunque algunos que han traicionado una y otra vez, ahora regresan al redil atraídos por el recargado imán político de Ricardo Monreal, posicionado como el más hábil y eficaz operador político del presidente Andrés Manuel López Obrador. Estos son el cuadro original del monrealismo, los auténticos, sin tomar en cuenta a los tales por cuales innombrables, a los que el Senador ya descalificó y repudió.

Hermandad con fuerza política

En torno de David Monreal, los que reafirman fraternidad y cordura de una convivencia que los exhibe solidarios entre sí y que frente a las adversidades o las infamias que no les han faltado, luchan unidos y logran salir adelante hasta encumbrarse, como ahora lo demuestran como factores aquí de la Cuarta Transformación. Sin embargo, el gran error que los apologistas del virtual candidato a gobernador cometen como grave omisión, es que exaltan las potencialidades del monrealismo, no del Morena, el partido que les abre los más amplios espacios políticos para que alcancen más poder para servir al país y a Zacatecas, actitudes que son interpretadas como prepotente exclusión de fieles aliados y miles de correligionarios. Riesgos innecesarios por la ostentación de excesos de poder.