/ domingo 24 de julio de 2022

Crónica del poder | Zacatecas ya no tiene tiempo que perder

La percepción y la realidad sobre la seguridad, es de tragedias; y la percepción y realidad sobre la economía estatal, es verdaderamente dramática. Es más, la realidad las rebasa y la sociedad las sufre, es la gente, las familias y sus comunidades las que resienten los estragos, daños y deterioro; por consecuencia, es ineludible que el gobierno y las instituciones asuman el compromiso de cuando menos y en principio, atemperar y reducir los efectos, para que gradualmente con con estrategias más contundentes y de resultados, esos malignos fenómenos sean abatidos, desvanecidos, hasta reencontrar la normalidad, que significa estabilidad y certidumbre económica, la paz y tranquilidad sin la violencia que todo obstaculiza, desde el bienestar familiar, hasta el crecimiento económico y desarrollo cultural.

En su concepción y origen, la crisis de violencia refleja terror, atentado a las libertades porque ni las familias ni los individuos pueden salir confiados a las calles y plazas, a sus trabajos y recreaciones, se cierran horizontes y oportunidades escolares y de formación, políticos y liderazgos se inmovilizan con el argumento de los peligros y riesgos en los municipios y les sobreviene un desprestigio abrumador, como así los vemos; todo esto revela la dimensión de la violencia e inseguridad con sus alcances.

De Fresnillo a Zacatecas Capital o de la Bizarra Capital hasta el Mineral, el ambiente de desconfianza y decepción es real, y otra vez traducen atmósfera de inseguridad, la peor, el primero y segundo lugares nacionales, lo que nos resistimos a creer y lo que mantiene atribulados a Saúl Monreal Ávila y Jorge Miranda Castro, que a decir verdad, hacen de tripas corazón, reproducen creatividad, generan iniciativas, trabajan con intensidad para cambiar esa triste realidad de la percepción.

Frente a éstos escenarios la sociedad se ha manifestado reiteradamente y han exhibido la desilusión ciudadana y la decepción de la población, pero no solo reclaman, hay posturas críticas que desde el análisis responsable se muestran decididos a la colaboración, a la apertura, las propuestas a la implementación de acciones desde las bases y liderazgos empresariales, como así lo expone el Presidente de la Coparmex Zacatecas, Antonio Sánchez González, al observar que se vive una desaceleración económica que encuentra raíces desde inicios de la década anterior y con mayor intensidad entre 2015 a 2019, para desde entonces experimentar un debilitamiento económico que nos ha situado en el menos 0.6 por ciento, lo que continúa agravándose con severos problemas en la creación de empleos.

Estudioso de la situación económica nacional y actualizado hacia lo nuestro estatal, el líder empresarial comentó que de acuerdo con el INEGI, prácticamente el 60 por ciento de la población económicamente activa en Zacatecas, es informal, por lo que se generan contextos para la precariedad laboral, la pobreza monetaria y baja calidad de vida, y reiteró apertura al colaboracionismo ante las propuestas del Ejecutivo Estatal e hizo un llamado a los sectores de la sociedad a prestar atención a lo que suceda en nuestro entorno a fin de incentivar un sentido de urgencia, porque Zacatecas "ya no tiene tiempo que perder" Así pues, hay plena conciencia acerca de la crisis económica, que hay que encararla para evitar una perspectiva catastrófica, para que en lugar de hablar de las crisis que hoy son devastadoras, mejor considerar que hay dificultades, obstáculos, desafíos, que nos han tocado vivir pésimos tiempos, pero que hay capacidad y firmeza para revertirlos y lograr la normalidad.

La percepción y la realidad sobre la seguridad, es de tragedias; y la percepción y realidad sobre la economía estatal, es verdaderamente dramática. Es más, la realidad las rebasa y la sociedad las sufre, es la gente, las familias y sus comunidades las que resienten los estragos, daños y deterioro; por consecuencia, es ineludible que el gobierno y las instituciones asuman el compromiso de cuando menos y en principio, atemperar y reducir los efectos, para que gradualmente con con estrategias más contundentes y de resultados, esos malignos fenómenos sean abatidos, desvanecidos, hasta reencontrar la normalidad, que significa estabilidad y certidumbre económica, la paz y tranquilidad sin la violencia que todo obstaculiza, desde el bienestar familiar, hasta el crecimiento económico y desarrollo cultural.

En su concepción y origen, la crisis de violencia refleja terror, atentado a las libertades porque ni las familias ni los individuos pueden salir confiados a las calles y plazas, a sus trabajos y recreaciones, se cierran horizontes y oportunidades escolares y de formación, políticos y liderazgos se inmovilizan con el argumento de los peligros y riesgos en los municipios y les sobreviene un desprestigio abrumador, como así los vemos; todo esto revela la dimensión de la violencia e inseguridad con sus alcances.

De Fresnillo a Zacatecas Capital o de la Bizarra Capital hasta el Mineral, el ambiente de desconfianza y decepción es real, y otra vez traducen atmósfera de inseguridad, la peor, el primero y segundo lugares nacionales, lo que nos resistimos a creer y lo que mantiene atribulados a Saúl Monreal Ávila y Jorge Miranda Castro, que a decir verdad, hacen de tripas corazón, reproducen creatividad, generan iniciativas, trabajan con intensidad para cambiar esa triste realidad de la percepción.

Frente a éstos escenarios la sociedad se ha manifestado reiteradamente y han exhibido la desilusión ciudadana y la decepción de la población, pero no solo reclaman, hay posturas críticas que desde el análisis responsable se muestran decididos a la colaboración, a la apertura, las propuestas a la implementación de acciones desde las bases y liderazgos empresariales, como así lo expone el Presidente de la Coparmex Zacatecas, Antonio Sánchez González, al observar que se vive una desaceleración económica que encuentra raíces desde inicios de la década anterior y con mayor intensidad entre 2015 a 2019, para desde entonces experimentar un debilitamiento económico que nos ha situado en el menos 0.6 por ciento, lo que continúa agravándose con severos problemas en la creación de empleos.

Estudioso de la situación económica nacional y actualizado hacia lo nuestro estatal, el líder empresarial comentó que de acuerdo con el INEGI, prácticamente el 60 por ciento de la población económicamente activa en Zacatecas, es informal, por lo que se generan contextos para la precariedad laboral, la pobreza monetaria y baja calidad de vida, y reiteró apertura al colaboracionismo ante las propuestas del Ejecutivo Estatal e hizo un llamado a los sectores de la sociedad a prestar atención a lo que suceda en nuestro entorno a fin de incentivar un sentido de urgencia, porque Zacatecas "ya no tiene tiempo que perder" Así pues, hay plena conciencia acerca de la crisis económica, que hay que encararla para evitar una perspectiva catastrófica, para que en lugar de hablar de las crisis que hoy son devastadoras, mejor considerar que hay dificultades, obstáculos, desafíos, que nos han tocado vivir pésimos tiempos, pero que hay capacidad y firmeza para revertirlos y lograr la normalidad.