/ jueves 25 de julio de 2019

Donación de órganos, un acto de amor al prójimo

Mi primer artículo en este diario fue sobre el tema de donación de órganos, un asunto que en ese entonces – más de diez años—me preocupaba por la tasa tan baja de donación en nuestro país, en la actualidad esa tasa ha subido muy poco, por lo que la procuración de órganos para donación, no ha avanzado de manera que impacte en la salud de los enfermos que están en espera de un órgano, principalmente un riñón.

Las enfermedades renales, cardiacas y derivadas del mal funcionamiento de un órgano vital, genera al sector salud costos muy altos, y de manera personal representa quebranto económico a la familia del enfermo.

En México existe una lista de espera de aproximadamente 21 mil personas de las cuales 13 mil son para riñón, lo preocupante es lo referente a las cifras de donaciones voluntarias y más aún las de órganos que se pierden ante la negativa de los familiares a acceder a esta posibilidad cuando se cumplen los requisitos para la donación cadavérica. Por ello urge que las reformas a la Ley General de Salud sean más efectivas en este aspecto y que la concientización a la población sea más intensa aumentando la posibilidad de romper con tabúes y prejuicios sobre este tema.

El 4 de abril del 2018 el Senado de la República aprobó por unanimidad cambios a la Ley General de Salud para modificar el sistema de donación de órganos, reformando a los artículos 320, 321, 322, 324, 325, 326 y 329, los cuales su última reforma fue en el año del 2015, en esta ocasión se establece la figura de “Consentimiento Presunto” el cual será neutralizado si existiera un escrito donde el individuo manifestara su negativa a ser donador, este documento será realizado bajo una normatividad y reglamentación jurídica que se dictamine por la Secretaria de Salud.

México no figura en la lista de los 20 países que más donan, el ranking de países por pacientes trasplantados, se encuentra en primer lugar España, y le siguen Estados Unidos y Bélgica, según datos del Registro Mundial de Trasplantes.

Es importante señalar que la persona que dona sus órganos da vida a siete personas y mejora la de muchas otras más, con la utilización de piel, hueso y corneas. Reglamentar esta noble acción garantiza que en nuestro país desaparezca el mercado negro de órganos – de lo cual no hay datos oficiales-- y favorecería que bajen los costos onerosos de las enfermedades crónico-degenerativas, en el sector de salud público, lo que se podría invertir en mejorar las áreas y los equipos para el proceso de procuración y donación de órganos, lo que es un asunto de prioridad en nuestro sistema de salud. Para reflexionar

Mi primer artículo en este diario fue sobre el tema de donación de órganos, un asunto que en ese entonces – más de diez años—me preocupaba por la tasa tan baja de donación en nuestro país, en la actualidad esa tasa ha subido muy poco, por lo que la procuración de órganos para donación, no ha avanzado de manera que impacte en la salud de los enfermos que están en espera de un órgano, principalmente un riñón.

Las enfermedades renales, cardiacas y derivadas del mal funcionamiento de un órgano vital, genera al sector salud costos muy altos, y de manera personal representa quebranto económico a la familia del enfermo.

En México existe una lista de espera de aproximadamente 21 mil personas de las cuales 13 mil son para riñón, lo preocupante es lo referente a las cifras de donaciones voluntarias y más aún las de órganos que se pierden ante la negativa de los familiares a acceder a esta posibilidad cuando se cumplen los requisitos para la donación cadavérica. Por ello urge que las reformas a la Ley General de Salud sean más efectivas en este aspecto y que la concientización a la población sea más intensa aumentando la posibilidad de romper con tabúes y prejuicios sobre este tema.

El 4 de abril del 2018 el Senado de la República aprobó por unanimidad cambios a la Ley General de Salud para modificar el sistema de donación de órganos, reformando a los artículos 320, 321, 322, 324, 325, 326 y 329, los cuales su última reforma fue en el año del 2015, en esta ocasión se establece la figura de “Consentimiento Presunto” el cual será neutralizado si existiera un escrito donde el individuo manifestara su negativa a ser donador, este documento será realizado bajo una normatividad y reglamentación jurídica que se dictamine por la Secretaria de Salud.

México no figura en la lista de los 20 países que más donan, el ranking de países por pacientes trasplantados, se encuentra en primer lugar España, y le siguen Estados Unidos y Bélgica, según datos del Registro Mundial de Trasplantes.

Es importante señalar que la persona que dona sus órganos da vida a siete personas y mejora la de muchas otras más, con la utilización de piel, hueso y corneas. Reglamentar esta noble acción garantiza que en nuestro país desaparezca el mercado negro de órganos – de lo cual no hay datos oficiales-- y favorecería que bajen los costos onerosos de las enfermedades crónico-degenerativas, en el sector de salud público, lo que se podría invertir en mejorar las áreas y los equipos para el proceso de procuración y donación de órganos, lo que es un asunto de prioridad en nuestro sistema de salud. Para reflexionar