/ martes 19 de marzo de 2019

Dándole un vistazo a mi interior

Trabajo porque tengo que llevar sustento a mi familia, trato de ganar más dinero con mi trabajo, pero no soy adicto al dinero. Me cuido para no enfermarme y sé que tal vez de una enfermedad moriré.

Amo con todo mi corazón a mi familia, y sé que al morir les partiré su corazón y esto me dolora, pues, entiendo que Dios sólo me los prestó, y que si hago bien del tiempo de ese préstamo, me los regalará en el cielo y para una eternidad.

Volteo en mi soledad veo el firmamento, y siento un pequeño miedo de perder a Dios por los actos que no he hecho bien para con mis prójimos, de repente, olvido que estoy ante la santa presencia de Dios y mi conciencia tiene que cargar mis faltas y me hacen sentir vergüenza y miedo al darme cuenta que lo rechazo con mis actitudes, sintiendo lo tanto que él me ama.

Desayuno, como y ceno a satisfacerme, sabiendo que hay miles que no hacen una de ellas; me preocupo más por tener un alimento más de sobra, que dar de comer algo que me sobra a quien no lo tenga; no quiero saber que soy un mal hombre por todo esto, pero, si debo de comprender que puedo ayudar, que puedo alimentar, que puedo cobijar, que puedo comprar algún medicamento para un enfermo, que puedo dar una palabra de consuelo para quien llora por perder un ser querido.

No puedo mejorar todo el mundo, pero si puedo y debo de mejorar mi mundo con quien comparto mi diario vivir y aunque no lo conociera, con una oración a Dios pidiera.

No bajaré mi vista, pues, sólo vería la punta de mis zapatos; no cederé ante mis fuerzas pues no sólo debilitarían mi cuerpo, sino mi lucha interna de ser mejor día a día, y al caer la noche podría perderme ante la obscuridad y caer en el abismo de mi soledad.

No llevo prisa de llegar hasta donde se encuentre Dios que juzgará el camino y la vida que me presto, al contrario, vivo mi día a día despacio, gozando y siendo mejor con lo que me encuentro al pasar una hora de mi vida y comenzar otra, al ver salir el sol y terminar su tarea y al atardecer con alegría ver las estrellas que alumbran la noche.

Suspiro por el tiempo que he vivido como un hermoso recuerdo y ese suspiro se bloquea al pensar en el tiempo que me quede de vida, y no saber ni cómo ni cuándo, ni en qué forma se termine.

Me pregunto a solas, por qué muchos dicen que ellos se acercan a Dios sólo cuando lo sienten y lo hacen con mucha devoción, pero, solo cuando lo sienten o lo necesitan, cuando Dios nos siente a diario y con mucho amor, o que no van seguido a la iglesia porque no lo sienten, cuando Dios sintió dolor por nosotros; no somos para levantar nuestra mano derecha para persignarnos por la mañana, cuando Dios lo hace a diario para darnos su santa bendición ¿…en que estaré yo mal al pensar en todo esto, o porque lo hago si no es mi vida…?... ¿ Que es lo que hace que mi mente piense en todo esto, si yo no soy un santo o una persona ejemplar que lleva los santos preceptos que Dios nos dejó para vivir en esta tierra y encontrar dentro de ella el camino hacia el?

Hoy me doy cuenta que mi paz interna será lo que dictamine el camino para tener una paz externa y vivir con alegría hasta terminarla.

Trabajo porque tengo que llevar sustento a mi familia, trato de ganar más dinero con mi trabajo, pero no soy adicto al dinero. Me cuido para no enfermarme y sé que tal vez de una enfermedad moriré.

Amo con todo mi corazón a mi familia, y sé que al morir les partiré su corazón y esto me dolora, pues, entiendo que Dios sólo me los prestó, y que si hago bien del tiempo de ese préstamo, me los regalará en el cielo y para una eternidad.

Volteo en mi soledad veo el firmamento, y siento un pequeño miedo de perder a Dios por los actos que no he hecho bien para con mis prójimos, de repente, olvido que estoy ante la santa presencia de Dios y mi conciencia tiene que cargar mis faltas y me hacen sentir vergüenza y miedo al darme cuenta que lo rechazo con mis actitudes, sintiendo lo tanto que él me ama.

Desayuno, como y ceno a satisfacerme, sabiendo que hay miles que no hacen una de ellas; me preocupo más por tener un alimento más de sobra, que dar de comer algo que me sobra a quien no lo tenga; no quiero saber que soy un mal hombre por todo esto, pero, si debo de comprender que puedo ayudar, que puedo alimentar, que puedo cobijar, que puedo comprar algún medicamento para un enfermo, que puedo dar una palabra de consuelo para quien llora por perder un ser querido.

No puedo mejorar todo el mundo, pero si puedo y debo de mejorar mi mundo con quien comparto mi diario vivir y aunque no lo conociera, con una oración a Dios pidiera.

No bajaré mi vista, pues, sólo vería la punta de mis zapatos; no cederé ante mis fuerzas pues no sólo debilitarían mi cuerpo, sino mi lucha interna de ser mejor día a día, y al caer la noche podría perderme ante la obscuridad y caer en el abismo de mi soledad.

No llevo prisa de llegar hasta donde se encuentre Dios que juzgará el camino y la vida que me presto, al contrario, vivo mi día a día despacio, gozando y siendo mejor con lo que me encuentro al pasar una hora de mi vida y comenzar otra, al ver salir el sol y terminar su tarea y al atardecer con alegría ver las estrellas que alumbran la noche.

Suspiro por el tiempo que he vivido como un hermoso recuerdo y ese suspiro se bloquea al pensar en el tiempo que me quede de vida, y no saber ni cómo ni cuándo, ni en qué forma se termine.

Me pregunto a solas, por qué muchos dicen que ellos se acercan a Dios sólo cuando lo sienten y lo hacen con mucha devoción, pero, solo cuando lo sienten o lo necesitan, cuando Dios nos siente a diario y con mucho amor, o que no van seguido a la iglesia porque no lo sienten, cuando Dios sintió dolor por nosotros; no somos para levantar nuestra mano derecha para persignarnos por la mañana, cuando Dios lo hace a diario para darnos su santa bendición ¿…en que estaré yo mal al pensar en todo esto, o porque lo hago si no es mi vida…?... ¿ Que es lo que hace que mi mente piense en todo esto, si yo no soy un santo o una persona ejemplar que lleva los santos preceptos que Dios nos dejó para vivir en esta tierra y encontrar dentro de ella el camino hacia el?

Hoy me doy cuenta que mi paz interna será lo que dictamine el camino para tener una paz externa y vivir con alegría hasta terminarla.