/ lunes 24 de mayo de 2021

El amor y mi libertad

¿Qué es lo que engrandece espiritualmente a una persona? ¿Qué es lo que realmente nos hace feliz cuando reímos? ¿Acaso el mundo lo creo Dios igual para todos, o Él lo hizo igual y nosotros lo dividimos? ¿Por qué muchos viven atesorando riquezas y otros viven y mueren con hambre, y así nos llamamos hermanos?

Saber amar es saber comprender, es saber sentir el dolor del prójimo y hacer algo por mitigarlo, es saber darse a los demás a cambio de la sonrisa de la vida y de nuestro corazón esperando en Dios que todo esto nos lo recompense en su gloria.

El mejor sentir en el cuerpo es sentir la caricia de otro cuerpo, es escuchar una voz de aliento en la desesperación, es sentir un beso en la soledad. El hombre por naturaleza no debe ser animal, debe ser humano entre los humanos debe ser amor para saber dar amor, debe de vivir para bien morir por todo su existir. El mejor regalo de Dios es habernos dados la vida para que la vivamos como Él nos enseñó, sin desprecios, odios, rencores, calumnias, y tal parece que nosotros entendimos mal, esperando ser más fuerte que los demás para entender que el poder nos hará dueño de la vida de los más débiles y pobres.

Aún no hemos comprendido que sólo tenemos una vida y que tenemos que cuidarla haciendo el bien conmigo mismo y luego para los demás y no debemos de olvidar a Dios en cada día que nos de la vida. La vida es el camino en nuestro existir, es lo que haremos con ella, pues somo seres pensantes y actuamos conforme nuestra mente nos de la guía para hacerlo, es por eso que dijo que en nuestra meta siempre debe de mandar Dios y no dejarnos llevar por los gustos mundanos. El hombre destruye al hombre con su poder, con su ego, con su fuerza encaminada a vivir por encima de los demás, conoce a Dios, pero es sólo una buena imagen sin poder seguir sus principios de vida, pues entre más grande y alto subamos, más grande debe de ser nuestra humildad para los demás.

El amor es lo que el hombre ha perdido es lo que el hombre debe recuperar, no podremos cambiar el rumbo de nuestro vivir en la tierra si no recuperamos la palabra amor con todas sus relaciones y llevarlas a la práctica.

Ya no debemos matar quitándole la vida a nuestro prójimo, ya que la vida de los demás no nos pertenece, muy al contario con nuestra vida debemos dar vida a quien la está perdiendo por tan solo perder en su vida la palabra amor.

El amor no tiene precio, no tiene forma, volumen, no tiene color, no es caliente ni frio. El amor soy yo mismo con Dios dentro de mí, el amor es mi risa no mi carcajada, el amor son mis manos para darme a los demás, al amor son las palabras de aliento seguidas con la verdad, el buen consejo y el ejemplo.

La libertad que Dios nos regaló es para decidir con valores para reír dando alegría, para ser fuertes de espíritu y ayudar a quien lo está perdiendo, la libertad no es para confundirla y cambiarla por libertinaje y hacer lo que nos plazca en gana, el libertinaje es lo contrario de la libertad, porque la libertad tiene principios, tiene mandamientos y el libertinaje no tiene principios y se manda sola, se deja llevar por lo mundano y termina arrastrándose en sus propios ideales queriendo hacer lo que le plazca en gana.

¿Qué es lo que engrandece espiritualmente a una persona? ¿Qué es lo que realmente nos hace feliz cuando reímos? ¿Acaso el mundo lo creo Dios igual para todos, o Él lo hizo igual y nosotros lo dividimos? ¿Por qué muchos viven atesorando riquezas y otros viven y mueren con hambre, y así nos llamamos hermanos?

Saber amar es saber comprender, es saber sentir el dolor del prójimo y hacer algo por mitigarlo, es saber darse a los demás a cambio de la sonrisa de la vida y de nuestro corazón esperando en Dios que todo esto nos lo recompense en su gloria.

El mejor sentir en el cuerpo es sentir la caricia de otro cuerpo, es escuchar una voz de aliento en la desesperación, es sentir un beso en la soledad. El hombre por naturaleza no debe ser animal, debe ser humano entre los humanos debe ser amor para saber dar amor, debe de vivir para bien morir por todo su existir. El mejor regalo de Dios es habernos dados la vida para que la vivamos como Él nos enseñó, sin desprecios, odios, rencores, calumnias, y tal parece que nosotros entendimos mal, esperando ser más fuerte que los demás para entender que el poder nos hará dueño de la vida de los más débiles y pobres.

Aún no hemos comprendido que sólo tenemos una vida y que tenemos que cuidarla haciendo el bien conmigo mismo y luego para los demás y no debemos de olvidar a Dios en cada día que nos de la vida. La vida es el camino en nuestro existir, es lo que haremos con ella, pues somo seres pensantes y actuamos conforme nuestra mente nos de la guía para hacerlo, es por eso que dijo que en nuestra meta siempre debe de mandar Dios y no dejarnos llevar por los gustos mundanos. El hombre destruye al hombre con su poder, con su ego, con su fuerza encaminada a vivir por encima de los demás, conoce a Dios, pero es sólo una buena imagen sin poder seguir sus principios de vida, pues entre más grande y alto subamos, más grande debe de ser nuestra humildad para los demás.

El amor es lo que el hombre ha perdido es lo que el hombre debe recuperar, no podremos cambiar el rumbo de nuestro vivir en la tierra si no recuperamos la palabra amor con todas sus relaciones y llevarlas a la práctica.

Ya no debemos matar quitándole la vida a nuestro prójimo, ya que la vida de los demás no nos pertenece, muy al contario con nuestra vida debemos dar vida a quien la está perdiendo por tan solo perder en su vida la palabra amor.

El amor no tiene precio, no tiene forma, volumen, no tiene color, no es caliente ni frio. El amor soy yo mismo con Dios dentro de mí, el amor es mi risa no mi carcajada, el amor son mis manos para darme a los demás, al amor son las palabras de aliento seguidas con la verdad, el buen consejo y el ejemplo.

La libertad que Dios nos regaló es para decidir con valores para reír dando alegría, para ser fuertes de espíritu y ayudar a quien lo está perdiendo, la libertad no es para confundirla y cambiarla por libertinaje y hacer lo que nos plazca en gana, el libertinaje es lo contrario de la libertad, porque la libertad tiene principios, tiene mandamientos y el libertinaje no tiene principios y se manda sola, se deja llevar por lo mundano y termina arrastrándose en sus propios ideales queriendo hacer lo que le plazca en gana.