/ martes 14 de julio de 2020

Crónica del poder | Zacatecas, en medio de graves turbulencias

Dentro de la gran persistencia que a diario nos muestra la maldita pandemia, tal parece que también se enquistan las crisis económica y de inseguridad, la más peligrosa acumulación de males que más arrecian por el resquebrajamiento social, la indiferencia de la gente ante las medidas para abatir el virus, la insistente confrontación y polarización política, la degradación del quehacer político frente a un proceso electoral que se avecina dramático, y al mismo tiempo, sobrevienen los graves efectos de inestabilidad, incertidumbre y desconfianza que pintan un panorama nada halagador, aunque el optimismo del gobierno federal no tenga sustento ni credibilidad.

Es en serio, Zacatecas sufre inesperadas turbulencias que amenazan con tomar la ruta del colapso, porque más alarmas se advierten en todo lo alto, por el regateo de los recursos federales y que, más la reducción de los ingresos locales, multiplican los daños para generar un terrible agotamiento de las instituciones gubernamentales y de las energías sociales, que mal pueden desembocar en hambruna para la mitad de la población. Todos estos factores tienen en jaque a la economía estatal, la más compleja carencia de recursos presupuestales para encarar las crisis con más eficacia y en favor de los más necesitados.

Hay pues una grave convergencia de efectos críticos que tienen postrados al gobierno y a la sociedad. Aquí se condensan las tres facetas de las crisis sanitaria, económica y de inseguridad, para someter más al estado a condiciones de pobreza, desempleo, estancamiento y una oleada de violencia que siembra tragedias y miedos entre las familias y comunidades.

En medio de este escenario que, más que preocupados nos tiene alarmados, ¿ cómo explicarnos que la ONU, a través de su Oficina contra las Drogas y el Delito, haya extendido reconocimiento a Zacatecas como líder en México en la promoción de la cultura de Paz, con el modelo llamado Fortalecimiento de Políticas de Prevención del Delito y la Violencia ? Cómo es posible admitir tal denominación, sí cotidianamente se exhiben cuadros de violencia y muerte que lo contradicen. La gente sabe y ve que el gobierno estatal hace de todo por la contención, pero al parecer insuficiente o ineficaz, y cuyas consecuencias son la fragilidad institucional y la inestabilidad social. Hay un contrasentido.

¿Qué les falta a Ismael Camberos, a Francisco Murillo y Armando García Neri, qué les falta para dar mejores resultados, que la gente exige y merece ? ¿Dónde están esa paz y tranquilidad que se reconoce en Zacatecas?

Estado y Municipios, us población indefensos

Ante las crisis sanitaria, económica y de inseguridad, una perniciosa y más peligrosa acumulación que sólo encierra tragedias, y que más exhiben al ausencia del gobierno federal, porque no respalda suficientemente y ha provocado se agoten los recursos estatales. Es cierto el abandono, no se cumple a la población ni a los ciudadanos con garantizar el Derecho Constitucional a la Seguridad Pública, Derecho a la Salud, a proteger Vida y Patrimonio, en otras palabras, no se advierten los esfuerzos para alcanzar la paz y tranquilidad, y para que la gente viva una verdadera normalidad. Sobre ésta situación, ¿ qué más información les falta al Presidente y a su Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, para que concentren todas las razones para dar una respuesta más contundente a los zacatecanos?

Dentro de la gran persistencia que a diario nos muestra la maldita pandemia, tal parece que también se enquistan las crisis económica y de inseguridad, la más peligrosa acumulación de males que más arrecian por el resquebrajamiento social, la indiferencia de la gente ante las medidas para abatir el virus, la insistente confrontación y polarización política, la degradación del quehacer político frente a un proceso electoral que se avecina dramático, y al mismo tiempo, sobrevienen los graves efectos de inestabilidad, incertidumbre y desconfianza que pintan un panorama nada halagador, aunque el optimismo del gobierno federal no tenga sustento ni credibilidad.

Es en serio, Zacatecas sufre inesperadas turbulencias que amenazan con tomar la ruta del colapso, porque más alarmas se advierten en todo lo alto, por el regateo de los recursos federales y que, más la reducción de los ingresos locales, multiplican los daños para generar un terrible agotamiento de las instituciones gubernamentales y de las energías sociales, que mal pueden desembocar en hambruna para la mitad de la población. Todos estos factores tienen en jaque a la economía estatal, la más compleja carencia de recursos presupuestales para encarar las crisis con más eficacia y en favor de los más necesitados.

Hay pues una grave convergencia de efectos críticos que tienen postrados al gobierno y a la sociedad. Aquí se condensan las tres facetas de las crisis sanitaria, económica y de inseguridad, para someter más al estado a condiciones de pobreza, desempleo, estancamiento y una oleada de violencia que siembra tragedias y miedos entre las familias y comunidades.

En medio de este escenario que, más que preocupados nos tiene alarmados, ¿ cómo explicarnos que la ONU, a través de su Oficina contra las Drogas y el Delito, haya extendido reconocimiento a Zacatecas como líder en México en la promoción de la cultura de Paz, con el modelo llamado Fortalecimiento de Políticas de Prevención del Delito y la Violencia ? Cómo es posible admitir tal denominación, sí cotidianamente se exhiben cuadros de violencia y muerte que lo contradicen. La gente sabe y ve que el gobierno estatal hace de todo por la contención, pero al parecer insuficiente o ineficaz, y cuyas consecuencias son la fragilidad institucional y la inestabilidad social. Hay un contrasentido.

¿Qué les falta a Ismael Camberos, a Francisco Murillo y Armando García Neri, qué les falta para dar mejores resultados, que la gente exige y merece ? ¿Dónde están esa paz y tranquilidad que se reconoce en Zacatecas?

Estado y Municipios, us población indefensos

Ante las crisis sanitaria, económica y de inseguridad, una perniciosa y más peligrosa acumulación que sólo encierra tragedias, y que más exhiben al ausencia del gobierno federal, porque no respalda suficientemente y ha provocado se agoten los recursos estatales. Es cierto el abandono, no se cumple a la población ni a los ciudadanos con garantizar el Derecho Constitucional a la Seguridad Pública, Derecho a la Salud, a proteger Vida y Patrimonio, en otras palabras, no se advierten los esfuerzos para alcanzar la paz y tranquilidad, y para que la gente viva una verdadera normalidad. Sobre ésta situación, ¿ qué más información les falta al Presidente y a su Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, para que concentren todas las razones para dar una respuesta más contundente a los zacatecanos?