/ domingo 6 de septiembre de 2020

De renuncias y lealtades

Mañana inicia el proceso electoral que nos llevará a las urnas el primer domingo de junio para elegir al nuevo gobernador de Zacatecas, y en medio de todo ello, han comenzado ya los reacomodos en el gabinete del Gobierno Estatal; hay quienes irán en busca de una candidatura y hay otros quienes se van, aunque se diga lo contrario, por la puerta de atrás buscando acomodo en otros proyectos políticos.

Apenas el 17 de marzo escribí que “es tiempo propicio para que Tello Cristerna se deshaga de los desleales y cierre su gobierno con el equipo de su confianza”.

El lunes pasado, renunció a la Secretaría de Educación, Gema Mercado Sánchez, quien en su discurso confirmó “el acuerdo cordial y gentil con el gobernador Alejandro Tello” para separarse del cargo.

La renuncia llega en el peor momento y en las peores circunstancias. Apenas una semana después de iniciado el ciclo escolar, con todo lo que representa la educación a distancia.

El Gobierno que encabeza Alejandro Tello, en materia educativa, desde su inicio, fue una aventura bastante prometedora, pero la autoridad faltó a los principios postulados al arrancar la administración.

Rompió las reglas y las normas de la ortodoxia educativa, quedando aislada y sola, naufragando en un mar de “intereses egoístas, negligencia y abuso, en algunos elementos”, como dijo en su carta de renuncia.

Por ahora, entre las renuncias y lealtades, en la educación se abre una brecha de proporciones mayores y la autoridad no sabe cómo actuar.

Las clases a través de la televisión abierta no representan ninguna garantía de resultados óptimos ante la desigualdad que prevalece entre alumnos del sector rural con los de las ciudades, ya que en el medio rural, en muchas comunidades, la tecnología es inexistente.

En este esfuerzo, deben converger las autoridades y los maestros; las familias y la sociedad en su conjunto; porque los únicos afectados serán los alumnos, y esta brecha educativa que se puede abrir por la mala implementación de un modelo que no existe aún en la realidad, supone riesgos para una generación que sus resultados serán medidos en los años por venir.

En este sentido, la renuncia de la secretaría de educación de se da en el peor momento, se pueden hacer varias interpretaciones, bien de carácter político, bien de tipo administrativo, o hasta sindical, pero la realidad de las cosas es que abandonó el barco justo en el momento que más se requiere de su presencia.

En su discurso habló de un acuerdo gentil con el gobernador, pero la renuncia en estos momentos de la pandemia, se observa como una deslealtad no sólo al gobernador, sino a los zacatecanos todos.

Mañana inicia el proceso electoral que nos llevará a las urnas el primer domingo de junio para elegir al nuevo gobernador de Zacatecas, y en medio de todo ello, han comenzado ya los reacomodos en el gabinete del Gobierno Estatal; hay quienes irán en busca de una candidatura y hay otros quienes se van, aunque se diga lo contrario, por la puerta de atrás buscando acomodo en otros proyectos políticos.

Apenas el 17 de marzo escribí que “es tiempo propicio para que Tello Cristerna se deshaga de los desleales y cierre su gobierno con el equipo de su confianza”.

El lunes pasado, renunció a la Secretaría de Educación, Gema Mercado Sánchez, quien en su discurso confirmó “el acuerdo cordial y gentil con el gobernador Alejandro Tello” para separarse del cargo.

La renuncia llega en el peor momento y en las peores circunstancias. Apenas una semana después de iniciado el ciclo escolar, con todo lo que representa la educación a distancia.

El Gobierno que encabeza Alejandro Tello, en materia educativa, desde su inicio, fue una aventura bastante prometedora, pero la autoridad faltó a los principios postulados al arrancar la administración.

Rompió las reglas y las normas de la ortodoxia educativa, quedando aislada y sola, naufragando en un mar de “intereses egoístas, negligencia y abuso, en algunos elementos”, como dijo en su carta de renuncia.

Por ahora, entre las renuncias y lealtades, en la educación se abre una brecha de proporciones mayores y la autoridad no sabe cómo actuar.

Las clases a través de la televisión abierta no representan ninguna garantía de resultados óptimos ante la desigualdad que prevalece entre alumnos del sector rural con los de las ciudades, ya que en el medio rural, en muchas comunidades, la tecnología es inexistente.

En este esfuerzo, deben converger las autoridades y los maestros; las familias y la sociedad en su conjunto; porque los únicos afectados serán los alumnos, y esta brecha educativa que se puede abrir por la mala implementación de un modelo que no existe aún en la realidad, supone riesgos para una generación que sus resultados serán medidos en los años por venir.

En este sentido, la renuncia de la secretaría de educación de se da en el peor momento, se pueden hacer varias interpretaciones, bien de carácter político, bien de tipo administrativo, o hasta sindical, pero la realidad de las cosas es que abandonó el barco justo en el momento que más se requiere de su presencia.

En su discurso habló de un acuerdo gentil con el gobernador, pero la renuncia en estos momentos de la pandemia, se observa como una deslealtad no sólo al gobernador, sino a los zacatecanos todos.