/ sábado 30 de mayo de 2020

Crónica del poder│Justicia Presupuestal para Zacatecas

Más que enemigos, adversarios, conservadores o neoliberales, los Gobernadores con el Presidente son corresponsables de la gobernabilidad, de garantizar estabilidad y son una poderosa fuerza en conjunción para buscar transitar más pronto, si no a la nueva normalidad, si a la posible transformación que nos lleve a cambiar esta triste realidad que hoy se vive por la pandemia.

Más que presiones de los gobernadores de Jalisco, Michoacán, Colima, Coahuila, Tamaulipas, Durango y Nuevo León, han sido razonables exigencias a asentarse con el Jefe de la Nación, en un proceso serio y más trascendente de restauración del federalismo mexicano. En medio de los escenarios críticos por el virus maldito y la precariedad presupuestal, para fortuna de los mexicanos ya brotó la oportunidad del diálogo respetuoso e institucional con los 32 mandatarios del país para consolidar acuerdos sobre el pacto fiscal, y la señal presidencial que fortalece la confianza, es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, autorizó al Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, a entregar de inmediato a los estados un fondo de estabilización por 60 mil millones de pesos, "un extra" a lo presupuestado.

En un ambiente donde dominan las percepciones y las ideologías que separan o dividen, resulta alentador que frente a las crisis que sufre México, sobrevengan efectos de moderación política y decisiones presupuestales, en momentos en que el centro del máximo poder y de las grandes decisiones, no puede dar la espalda al todo local, cuya integración regional, diversa y plural, constituyen la moderna Nación que ha de marchar en consonancia con lo federal para hacer posible una verdadera normalidad política, económica, social y democrática.

Romper el pacto federal era hacerlo con la Nación, por ello es oportuno exaltar aquí la postura que en ese sentido habían sustentado el Gobernador Alejandro Tello y el Secretario de Finanzas, Jorge Miranda, un comportamiento que siempre acompañó las gestiones y demandas de recursos al Presidente de la República, demostrando que Zacatecas y su gobierno han sido consecuentes con el reclamo de austeridad, ahorro, transparencia, honestidad y de no endeudar más al estado, versión que llegó al Palacio Nacional a través del Secretario de Hacienda y Crédito Público, que en su oportunidad tuvo la información precisa y demostrativa de congruencia con las políticas nacionales.

El único camino abierto que quedaba frente a las diferencias de lo federal con lo local, es el diálogo que ahora se retoma y que tiene primeras consecuencias, los recursos por 60 mil millones de pesos, entre los cuáles bien pueden acercarse a Zacatecas los 2 mil millones requeridos por el Gobernador Tello al Presidente López Obrador.

Eliminar lujos y extravagancias

Fue un reclamo del Presidente al anunciar la derrama económica a los estados, además de replantear que no haya más contratación de empréstitos que se heredan a generaciones. Un llamado que hizo recordar las actitudes de ostentación, excesos, caprichos y obsesiones que han sido producto de la prepotencia política, como así ha ocurrido con los Presidentes Municipales, que apenas asumen el cargo y de inmediato ordenan adquisición de suburban para sus traslados, renovación total de oficinas, visionan la compra de ranchos o inmuebles que al final del gobierno son de su patrimonio, o sea, continúan inmersos en la tradicional anticultura de la corrupción. Son esas las exigencias que hace el Presidente López Obrador a los gobernadores y alcaldes, no más lujos ni extravagancias.

Más que enemigos, adversarios, conservadores o neoliberales, los Gobernadores con el Presidente son corresponsables de la gobernabilidad, de garantizar estabilidad y son una poderosa fuerza en conjunción para buscar transitar más pronto, si no a la nueva normalidad, si a la posible transformación que nos lleve a cambiar esta triste realidad que hoy se vive por la pandemia.

Más que presiones de los gobernadores de Jalisco, Michoacán, Colima, Coahuila, Tamaulipas, Durango y Nuevo León, han sido razonables exigencias a asentarse con el Jefe de la Nación, en un proceso serio y más trascendente de restauración del federalismo mexicano. En medio de los escenarios críticos por el virus maldito y la precariedad presupuestal, para fortuna de los mexicanos ya brotó la oportunidad del diálogo respetuoso e institucional con los 32 mandatarios del país para consolidar acuerdos sobre el pacto fiscal, y la señal presidencial que fortalece la confianza, es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, autorizó al Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, a entregar de inmediato a los estados un fondo de estabilización por 60 mil millones de pesos, "un extra" a lo presupuestado.

En un ambiente donde dominan las percepciones y las ideologías que separan o dividen, resulta alentador que frente a las crisis que sufre México, sobrevengan efectos de moderación política y decisiones presupuestales, en momentos en que el centro del máximo poder y de las grandes decisiones, no puede dar la espalda al todo local, cuya integración regional, diversa y plural, constituyen la moderna Nación que ha de marchar en consonancia con lo federal para hacer posible una verdadera normalidad política, económica, social y democrática.

Romper el pacto federal era hacerlo con la Nación, por ello es oportuno exaltar aquí la postura que en ese sentido habían sustentado el Gobernador Alejandro Tello y el Secretario de Finanzas, Jorge Miranda, un comportamiento que siempre acompañó las gestiones y demandas de recursos al Presidente de la República, demostrando que Zacatecas y su gobierno han sido consecuentes con el reclamo de austeridad, ahorro, transparencia, honestidad y de no endeudar más al estado, versión que llegó al Palacio Nacional a través del Secretario de Hacienda y Crédito Público, que en su oportunidad tuvo la información precisa y demostrativa de congruencia con las políticas nacionales.

El único camino abierto que quedaba frente a las diferencias de lo federal con lo local, es el diálogo que ahora se retoma y que tiene primeras consecuencias, los recursos por 60 mil millones de pesos, entre los cuáles bien pueden acercarse a Zacatecas los 2 mil millones requeridos por el Gobernador Tello al Presidente López Obrador.

Eliminar lujos y extravagancias

Fue un reclamo del Presidente al anunciar la derrama económica a los estados, además de replantear que no haya más contratación de empréstitos que se heredan a generaciones. Un llamado que hizo recordar las actitudes de ostentación, excesos, caprichos y obsesiones que han sido producto de la prepotencia política, como así ha ocurrido con los Presidentes Municipales, que apenas asumen el cargo y de inmediato ordenan adquisición de suburban para sus traslados, renovación total de oficinas, visionan la compra de ranchos o inmuebles que al final del gobierno son de su patrimonio, o sea, continúan inmersos en la tradicional anticultura de la corrupción. Son esas las exigencias que hace el Presidente López Obrador a los gobernadores y alcaldes, no más lujos ni extravagancias.