/ lunes 7 de marzo de 2022

Cultura pro-femenina

Estos comentarios parten de una realidad (tesis) y no de supuesto (hipótesis): Que respecto al varón, la mujer es biológicamente fundamental, emocionalmente mejor e indispensable, así como intelectualmente muchas veces resulta de mayor potencial.

El trato antifemenino es resultado de una absoluta incompetencia mental que el hombre, como género, realiza contra la mujer desde tiempos remotos. Afortunadamente el género femenino logra paulatinamente mayor reconocimiento como ser humano haciéndolo colectiva y estratégicamente, aprovechando coyunturas mundiales y nacionales, está imponiéndose para evitar y esclarecer feminicidios. Ellas van logrando más y mejores posiciones para toda mujer.

La dificultad histórica de la mujer es que no fue comprendida en todo lo vale como ser humano, tanto por hombres como por mismas mujeres, ello dificulta que las mujeres tengan mismos derechos y prerrogativas que los hombres, pues tienen que librar batalla contra ideas conservadoras incluso también de mujeres, agréguese que en muchas veces tienen respuestas violentas y machistas.

Cuando el varón se siente biológica, conductual y socialmente más importante o superior que la mujer, le impone sus criterios discriminatorios y excluyentes, no admite réplica ni desacato, de lo contrario ejerce su fuerza física y hostigamiento psicológico que aumenta cuando mentalmente se considera en mayor posición cultural y hasta dueño de la mujer, que como objeto se puede hacer con ella lo que sea menester para que entienda “quien manda”, incluso llegar hasta asesinarla de no acceder a lo que desea un hombre de bajo umbral moral por su pensamiento machista y acciones violentas. Esta es una despreciable herencia cultural de siglos.

Ahora vemos un feminismo que desea tener condiciones de vida y laborales equiparables al hombre. Desde el siglo XX hay una intensa lucha de grupos feministas, algunas mujeres con posturas y acciones radicales, otras mediante sus aportaciones intelectuales, las hay quienes lo hacen educando con el ejemplo, gracias a esta lucha feminista en cada una de sus expresiones, es como nuestro país accede poco a poco a otra cultura de entender, incluir, amar, respetar y cuidar a las mujeres. Este es un mérito importante del feminismo mexicano en estas primeras décadas del siglo XXI, es un proceso evolutivo donde la mujer retoma poco a poco la importancia que merece.

Ambos géneros, femenino y masculino, debemos construir una nueva cultura donde la mujer sea centro de referencia y así vivir con equidad de género e igualdad de derechos.

Estos comentarios parten de una realidad (tesis) y no de supuesto (hipótesis): Que respecto al varón, la mujer es biológicamente fundamental, emocionalmente mejor e indispensable, así como intelectualmente muchas veces resulta de mayor potencial.

El trato antifemenino es resultado de una absoluta incompetencia mental que el hombre, como género, realiza contra la mujer desde tiempos remotos. Afortunadamente el género femenino logra paulatinamente mayor reconocimiento como ser humano haciéndolo colectiva y estratégicamente, aprovechando coyunturas mundiales y nacionales, está imponiéndose para evitar y esclarecer feminicidios. Ellas van logrando más y mejores posiciones para toda mujer.

La dificultad histórica de la mujer es que no fue comprendida en todo lo vale como ser humano, tanto por hombres como por mismas mujeres, ello dificulta que las mujeres tengan mismos derechos y prerrogativas que los hombres, pues tienen que librar batalla contra ideas conservadoras incluso también de mujeres, agréguese que en muchas veces tienen respuestas violentas y machistas.

Cuando el varón se siente biológica, conductual y socialmente más importante o superior que la mujer, le impone sus criterios discriminatorios y excluyentes, no admite réplica ni desacato, de lo contrario ejerce su fuerza física y hostigamiento psicológico que aumenta cuando mentalmente se considera en mayor posición cultural y hasta dueño de la mujer, que como objeto se puede hacer con ella lo que sea menester para que entienda “quien manda”, incluso llegar hasta asesinarla de no acceder a lo que desea un hombre de bajo umbral moral por su pensamiento machista y acciones violentas. Esta es una despreciable herencia cultural de siglos.

Ahora vemos un feminismo que desea tener condiciones de vida y laborales equiparables al hombre. Desde el siglo XX hay una intensa lucha de grupos feministas, algunas mujeres con posturas y acciones radicales, otras mediante sus aportaciones intelectuales, las hay quienes lo hacen educando con el ejemplo, gracias a esta lucha feminista en cada una de sus expresiones, es como nuestro país accede poco a poco a otra cultura de entender, incluir, amar, respetar y cuidar a las mujeres. Este es un mérito importante del feminismo mexicano en estas primeras décadas del siglo XXI, es un proceso evolutivo donde la mujer retoma poco a poco la importancia que merece.

Ambos géneros, femenino y masculino, debemos construir una nueva cultura donde la mujer sea centro de referencia y así vivir con equidad de género e igualdad de derechos.