/ viernes 4 de marzo de 2022

El crédito

La Educación Financiera representa un elemento de gran importancia en nuestras vidas, ya que mediante este aspecto, es posible tomar mejores decisiones. En ésta entrega abordaremos el tema de los créditos. En diferentes etapas de nuestras vidas tenemos la necesidad de contratar un préstamo. Debemos revisarlo con calma, ejercerlo de una forma precipitada sin el debido análisis, puede generar problemas en el corto o mediano plazo, hasta de salud.

Por ello, el crédito puede considerarse como una herramienta poderosa para alcanzar tus metas, pero también es posible que se constituya en un enemigo invisible cuando no se tiene claridad respecto a la forma de operarlo. Se deben considerar diversos puntos que permitan tener un mejor control de tus finanzas buscando un beneficio y no un perjuicio.

El origen etimológico de la palabra crédito nos remonta al latín creditum, que significa “cosa confiada”. Por lo tanto, la noción de crédito aparece vinculada con tener confianza. La definición de crédito es una cantidad de dinero que se le debe a una entidad (por ejemplo, un banco) o a una persona.

Es por esto que existen sugerencias para que la ciudadanía los tenga en cuenta a la hora de solicitar un préstamo para adquirir bienes o servicios. Bien sea a través de una tarjeta de crédito o de un préstamo, es importante que usted pregunte y comprenda cuál es el compromiso que está adquiriendo.

Debemos considerar lo siguiente: Primeramente, cuando se vaya a solicitar un préstamo, es importante que se tome el tiempo necesario para comparar las diferentes opciones que ofrece el mercado. Muy importante es, no dejarse llevar por todos los comentarios de los ejecutivos, promotores o vendedores que pueden hacer caer al cliente con mentiras y engaños. Recordar que a mayor información, tendremos una mejor decisión.

Se debe buscar una institución que esté debidamente autorizada por la Secretaría de Hacienda y por la comisión al que pertenezca. El costo del préstamo se verá afectado por el tiempo que tome en pagarlo, como también por cada uno de los costos que cobran las entidades financieras por prestar este servicio. Hay que recordar que atendiendo adecuadamente las amortizaciones y si el contrato lo permite, adelantando pagos, más rápido se cancela la deuda y se pagarán menos intereses.

Al adquirir un crédito, la persona (física o moral) acepta hacer pagos de acuerdo a un compromiso adquirido; si se llega a presentar demoras o no efectúa los pagos respectivos, tendrá cargos adicionales por el incumplimiento. Esta situación provoca que el préstamo sufra incrementos no tomados en cuenta y por consiguiente sale más caro con los “dolores de cabeza” que ésta situación representa, además de boletinaje negativo ante el Buró de Crédito. Ojo antes de firmar, hay que leer los documentos que integran el contrato.

La Educación Financiera representa un elemento de gran importancia en nuestras vidas, ya que mediante este aspecto, es posible tomar mejores decisiones. En ésta entrega abordaremos el tema de los créditos. En diferentes etapas de nuestras vidas tenemos la necesidad de contratar un préstamo. Debemos revisarlo con calma, ejercerlo de una forma precipitada sin el debido análisis, puede generar problemas en el corto o mediano plazo, hasta de salud.

Por ello, el crédito puede considerarse como una herramienta poderosa para alcanzar tus metas, pero también es posible que se constituya en un enemigo invisible cuando no se tiene claridad respecto a la forma de operarlo. Se deben considerar diversos puntos que permitan tener un mejor control de tus finanzas buscando un beneficio y no un perjuicio.

El origen etimológico de la palabra crédito nos remonta al latín creditum, que significa “cosa confiada”. Por lo tanto, la noción de crédito aparece vinculada con tener confianza. La definición de crédito es una cantidad de dinero que se le debe a una entidad (por ejemplo, un banco) o a una persona.

Es por esto que existen sugerencias para que la ciudadanía los tenga en cuenta a la hora de solicitar un préstamo para adquirir bienes o servicios. Bien sea a través de una tarjeta de crédito o de un préstamo, es importante que usted pregunte y comprenda cuál es el compromiso que está adquiriendo.

Debemos considerar lo siguiente: Primeramente, cuando se vaya a solicitar un préstamo, es importante que se tome el tiempo necesario para comparar las diferentes opciones que ofrece el mercado. Muy importante es, no dejarse llevar por todos los comentarios de los ejecutivos, promotores o vendedores que pueden hacer caer al cliente con mentiras y engaños. Recordar que a mayor información, tendremos una mejor decisión.

Se debe buscar una institución que esté debidamente autorizada por la Secretaría de Hacienda y por la comisión al que pertenezca. El costo del préstamo se verá afectado por el tiempo que tome en pagarlo, como también por cada uno de los costos que cobran las entidades financieras por prestar este servicio. Hay que recordar que atendiendo adecuadamente las amortizaciones y si el contrato lo permite, adelantando pagos, más rápido se cancela la deuda y se pagarán menos intereses.

Al adquirir un crédito, la persona (física o moral) acepta hacer pagos de acuerdo a un compromiso adquirido; si se llega a presentar demoras o no efectúa los pagos respectivos, tendrá cargos adicionales por el incumplimiento. Esta situación provoca que el préstamo sufra incrementos no tomados en cuenta y por consiguiente sale más caro con los “dolores de cabeza” que ésta situación representa, además de boletinaje negativo ante el Buró de Crédito. Ojo antes de firmar, hay que leer los documentos que integran el contrato.