/ martes 8 de septiembre de 2020

Crónica del poder | Tello va por la quinta velocidad

El momento constitucional e informativo de Alejandro Tello Cristerna, es hoy. Cumple 4 años de su quinquenio como si fuera el quinto de un sexenio que para él no fue. Sí puede afirmar que se ha consolidado como un gobierno honesto y transparente, que ha ratificado tener la confianza social y asegurar que su imagen es respetada por la pluralidad política e ideológica del estado.

Transcurre una etapa donde al parecer los añejos conceptos políticos y económicos retoman validez, y sobrevive en medio de un nuevo régimen contradictorio frente a un Federalismo que reorienta los recursos presupuestales hacia un centralismo que ya provoca rupturas financieras y amenaza colapsar económicamente a muchos estados, entre ellos Zacatecas. Además de esta ingratitud y abandono del gobierno federal, Alejandro Tello ha tenido que lidiar con la severidad de las crisis sanitaria, económica y de inseguridad, situación muchas veces reiterada como reclamo al Presidente y tantas veces desoída o no escuchada y menos atendida.

No obstante los obstáculos que son como infranqueables valladares, ante la Legislatura del Estado, hoy el titular del Poder Ejecutivo, Alejandro Tello, puede ostentar con argumentos y realismo, que las finanzas del estado son sanas, que ha sostenido el compromiso de no más deuda pública, que ha conquistado notables acreditaciones de consultoras nacionales e internacionales; que "desde endenantes" aplica una razonable austeridad, que ahora le permite estirar los limitados recursos y hacer más obras con menos, acciones que son trascendentes y por ello registradas en la memoria de la gente.

Tello ha logrado cuajar el proceso de diferenciación que desde el primer día se trazó, y a este objetivo alcanzado, obvio que han contribuído sus cuadros primarios y fundamentales del gabinete; muy primordial e inteligentemente, el Secretario de Finanzas, Jorge Miranda Castro; con firmeza, calidad académica y honestidad, la secretaria de Educación Gema Mercado Sánchez que acaba de retirarse; el vigoroso y visionario Secretario del Campo, Adolfo Bonilla Gómez; la línea recta y genuina transparencia de la Secretaria de la Función Pública, Paula Rey Ortiz; y la mujer de más cercana con los grupos marginados, la secretaria María Guadalupe López Marchant. Los cinco servidores públicos que más han fortalecido al gobierno tellista, hasta alcanzar su consolidación y diferenciación.

Hubo factores de contención

Que son humanos y que no actuaron con toda la pasión y responsabilidad que Alejandro Tello exigió. En esa condición observamos a Víctor Armas y Fernando Maldonado, fallidos en su relación con la gente y provocadores de pérdidas como el ambicioso proyecto Milpillas; los Secretarios de Economía y Turismo, Carlos Bárcena y Eduardo Yarto, que no alcanzan a conocer Zacatecas y solo juegan con las cifras y las estadísticas; los incumplimientos y la reducida creatividad del Secretario de Obras Públicas, Jorge Pedro; y la gran ausencia de operatividad política e interlocución con la sociedad, del Secretario General, Jehú Eduí Salas Dávila y aquí hay que sumar a los diputados priistas, cuya indolencia, incapacidad política y mediocridad legislativa, les impidió defender a su gobierno, salvo alguna excepción como Chema González, de gran experiencia política y parlamentaria. Un año les falta para emparejar impulsos.

El momento constitucional e informativo de Alejandro Tello Cristerna, es hoy. Cumple 4 años de su quinquenio como si fuera el quinto de un sexenio que para él no fue. Sí puede afirmar que se ha consolidado como un gobierno honesto y transparente, que ha ratificado tener la confianza social y asegurar que su imagen es respetada por la pluralidad política e ideológica del estado.

Transcurre una etapa donde al parecer los añejos conceptos políticos y económicos retoman validez, y sobrevive en medio de un nuevo régimen contradictorio frente a un Federalismo que reorienta los recursos presupuestales hacia un centralismo que ya provoca rupturas financieras y amenaza colapsar económicamente a muchos estados, entre ellos Zacatecas. Además de esta ingratitud y abandono del gobierno federal, Alejandro Tello ha tenido que lidiar con la severidad de las crisis sanitaria, económica y de inseguridad, situación muchas veces reiterada como reclamo al Presidente y tantas veces desoída o no escuchada y menos atendida.

No obstante los obstáculos que son como infranqueables valladares, ante la Legislatura del Estado, hoy el titular del Poder Ejecutivo, Alejandro Tello, puede ostentar con argumentos y realismo, que las finanzas del estado son sanas, que ha sostenido el compromiso de no más deuda pública, que ha conquistado notables acreditaciones de consultoras nacionales e internacionales; que "desde endenantes" aplica una razonable austeridad, que ahora le permite estirar los limitados recursos y hacer más obras con menos, acciones que son trascendentes y por ello registradas en la memoria de la gente.

Tello ha logrado cuajar el proceso de diferenciación que desde el primer día se trazó, y a este objetivo alcanzado, obvio que han contribuído sus cuadros primarios y fundamentales del gabinete; muy primordial e inteligentemente, el Secretario de Finanzas, Jorge Miranda Castro; con firmeza, calidad académica y honestidad, la secretaria de Educación Gema Mercado Sánchez que acaba de retirarse; el vigoroso y visionario Secretario del Campo, Adolfo Bonilla Gómez; la línea recta y genuina transparencia de la Secretaria de la Función Pública, Paula Rey Ortiz; y la mujer de más cercana con los grupos marginados, la secretaria María Guadalupe López Marchant. Los cinco servidores públicos que más han fortalecido al gobierno tellista, hasta alcanzar su consolidación y diferenciación.

Hubo factores de contención

Que son humanos y que no actuaron con toda la pasión y responsabilidad que Alejandro Tello exigió. En esa condición observamos a Víctor Armas y Fernando Maldonado, fallidos en su relación con la gente y provocadores de pérdidas como el ambicioso proyecto Milpillas; los Secretarios de Economía y Turismo, Carlos Bárcena y Eduardo Yarto, que no alcanzan a conocer Zacatecas y solo juegan con las cifras y las estadísticas; los incumplimientos y la reducida creatividad del Secretario de Obras Públicas, Jorge Pedro; y la gran ausencia de operatividad política e interlocución con la sociedad, del Secretario General, Jehú Eduí Salas Dávila y aquí hay que sumar a los diputados priistas, cuya indolencia, incapacidad política y mediocridad legislativa, les impidió defender a su gobierno, salvo alguna excepción como Chema González, de gran experiencia política y parlamentaria. Un año les falta para emparejar impulsos.