/ jueves 28 de abril de 2022

El Fiscal vs los medios

Vivimos en una época donde las instituciones existen en una clara regulación normativa, en un ámbito de competencia bien delimitado, con una madurez administrativa que se ha ido gestando desde hace décadas, con mecanismos bien definidos de participación e información ciudadana y con una sociedad cada vez más presente, que cuestiona y está atenta e interesada en el actuar de los servidores públicos.

Ante este escenario sería impensable, casi imposible, que existan instituciones que abiertamente vayan en contra de su esencia, de su naturaleza jurídica, del interés general del pueblo. Pero no es así, y ejemplos muchísimos, uno de los más evidentes está en el actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, que ante los hechos violentos que hay en Zacatecas, hace del mutis y de la ausencia, un sello y estilo personal en el ejercicio del cargo que ostenta.

Lo anterior abona al hartazgo ciudadano que se hace más evidente cada día en los comentarios que los ciudadanos hacen en redes sociales. Y bueno, igual que con todos los servidores públicos, es el pueblo quien se encarga de calificar y juzgar nuestro desempeño.

Pero en días recientes hemos atestiguado algo aún más grave, más preocupante. Y me refiero al actuar de la Fiscalía General de Justicia del Estado, que está a cargo del doctor Francisco Murillo. En medios de comunicación se socializó que personal de éste órgano encargado de impartir justicia, notificó una querella a distintos compañeros de los medios de comunicación, por la posible comisión del delito de violencia política por razones de género en perjuicio de una funcionaria federal.

En el documento publicado por distintos portales digitales e impresos, pareciera que existe una complacencia y subordinación de la Fiscalía, al presentarse un escrito mal fundamentado, sin sustento, incluso con errores en los nombres de los ahora señalados y a quienes va dirigido. Hoy, corremos el riesgo de tener una Fiscalía que actúa por consigna, una Fiscalía facciosa, que pareciera está nada más a los intereses de unos cuantos, no a los intereses de quienes han sido víctimas de un delito.

Por eso quiero aprovechar este espacio de opinión, estimado lector, para hacer un llamado al Fiscal. Zacatecas necesita resultados, no contra los periodistas, sino a favor de las víctimas, se necesita una Fiscalía que esté a la altura de la grave crisis que atraviesa nuestro Estado. Es bien sabido que cientos, sino es que miles de carpetas de investigación que no se terminan por resolver, hemos sabido de familias enteras que no encuentran en la Fiscalía una institución que respalde y dé seguimiento en lo que en ocasiones son los momentos más difíciles de sus vidas.

Hoy se tiene una gran oportunidad de replantear, de reconsiderar, por supuesto siempre, en beneficio de todos, en beneficio de Zacatecas. Vaya pues mi sincera solidaridad con los amigos de los medios de comunicación, a mi buen amigo Pepe Aguirre, Pablo Quezada, Gabriel Contreras, Andrés Vera y todos compañeros que dedican su vida a la labor de informar, y como dijo Voltaire: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Vivimos en una época donde las instituciones existen en una clara regulación normativa, en un ámbito de competencia bien delimitado, con una madurez administrativa que se ha ido gestando desde hace décadas, con mecanismos bien definidos de participación e información ciudadana y con una sociedad cada vez más presente, que cuestiona y está atenta e interesada en el actuar de los servidores públicos.

Ante este escenario sería impensable, casi imposible, que existan instituciones que abiertamente vayan en contra de su esencia, de su naturaleza jurídica, del interés general del pueblo. Pero no es así, y ejemplos muchísimos, uno de los más evidentes está en el actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, que ante los hechos violentos que hay en Zacatecas, hace del mutis y de la ausencia, un sello y estilo personal en el ejercicio del cargo que ostenta.

Lo anterior abona al hartazgo ciudadano que se hace más evidente cada día en los comentarios que los ciudadanos hacen en redes sociales. Y bueno, igual que con todos los servidores públicos, es el pueblo quien se encarga de calificar y juzgar nuestro desempeño.

Pero en días recientes hemos atestiguado algo aún más grave, más preocupante. Y me refiero al actuar de la Fiscalía General de Justicia del Estado, que está a cargo del doctor Francisco Murillo. En medios de comunicación se socializó que personal de éste órgano encargado de impartir justicia, notificó una querella a distintos compañeros de los medios de comunicación, por la posible comisión del delito de violencia política por razones de género en perjuicio de una funcionaria federal.

En el documento publicado por distintos portales digitales e impresos, pareciera que existe una complacencia y subordinación de la Fiscalía, al presentarse un escrito mal fundamentado, sin sustento, incluso con errores en los nombres de los ahora señalados y a quienes va dirigido. Hoy, corremos el riesgo de tener una Fiscalía que actúa por consigna, una Fiscalía facciosa, que pareciera está nada más a los intereses de unos cuantos, no a los intereses de quienes han sido víctimas de un delito.

Por eso quiero aprovechar este espacio de opinión, estimado lector, para hacer un llamado al Fiscal. Zacatecas necesita resultados, no contra los periodistas, sino a favor de las víctimas, se necesita una Fiscalía que esté a la altura de la grave crisis que atraviesa nuestro Estado. Es bien sabido que cientos, sino es que miles de carpetas de investigación que no se terminan por resolver, hemos sabido de familias enteras que no encuentran en la Fiscalía una institución que respalde y dé seguimiento en lo que en ocasiones son los momentos más difíciles de sus vidas.

Hoy se tiene una gran oportunidad de replantear, de reconsiderar, por supuesto siempre, en beneficio de todos, en beneficio de Zacatecas. Vaya pues mi sincera solidaridad con los amigos de los medios de comunicación, a mi buen amigo Pepe Aguirre, Pablo Quezada, Gabriel Contreras, Andrés Vera y todos compañeros que dedican su vida a la labor de informar, y como dijo Voltaire: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.