/ lunes 1 de agosto de 2022

Defectuosa cultura político-electoral

La clase política mexicana, de todos los partidos sin excepción, en cada proceso interno que realizan o en sus propuestas electorales nos demuestran que carecen de cultura del desempeño político-electoral deseable o esperado por la ciudadanía, sobre todo referente a construir una evolucionada forma de entender y hacer política, entendida ésta como la actividad colectiva que contribuye a mejorar las condiciones de vida poblacional.

Los partidos opositores PAN, PRI, PRD y MC tienen como estrategia el ataque e injuria al Presidente de la República, demeritar en todo y como sea las acciones gubernamentales, cuando toman tribuna en Cámara de Diputados o de Senadores tienen actitudes caricaturescas muchas veces sin sustento intelectual, no les vemos propuestas de desarrollo viables, pertinentes y alternativas a las acciones del régimen lopezobradorista, que estén bien estructuradas conceptualmente y sean realistas en temas de economía, finanzas públicas, medio ambientales o ante la crítica inseguridad que padecemos a diario los mexicanos. Su estrategia casi única es el ataque, a veces infundado, para que en próximas elecciones el electorado ya no vote por la autodenominada cuarta transformación (4T). Agreguemos que no tienen liderazgos notorios ni notables que sean contrapeso para próxima elección presidencial.

Por su parte PT, PVEM y MORENA constituyen otro bloque, pero con poder gubernamental a nivel federal, estados y municipios. Morena es partido el hegemónico, por ende el que se analiza más para inferir el tipo y estilo de política pública desde despachos gubernamentales. Pero tampoco ofrece garantías de que los mexicanos accedamos a estadios superiores de bienestar o desarrollo humano desde una perspectiva de vida democrática, no construye a una cultura político-electoral diferente y necesaria en esta tercera década del siglo XXI. Así nos lo demuestra su proceso interno de este último fin de semana de julio 2022 para definir personas a ocupar cargos partidistas.

Los simples ciudadanos no percibimos que ningún partido mexicano esté en correspondencia a la madurez política que paulatinamente adquiere la ciudadanía, que realmente no son organismos de interés público, por ende, no desquitan las multimillonarias cantidades de dinero que les damos para que hagan vida partidista. Las y los mexicanos necesitamos otra dinámica política y electoral, por ende es deseable una reingeniería en el actual sistema político de nuestro país, una evolución radical en beneficio verdadero del electorado y ya no la actual y defectuosa cultura político-electoral que generan todos los partidos.

La clase política mexicana, de todos los partidos sin excepción, en cada proceso interno que realizan o en sus propuestas electorales nos demuestran que carecen de cultura del desempeño político-electoral deseable o esperado por la ciudadanía, sobre todo referente a construir una evolucionada forma de entender y hacer política, entendida ésta como la actividad colectiva que contribuye a mejorar las condiciones de vida poblacional.

Los partidos opositores PAN, PRI, PRD y MC tienen como estrategia el ataque e injuria al Presidente de la República, demeritar en todo y como sea las acciones gubernamentales, cuando toman tribuna en Cámara de Diputados o de Senadores tienen actitudes caricaturescas muchas veces sin sustento intelectual, no les vemos propuestas de desarrollo viables, pertinentes y alternativas a las acciones del régimen lopezobradorista, que estén bien estructuradas conceptualmente y sean realistas en temas de economía, finanzas públicas, medio ambientales o ante la crítica inseguridad que padecemos a diario los mexicanos. Su estrategia casi única es el ataque, a veces infundado, para que en próximas elecciones el electorado ya no vote por la autodenominada cuarta transformación (4T). Agreguemos que no tienen liderazgos notorios ni notables que sean contrapeso para próxima elección presidencial.

Por su parte PT, PVEM y MORENA constituyen otro bloque, pero con poder gubernamental a nivel federal, estados y municipios. Morena es partido el hegemónico, por ende el que se analiza más para inferir el tipo y estilo de política pública desde despachos gubernamentales. Pero tampoco ofrece garantías de que los mexicanos accedamos a estadios superiores de bienestar o desarrollo humano desde una perspectiva de vida democrática, no construye a una cultura político-electoral diferente y necesaria en esta tercera década del siglo XXI. Así nos lo demuestra su proceso interno de este último fin de semana de julio 2022 para definir personas a ocupar cargos partidistas.

Los simples ciudadanos no percibimos que ningún partido mexicano esté en correspondencia a la madurez política que paulatinamente adquiere la ciudadanía, que realmente no son organismos de interés público, por ende, no desquitan las multimillonarias cantidades de dinero que les damos para que hagan vida partidista. Las y los mexicanos necesitamos otra dinámica política y electoral, por ende es deseable una reingeniería en el actual sistema político de nuestro país, una evolución radical en beneficio verdadero del electorado y ya no la actual y defectuosa cultura político-electoral que generan todos los partidos.