/ lunes 25 de marzo de 2019

Desaceleración económica en Zacatecas

Nuestro país y por tanto el estado de Zacatecas atraviesan por una disminución en el ritmo de crecimiento de la economía, en parte es resultado de una desaceleración a nivel mundial que en países desarrollados genera menor capacidad de compra tanto de sus propios productos como provenientes de naciones subdesarrolladas, problemas de la globalidad económica.

Organismos financieros y económicos internacionales y nacionales argumentan que el producto interno bruto (PIB) de México para 2019 crecerá entre 1.6 a 2.1%, es decir de cada 100 empleos en 2018 para el 2019 se generará uno para llegar a 101 o de cada 100 empresas en 2018 aumentará quizá a dos este 2019.

Situación causal de menor flujo de dinero para invertir y comprar, es una reacción en cadena negativa donde el sector que extrae recursos naturales tiene dificultades económicas e impacta al de manufactura, éste al de comercialización de productos y servicios, pero también se regresa al extractivo, de tal manera que el campo, industria, comercio y gobierno están sin cantidades de dinero correspondiente y esperado según lo planeado o pronosticado para el crecimiento económico ahora trunco.

Agreguemos que la recaudación financiera de gobiernos federal, del estado de Zacatecas y municipales dependen en gran medida del crecimiento económico, si éste baja entonces será menor lo recaudado por los gobiernos y por tanto disminuye la cantidad de dinero destinado al desarrollo humano, social o económico. Si el Estado-Gobierno aplica la errónea política de restringir su gasto destinado a mejorar la economía, repercute en el ingreso de empresas y familias, como también al gobierno mismo.

Sumémosle que la clase gubernamental (federal, estatal y municipal) se percibe incompetente para generar alternativas de desarrollo económico y de bienestar ciudadano, no logra implantar exitosamente propuestas viables, pertinentes y efectivas para rescatar a la economía nacional y local de la desaceleración económica, ello se observa al compararnos en PIB e ingreso por persona respecto a otros países y otras entidades federativas. De igual manera observamos que las dependencias gubernamentales encargadas de recaudar y asignar el recurso financiero, como en Zacatecas, tienen una visión parcialmente estrecha derivada de la lógica simplista de “cargo y abono” y no la de elaborar un presupuesto destinado estratégicamente para mover favorablemente las causas reales de mejorar la dinámica económica de manera sostenida e irreversible.

Para las empresas y familias zacatecanas es urgente tener resultados de estrategias públicas que aminoren la desaceleración económica. Los gobiernos federal y estatal, además de no enemistarse, deben coordinarse para acelerar la economía nacional y local.

Nuestro país y por tanto el estado de Zacatecas atraviesan por una disminución en el ritmo de crecimiento de la economía, en parte es resultado de una desaceleración a nivel mundial que en países desarrollados genera menor capacidad de compra tanto de sus propios productos como provenientes de naciones subdesarrolladas, problemas de la globalidad económica.

Organismos financieros y económicos internacionales y nacionales argumentan que el producto interno bruto (PIB) de México para 2019 crecerá entre 1.6 a 2.1%, es decir de cada 100 empleos en 2018 para el 2019 se generará uno para llegar a 101 o de cada 100 empresas en 2018 aumentará quizá a dos este 2019.

Situación causal de menor flujo de dinero para invertir y comprar, es una reacción en cadena negativa donde el sector que extrae recursos naturales tiene dificultades económicas e impacta al de manufactura, éste al de comercialización de productos y servicios, pero también se regresa al extractivo, de tal manera que el campo, industria, comercio y gobierno están sin cantidades de dinero correspondiente y esperado según lo planeado o pronosticado para el crecimiento económico ahora trunco.

Agreguemos que la recaudación financiera de gobiernos federal, del estado de Zacatecas y municipales dependen en gran medida del crecimiento económico, si éste baja entonces será menor lo recaudado por los gobiernos y por tanto disminuye la cantidad de dinero destinado al desarrollo humano, social o económico. Si el Estado-Gobierno aplica la errónea política de restringir su gasto destinado a mejorar la economía, repercute en el ingreso de empresas y familias, como también al gobierno mismo.

Sumémosle que la clase gubernamental (federal, estatal y municipal) se percibe incompetente para generar alternativas de desarrollo económico y de bienestar ciudadano, no logra implantar exitosamente propuestas viables, pertinentes y efectivas para rescatar a la economía nacional y local de la desaceleración económica, ello se observa al compararnos en PIB e ingreso por persona respecto a otros países y otras entidades federativas. De igual manera observamos que las dependencias gubernamentales encargadas de recaudar y asignar el recurso financiero, como en Zacatecas, tienen una visión parcialmente estrecha derivada de la lógica simplista de “cargo y abono” y no la de elaborar un presupuesto destinado estratégicamente para mover favorablemente las causas reales de mejorar la dinámica económica de manera sostenida e irreversible.

Para las empresas y familias zacatecanas es urgente tener resultados de estrategias públicas que aminoren la desaceleración económica. Los gobiernos federal y estatal, además de no enemistarse, deben coordinarse para acelerar la economía nacional y local.