/ viernes 29 de mayo de 2020

Cultura ciudadana ante pandemia

En el estado de Zacatecas, como en los demás del país, hay ciudadanos que no acatan las medidas sanitarias establecidas por el gobierno federal y estatal, así como aceptadas y promovidas por un importante segmento de la población, pero no todas las personas están a favor o no entienden de la salud pública.

Es preciso reconocer a personas que son excepción, debemos estar conscientes, reconocer y apoyar a quienes deben salir a trabajar diariamente para lograr un ingreso diario y mantener a su familia pese al riesgo que enfrentan, compremos sus productos o contratemos por algún servicio simple y así les beneficiamos con algo de dinero para alimento, medicinas o gastos del hogar.

Sin embargo, observamos un regular flujo vehicular en principales arterias de las ciudades de Zacatecas, Guadalupe o Fresnillo por mencionar algunas, igualmente se observa a personas que no guardan sana distancia, tampoco que utilicen cubrebocas. Ello se debe a que quizá aún creen que el virus llamado COVID-19 o coronavirus es una mentira, o bien en su mente se sienten inmunes a tal virus, incluso hay quienes se creen impunes al no cumplir con las medidas establecidas, o bien son personas que no tienen plena conciencia o su mente logra entender de la virulencia y fatalidad que genera el COVID-19.

Algunos ciudadanos se preguntan qué hace el gobierno federal y qué el estatal para imponer su autoridad y obligarles a cumplir con el derecho constitucional a la salud en la ciudadanía. Parece que dependencias de gobierno en materia de salud y seguridad ya se dieron por vencidas ante la indolencia de la gente que no cumple con medidas sanitarias oficiales.

En verdad que tienen razón los héroes y heroínas que laboran en hospitales y centros de salud, desde intendentes hasta máxima autoridad hospitalaria, referente a que están en primera línea de esta guerra frente al COVID-19 arriesgando su vida y la de sus respectivos familiares, observando que hay gente de bajo nivel de conciencia que le tiene sin cuidado ser portadores y transmisores del virus, incluso algunos ni cuenta se dan.

Esta es una triste realidad de la cultura social para prevención de salud que es dispareja, pues mientras unos cumplen otros tienen poca voluntad de cooperar con el resto de la sociedad para salir de esta pandemia.

Somos solidarios cuando terremotos y desastres naturales, pero no ante una pandemia.


En el estado de Zacatecas, como en los demás del país, hay ciudadanos que no acatan las medidas sanitarias establecidas por el gobierno federal y estatal, así como aceptadas y promovidas por un importante segmento de la población, pero no todas las personas están a favor o no entienden de la salud pública.

Es preciso reconocer a personas que son excepción, debemos estar conscientes, reconocer y apoyar a quienes deben salir a trabajar diariamente para lograr un ingreso diario y mantener a su familia pese al riesgo que enfrentan, compremos sus productos o contratemos por algún servicio simple y así les beneficiamos con algo de dinero para alimento, medicinas o gastos del hogar.

Sin embargo, observamos un regular flujo vehicular en principales arterias de las ciudades de Zacatecas, Guadalupe o Fresnillo por mencionar algunas, igualmente se observa a personas que no guardan sana distancia, tampoco que utilicen cubrebocas. Ello se debe a que quizá aún creen que el virus llamado COVID-19 o coronavirus es una mentira, o bien en su mente se sienten inmunes a tal virus, incluso hay quienes se creen impunes al no cumplir con las medidas establecidas, o bien son personas que no tienen plena conciencia o su mente logra entender de la virulencia y fatalidad que genera el COVID-19.

Algunos ciudadanos se preguntan qué hace el gobierno federal y qué el estatal para imponer su autoridad y obligarles a cumplir con el derecho constitucional a la salud en la ciudadanía. Parece que dependencias de gobierno en materia de salud y seguridad ya se dieron por vencidas ante la indolencia de la gente que no cumple con medidas sanitarias oficiales.

En verdad que tienen razón los héroes y heroínas que laboran en hospitales y centros de salud, desde intendentes hasta máxima autoridad hospitalaria, referente a que están en primera línea de esta guerra frente al COVID-19 arriesgando su vida y la de sus respectivos familiares, observando que hay gente de bajo nivel de conciencia que le tiene sin cuidado ser portadores y transmisores del virus, incluso algunos ni cuenta se dan.

Esta es una triste realidad de la cultura social para prevención de salud que es dispareja, pues mientras unos cumplen otros tienen poca voluntad de cooperar con el resto de la sociedad para salir de esta pandemia.

Somos solidarios cuando terremotos y desastres naturales, pero no ante una pandemia.