/ viernes 31 de julio de 2020

Crónica del poder │Sismo político en Morena y aliados

El discurso político de Ricardo Monreal tiene mucha tela de donde cortar, así lo reflejan sus pronunciamientos aquí del fin de semana anterior a propósito de la presentación de "La infamia", su nuevo libro con el que busca reivindicar nombre y dignidad de su familia frente a la guerra sucia que desde el 98, a los Monreal los trata vinculados al narco, una batalla legítima que abre cauces a la veracidad y cancela la calumnia como práctica en el quehacer político.

Se advierte que el Senador fresnillense tiene una concepción de la democracia que ha perfeccionado a su paso por los Partidos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática, del Trabajo, Movimiento Ciudadano y ahora Morena, una evolución emparejada con la posición ideológica de Andrés Manuel López Obrador, que se traduce en construir la paz, luchar contra la corrupción, hasta promover el bienestar entre los que nada tienen y han sido víctimas de engaños, fraudes, mentiras, robos e impunidad, en la perspectiva de alcanzar un mejor destino para el país.

Revestido por un sistema comunicacional que es estilo y contundencia para convencer y vencer, con inteligencia sabe decodificar mensajes, como así lo hizo en Zacatecas; como puede acusar que sobornos, cohecho y bonos se dieron para la aprobación de las reformas energética, laboral, educativa, fiscal y de telecomunicaciones, lo que se confirma con las revelaciones de Emilio Lozoya, que ya provocan un sismo político que devastara a figuras políticas en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, ellos incluidos.

Ricardo Monreal es un político de muchos aciertos, pero también ha reconocido que comete errores, y muy seguramente puede admitir que ésta presencia en su tierra y sus expresiones sobre su hermano David, pueden ser consideradas como supuesto acto anticipado de campaña; sabe discernir sobre qué es un delito electoral que ya se elevó a delito grave, porque en política lo que parece es y reiteradamente señaló que, " David está en un momento extraordinario, está muy hecho; David está muy maduro, está muy formado y si él decide participar en su momento, cuando los tiempos electorales lleguen, obviamente va a contar con mi voto." Manifestación que ha sido interpretada como un segundo destape que hace de su hermano y que la oposición y algunos adversario ya documentan para integrar demanda.

Vistas así las cosas sobre las acciones preelectorales, el Senador morenista insiste en construir un escenario sin desconocer el precario equilibrio, donde lo que se dice desde el poder no tiene consecuencias y nada pasará en la legalidad, salvo las tensiones que levanta al seno de su propio partido y aliados, donde otros actores están en esa misma ruta por la candidatura a gobernador, como su hermano Saúl que demuestra gobernar con eficacia y resultados o como Luis Medina, Geovanna Bañuelos, Javier Calzada, Ulises Mejía y José Narro.

"La infamia ", instrumento electoral

Así es contemplado el libro del exgobernador perredista, hoy senador morenista, obra que sin duda se extenderá profusamente entre sus correligionarios y la sociedad zacatecana, porque describe con veracidad y acierto crítico las perversidades que se tejieron contra su candidatura en el 98 y que también se multiplicaron en las campañas de David en 2010 y 2016, comportamientos que adjudica a sus sucesores Amalia García y Miguel Alonso, una guerra sucia que asegura Alejandro Tello no asumirá, porque es un gobernante prudente, honesto y respetuoso, y que apunta hacia un mayor pluralismo entre los zacatecanos.

El discurso político de Ricardo Monreal tiene mucha tela de donde cortar, así lo reflejan sus pronunciamientos aquí del fin de semana anterior a propósito de la presentación de "La infamia", su nuevo libro con el que busca reivindicar nombre y dignidad de su familia frente a la guerra sucia que desde el 98, a los Monreal los trata vinculados al narco, una batalla legítima que abre cauces a la veracidad y cancela la calumnia como práctica en el quehacer político.

Se advierte que el Senador fresnillense tiene una concepción de la democracia que ha perfeccionado a su paso por los Partidos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática, del Trabajo, Movimiento Ciudadano y ahora Morena, una evolución emparejada con la posición ideológica de Andrés Manuel López Obrador, que se traduce en construir la paz, luchar contra la corrupción, hasta promover el bienestar entre los que nada tienen y han sido víctimas de engaños, fraudes, mentiras, robos e impunidad, en la perspectiva de alcanzar un mejor destino para el país.

Revestido por un sistema comunicacional que es estilo y contundencia para convencer y vencer, con inteligencia sabe decodificar mensajes, como así lo hizo en Zacatecas; como puede acusar que sobornos, cohecho y bonos se dieron para la aprobación de las reformas energética, laboral, educativa, fiscal y de telecomunicaciones, lo que se confirma con las revelaciones de Emilio Lozoya, que ya provocan un sismo político que devastara a figuras políticas en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, ellos incluidos.

Ricardo Monreal es un político de muchos aciertos, pero también ha reconocido que comete errores, y muy seguramente puede admitir que ésta presencia en su tierra y sus expresiones sobre su hermano David, pueden ser consideradas como supuesto acto anticipado de campaña; sabe discernir sobre qué es un delito electoral que ya se elevó a delito grave, porque en política lo que parece es y reiteradamente señaló que, " David está en un momento extraordinario, está muy hecho; David está muy maduro, está muy formado y si él decide participar en su momento, cuando los tiempos electorales lleguen, obviamente va a contar con mi voto." Manifestación que ha sido interpretada como un segundo destape que hace de su hermano y que la oposición y algunos adversario ya documentan para integrar demanda.

Vistas así las cosas sobre las acciones preelectorales, el Senador morenista insiste en construir un escenario sin desconocer el precario equilibrio, donde lo que se dice desde el poder no tiene consecuencias y nada pasará en la legalidad, salvo las tensiones que levanta al seno de su propio partido y aliados, donde otros actores están en esa misma ruta por la candidatura a gobernador, como su hermano Saúl que demuestra gobernar con eficacia y resultados o como Luis Medina, Geovanna Bañuelos, Javier Calzada, Ulises Mejía y José Narro.

"La infamia ", instrumento electoral

Así es contemplado el libro del exgobernador perredista, hoy senador morenista, obra que sin duda se extenderá profusamente entre sus correligionarios y la sociedad zacatecana, porque describe con veracidad y acierto crítico las perversidades que se tejieron contra su candidatura en el 98 y que también se multiplicaron en las campañas de David en 2010 y 2016, comportamientos que adjudica a sus sucesores Amalia García y Miguel Alonso, una guerra sucia que asegura Alejandro Tello no asumirá, porque es un gobernante prudente, honesto y respetuoso, y que apunta hacia un mayor pluralismo entre los zacatecanos.