Mientras a nivel nacional la educación pública entró a un terreno escabroso de confrontación, en Zacatecas el dilema es realmente de coyuntura y se centra en cómo resolver el problema reincidente de cada fin de año, del pago de salarios y aguinaldos a profesores de educación básica y a docentes universitarios.
La educación pública se encuentra en un escenario de grandes tensiones. Mencionemos algunas: 1)El debate sobre la reforma educativa que el país requiere; 2) La lucha por el control del SNTE; y 3) El rescate de las universidades públicas.
En nuestro Estado en materia educativa se atienden las emergencias de coyuntura, pero no los asuntos fundamentales que permitan convertir a la educación en el componente básico del cambio social
Los temas de fondo relacionados con la consolidación de los procesos de calidad de la enseñanza y los compromisos de la reforma estructural de la Máxima Casa de Estudios, han quedado en segundo término.
Por lo pronto, una vez más, gracias a buenos los oficios y gestiones de Jorge Miranda Castro, secretario de Finanzas de la administración estatal, todo parece indicar, ha quedado resuelto el pago de aguinaldos para los cerca de 27 mil trabajadores de la educación en Zacatecas. Se lograron recursos extraordinarios por más de 800 millones de pesos para hacer frente a este compromiso. Esa es una buena noticia. Pero no lo es todo.
La educación no puede reducirse a una visión de pesos y centavos, porque sus problemas estructurales igualmente son de calidad, en donde se arrastran fuertes rezagos, que hay que resolver.
En Zacatecas en materia educativa, se ha colocado lo urgente por encima de lo prioritario, cuando lo que debiese de prevalecer es una visión de carácter integral.
Las prioridades educativas en mediano plazo:
Luego de que tome posesión Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República, se tendrá que definir en los siguientes meses cuál será el destino y perfil de la nueva reforma educativa que México requiere para su desarrollo. Ese ese un asunto de la mayor relevancia.Y Zacatecas tiene mucho que aportar en materia de federalismo educativo.
Otro punto de la agenda que mantendrá en tensión la vida de la educación, es la renovación de dirigencia nacional del Sindicato de Maestros.
La renuncia reciente de Juan Díaz a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, en la narrativa de la crónica de una caída anunciada, es una derrota estrepitosa para Enrique Peña Nieto y su reforma educativa, para Aurelio Nuño, pero igualmente es una monumental derrota para Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Osorio Chong, quienes armaron estos dos últimos, desde la PGR y la Secretaría de Gobernación, la caída y encarcelamiento de Elba Esther Gordillo Morales.
En Zacatecas, como en el resto del país, también quedarán víctimas y huérfanos aliados de Juan Diaz.
La renuncia de Juan Díaz a la dirigencia del SNTEabre la oportunidad para oxigenar e inyectarle renovados liderazgos a esta importante organización.
Que no sea nunca más el SNTE un gremio propiedad de caciques ni caudillos y que consolide su compromiso en defensa de los intereses de los profesores. Que se sacuda su tradicional concepción corporativa y clientelar, es otro reto.
Andrés Manuel López Obrador reconoce esto, porque sabe que su gobierno requiere del acompañamiento, apoyo y respaldo de los profesores, sin loscuales será imposible la cuarta transformación del país, que él ha propuesto a los ciudadanos.
Educación pública de calidad y profesores al servicio de la sociedad, y no de los grupos burocráticos, es lo que hoy requiere la Nación.