/ lunes 7 de septiembre de 2020

El Espectador | Los trapos sucios de la Sedena

El secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, continúa con la limpia al interior de la dependencia como ordenó el Presidente. Pero todo parece indicar que no la tiene fácil, particularmente en el abasto de las Fábricas de Vestuario y Equipo (F.A.V.E), en donde diversas empresas relacionadas con Patricia Manón Romero Rodríguez y familiares cercanos acumularon millones de pesos en contratos con la administración peñista y parece que pretenden seguir bajo el mismo régimen de antes.

El entramado comienza presuntamente en Zagis, proveedora de hilo en donde al menos 12 años atrás, Manón Romero habría comenzado a trazar su millonario camino como representante legal de la firma que, de 2014 a la fecha, tiene más de 80 contratos que superan los mil millones de pesos, todos firmados con la Sedena.

Nicela también se ha distinguido por tener como clienta única de sus colorantes, entre otros productos, a esta dependencia dentro de la administración pública, por lo que en el mismo periodo suma 40 acuerdos contractuales por un total acumulado que rebasa los 700 millones de pesos. Esta firma fue constituida en 2012 por su hijo mayor, Mario Alfonso Ortiz Romero.

Mario Alfonso también creó un año más tarde a Operadora Safrat con la que suma nueve contratos firmados de 2017 a la fecha, siete de ellos por más de 57 millones de pesos, además de otro por 521 mil 900 dólares este año y otro por 340 mil dólares de 2018.

Junto con otro de sus hijos, Eduardo Alejandro Gutiérrez Romero, puso en marcha Introm, enfocada principalmente al suministro de telas, la cual en los últimos seis años contaría al menos con 78 contratos por 170 millones de pesos.

Pero el tejido fino de negocios no acaba ahí, ya que el 20 de diciembre pasado Manón Romero se habría embolsado otros 223 millones de pesos gracias a Caroem Construcciones, empresa que sin experiencia en el rubro fue declarada ganadora del Sistema para el proceso de preparación, teñido y acabado de telas en la misma Secretaría, en ella figura Neri Armando Morales Romero, otro de sus familiares.

No hay que dejar de lado que, cuando fue dado a conocer el fallo de la Licitación Pública Internacional Bajo la Cobertura de Tratados LA-007000-998-E253-2019, Agustín Radilla Suástegui, aún fungía como Director de la F.A.V.E., mismo que recientemente se habría visto inmerso en el escándalo de la compra de chamarras rompevientos, y sobre quien se dice que desde la Oficialía Mayor controla las Fábricas como si todavía estuvieran a su mando.

Por cierto, al listado de implicadas habría que añadir a Intman, en donde Patricia y Eduardo han obtenido diversos contratos, uno este año por 297 mil 234 euros vía adjudicación directa y tres más en 2017 por más de 157 millones 800 mil pesos.

E incluso, hay que sumar a Hollond Textile Solutions, empresa que a pesar de estar ligada al caso de los Panama Papers se quedó con tres contratos por 8.4 millones de pesos en 2019, dos de ellos también por adjudicación directa. Su principal accionista es Agorta, firma que ha despachado desde el mismo domicilio que alguna vez fue de Introm Textil e Intman.




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El secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, continúa con la limpia al interior de la dependencia como ordenó el Presidente. Pero todo parece indicar que no la tiene fácil, particularmente en el abasto de las Fábricas de Vestuario y Equipo (F.A.V.E), en donde diversas empresas relacionadas con Patricia Manón Romero Rodríguez y familiares cercanos acumularon millones de pesos en contratos con la administración peñista y parece que pretenden seguir bajo el mismo régimen de antes.

El entramado comienza presuntamente en Zagis, proveedora de hilo en donde al menos 12 años atrás, Manón Romero habría comenzado a trazar su millonario camino como representante legal de la firma que, de 2014 a la fecha, tiene más de 80 contratos que superan los mil millones de pesos, todos firmados con la Sedena.

Nicela también se ha distinguido por tener como clienta única de sus colorantes, entre otros productos, a esta dependencia dentro de la administración pública, por lo que en el mismo periodo suma 40 acuerdos contractuales por un total acumulado que rebasa los 700 millones de pesos. Esta firma fue constituida en 2012 por su hijo mayor, Mario Alfonso Ortiz Romero.

Mario Alfonso también creó un año más tarde a Operadora Safrat con la que suma nueve contratos firmados de 2017 a la fecha, siete de ellos por más de 57 millones de pesos, además de otro por 521 mil 900 dólares este año y otro por 340 mil dólares de 2018.

Junto con otro de sus hijos, Eduardo Alejandro Gutiérrez Romero, puso en marcha Introm, enfocada principalmente al suministro de telas, la cual en los últimos seis años contaría al menos con 78 contratos por 170 millones de pesos.

Pero el tejido fino de negocios no acaba ahí, ya que el 20 de diciembre pasado Manón Romero se habría embolsado otros 223 millones de pesos gracias a Caroem Construcciones, empresa que sin experiencia en el rubro fue declarada ganadora del Sistema para el proceso de preparación, teñido y acabado de telas en la misma Secretaría, en ella figura Neri Armando Morales Romero, otro de sus familiares.

No hay que dejar de lado que, cuando fue dado a conocer el fallo de la Licitación Pública Internacional Bajo la Cobertura de Tratados LA-007000-998-E253-2019, Agustín Radilla Suástegui, aún fungía como Director de la F.A.V.E., mismo que recientemente se habría visto inmerso en el escándalo de la compra de chamarras rompevientos, y sobre quien se dice que desde la Oficialía Mayor controla las Fábricas como si todavía estuvieran a su mando.

Por cierto, al listado de implicadas habría que añadir a Intman, en donde Patricia y Eduardo han obtenido diversos contratos, uno este año por 297 mil 234 euros vía adjudicación directa y tres más en 2017 por más de 157 millones 800 mil pesos.

E incluso, hay que sumar a Hollond Textile Solutions, empresa que a pesar de estar ligada al caso de los Panama Papers se quedó con tres contratos por 8.4 millones de pesos en 2019, dos de ellos también por adjudicación directa. Su principal accionista es Agorta, firma que ha despachado desde el mismo domicilio que alguna vez fue de Introm Textil e Intman.




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