El crédito es un instrumento muy necesario. Muchas personas lo requieren para atender necesidades, para un satisfactor y en casos para una urgencia. Sin embargo, para obtenerlo hay que cumplir con una serie de requisitos desde historial crediticio hasta comprobar ingresos.
Pero, ¿qué es un crédito? Se define de la siguiente manera. El crédito es un contrato que se basa en una operación financiera en la que una persona (acreedor) realiza un préstamo por una cantidad determinada de dinero y la otra persona (deudor) se compromete a devolver la cantidad solicitada incluyendo intereses y accesorios pactados en un plazo determinado.
Hay que tener cuidado con qué institución o empresa se contratan los créditos. Si solicitan anticipos de dinero hay que dudar. Hay que verificar que la institución esté debidamente autorizado y regulado por las autoridades en la materia.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda que antes de contratar piensa bien para qué quieres el crédito. Por ello, sugiere lo siguiente:
Primeramente, analiza si tienes la capacidad económica suficiente para pagarlo. Esta situación es primordial para evitar que el préstamo posteriormente sea un problema con dificultades para pagar.
En segundo lugar, si comparaste distintas opciones, para determinar cuál es la que te conviene en términos de costo (tasa de interés y Costo Anual Total); te puedes ahorrar mucho dinero por el mismo monto del crédito. Este aspecto es importante ya que implica aprovechar y trabajar eficientemente tu dinero.
Finalmente, pregunta qué comisiones te pueden cobrar tales como: contratación o apertura del préstamo, o bien, gastos de cobranza o pago tardío si te atrasas en tus pagos, ya que todos estos elementos deben integrarse en el contrato, incluyendo además tabla de amortizaciones y calendario de pagos.
