Que los principios y ambiciones democráticas sean los mismos no quiere decir que sea fácil desarrollarlos. Al contrario, vivimos en una época marcada por profundos cambios tecnológicos que abren posibilidades tan infinitas como complejas de materializar. Y por si el reto del cambio digital no fuera suficiente, en nuestras sociedades proliferan los extremismos y la polarización, a veces alimentados por las dinámicas de las redes sociales, lo que hace difícil en ocasiones mantener ese debate público de calidad que sirve de oxígeno a nuestras democracias.
Además del cambio digital y generacional, buscamos abrirnos geográficamente a nuevas firmas, temáticas y miradas. En nuestras tribunas, aspiramos a mezclar la experiencia y la veteranía con la juventud y la innovación. Y en nuestros editoriales queremos reflexionar en voz alta sobre los hechos más relevantes de la actualidad, los problemas que nos preocupan a todos y las tendencias que están definiendo ya nuestro futuro. Queremos reflexionar, debatir, analizar, lograr entre todos un espacio público de calidad que mejore la democracia. Deliberemos.