/ viernes 13 de noviembre de 2020

El llamado

Tras el arribo histórico de la izquierda en 2018 y el inicio de la consolidación del nuevo régimen, el cambio ha avanzado con firmeza y con él, la nueva forma de hacer política y de desempeñar el servicio público: una verdaderamente enfocada en el bienestar del pueblo. Zacatecas no puede quedarse atrás; el cambio que nuestro estado necesita es urgente y requiere de funcionarias y funcionarios comprometidos con la gente.

Durante muchos años, el estado zacatecano ha quedado rezagado en distintos ámbitos que van desde el económico hasta el de la salud. Esto, sin duda, se debe al flagelo de la corrupción y la impunidad que por mucho tiempo ha azotado a la entidad y que, lastimosamente, ha generado una profunda brecha de desigualdad y exclusión entre la sociedad.

El pueblo zacatecano ha resentido estos vicios y ha experimentado las duras consecuencias de una administración pública local cuyo único interés es el personal. Por ello, es indispensable y urgente apuntar al cambio, a uno verdaderamente transformador. A nivel nacional éste ya inició, pero las resistencias han impedido su penetración en las tierras zacatecanas.

Consciente de ello, es que en días pasados el Lic. David Monreal -quien culminó con altura y excelentes resultados la importante encomienda que desempeñó como Coordinador General de Ganadería- hizo un llamado a las y los zacatecanos para iniciar el proceso renovador de la vida pública de la entidad.

Con la firme convicción de servir, David le apuesta a la democracia participativa, cuerpos de policía cercanos a la gente, distribución austera y responsable de los recursos públicos y pluralidad e inclusión como los ejes rectores del servicio público zacatecano. La necesidad de renovar la clase política y, con ella, la manera de hacer las cosas en nuestro estado, es inminente. Es por esta razón que debemos sumar esfuerzos, apostar por un nuevo rumbo.

Ha llegado la hora frenar, de manera definitiva, las desapariciones, las ejecuciones, los secuestros, las extorsiones, la violencia contra las mujeres, la exclusión de los grupos sociales históricamente vulnerados y tantas otras lamentables manifestaciones de la herencia que han dejado a su paso regímenes caducos. El pueblo reclama y merece transparencia, justicia e igualdad, y es obligación de sus gobernantes garantizar que así sea.

Se avecina el proceso electoral más grande en la historia de México y, Zacatecas debe afrontarlo con altura de miras. Este proceso nos permitirá, a todas y todos, levantar la voz y manifestar nuestro deseo de ver renovada y fortalecida a la entidad. Aceptamos el llamado y nos organizaremos como ciudadanos compartiendo la convicción de convertir al estado en uno que brinde oportunidades a jóvenes, mujeres, personas indígenas, migrantes y todos aquellos que hoy soñamos con ver a nuestro estado más fuerte, competitivo y sobretodo, más justo.


Tras el arribo histórico de la izquierda en 2018 y el inicio de la consolidación del nuevo régimen, el cambio ha avanzado con firmeza y con él, la nueva forma de hacer política y de desempeñar el servicio público: una verdaderamente enfocada en el bienestar del pueblo. Zacatecas no puede quedarse atrás; el cambio que nuestro estado necesita es urgente y requiere de funcionarias y funcionarios comprometidos con la gente.

Durante muchos años, el estado zacatecano ha quedado rezagado en distintos ámbitos que van desde el económico hasta el de la salud. Esto, sin duda, se debe al flagelo de la corrupción y la impunidad que por mucho tiempo ha azotado a la entidad y que, lastimosamente, ha generado una profunda brecha de desigualdad y exclusión entre la sociedad.

El pueblo zacatecano ha resentido estos vicios y ha experimentado las duras consecuencias de una administración pública local cuyo único interés es el personal. Por ello, es indispensable y urgente apuntar al cambio, a uno verdaderamente transformador. A nivel nacional éste ya inició, pero las resistencias han impedido su penetración en las tierras zacatecanas.

Consciente de ello, es que en días pasados el Lic. David Monreal -quien culminó con altura y excelentes resultados la importante encomienda que desempeñó como Coordinador General de Ganadería- hizo un llamado a las y los zacatecanos para iniciar el proceso renovador de la vida pública de la entidad.

Con la firme convicción de servir, David le apuesta a la democracia participativa, cuerpos de policía cercanos a la gente, distribución austera y responsable de los recursos públicos y pluralidad e inclusión como los ejes rectores del servicio público zacatecano. La necesidad de renovar la clase política y, con ella, la manera de hacer las cosas en nuestro estado, es inminente. Es por esta razón que debemos sumar esfuerzos, apostar por un nuevo rumbo.

Ha llegado la hora frenar, de manera definitiva, las desapariciones, las ejecuciones, los secuestros, las extorsiones, la violencia contra las mujeres, la exclusión de los grupos sociales históricamente vulnerados y tantas otras lamentables manifestaciones de la herencia que han dejado a su paso regímenes caducos. El pueblo reclama y merece transparencia, justicia e igualdad, y es obligación de sus gobernantes garantizar que así sea.

Se avecina el proceso electoral más grande en la historia de México y, Zacatecas debe afrontarlo con altura de miras. Este proceso nos permitirá, a todas y todos, levantar la voz y manifestar nuestro deseo de ver renovada y fortalecida a la entidad. Aceptamos el llamado y nos organizaremos como ciudadanos compartiendo la convicción de convertir al estado en uno que brinde oportunidades a jóvenes, mujeres, personas indígenas, migrantes y todos aquellos que hoy soñamos con ver a nuestro estado más fuerte, competitivo y sobretodo, más justo.