Amigas y amigos que siguen esta colaboración semanal, reciban un cordial saludo de Saúl Monreal Presidente Municipal de Fresnillo.
La historia moderna de México, especialmente el siglo veinte, no podría contarse sin la importancia de los movimientos sociales que han forjado esta nación desde el surgimiento de la revolución, es así como se ha conformado este panorama político.
Una de las causas políticas es la que viene a colación este día con motivo de su aniversario el 10 de Junio. Esta fecha cobra relevancia para quienes siempre hemos tenido un pensamiento de izquierda, de defensa de los ideales y las libertades y sobre todo, del respeto a las distintas expresiones políticas.
El 10 de Junio del año 1971, tuvo lugar un suceso de abuso de poder, de esos, de los que caracterizaban al viejo régimen priísta y que erradicamos con la llegada de la 4T, en aquel día, ese jueves de corpus, se registró una masacre estudiantil a una marcha que realizaron los contingentes de la UNAM y del IPN en su mayoría, esto a razón de brindar apoyo a la universidad Autónoma de Nuevo León, la cual estaba siendo vulnerada en su legislación por la intromisión del gobierno.
A este momento de represión cometido bajo las órdenes del más alto nivel político se le conoce como “El Halconazo” debido a que el grupo de porros y de choque con instrucciones asesinas así se denominaba, hay que recordar amigas y amigos que años antes se habían abatido y silenciado los movimientos del Sindicato nacional de trabajadores ferrocarrileros, el movimiento magisterial y el movimiento estudiantil del consejo nacional de huelga en 1968.
A diferencia de estos nuevos tiempos en un México con libertades y democracia que se respetan y se promueven desde la presidencia de la República y donde todo mundo tiene derecho a la libre manifestación de ideas, ese jueves de corpus, bajo las órdenes de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) o lo que es lo mismo la policía política del gobierno, y con una operación de estado desde su Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales, el grupo de choque atacó con palos de bambú y de Kendo y con el resguardo de la policía a los manifestantes.
En una segunda embestida los atacó con armas provistas por la misma policía, en todas las crónicas de los presentes se habla de una cantidad de muertos mayor a cien personas, algunos mencionan entre ciento veinte y ciento cincuenta, y un gran número de heridos que fueron llevados al Hospital Rubén Leñero y que hasta ahí acudieron los porros a rematarlos y amedrentar al personal médico y de enfermería para que no los atendieran.
Este acontecimiento nos debe ayudar a reflexionar y que tengamos siempre en la memoria las luchas de los caídos por una construcción de ciudadanía, por un México de libertades, y que nos comprometamos a que nunca más se den estos excesos del poder de cualquier gobierno. Por su atención, muchas gracias.
