/ lunes 19 de abril de 2021

El metodólogo del deporte │ Caminando hacia la felicidad

Qué puede ser más fuerte… ¿Olvidar o recordar? ¿Perdonar o guardar rencor? ¿Tener miedo a mis actos o tener miedo a mis ofensas? ¿Caer en la prisión del hombre o vivir en mí misma prisión? ¿Vivir solo o vivir en la soledad? ¿Qué es lo que he hecho en mi vida o que soy yo en la vida? ¿He gozado lo que he tenido o no he tenido nada para gozarlo?

Preguntas que cada uno con libre arbitrio y en la soledad de nuestra habitación podremos pensarlas y darles respuestas. La vida no solo es para vivirla si no para disfrutarla, si… Hay naturaleza, hay miles de especias de árboles, pajarillos, peces, para conocer de ellos y vivir junto a ellos. La vida es una decisión para ser feliz así hubiera nacido ciego, paralitico, sordo, como quiera dios haber nacido, Él me dio vida para ser feliz.

Desde el momento de nuestra creación en el vientre de nuestra madre hemos tenido un tic tac exacto que nos da la pauta para vivir y este tictac se llama latido de nuestro corazón.

Las riquezas de la tierra como su poder material sólo son de la tierra no nacimos con ellas y al morirnos no nos las llevaremos, y nuestra felicidad será reflejada hasta después de nuestra muerte si así lo vivimos llenos de felicidad. Si alguna vez lloramos o reímos o estamos tristes o deprimidos, todo esto es parte de la felicidad porque estamos vivos y no podemos vivir sin sus agravantes como ser sensibles. De este modo todo esto es parte de la felicidad. Sólo debemos de acomodarla dentro de nuestro ser, esperar su momento, vivirlo y luego dejarlo salir como un pajarillo dentro de su jaula. No debemos de encerrar nuestra felicidad en una prisión de la cual nosotros mismos tenemos la llave para mantenerla dentro o echarla a que sea libre dentro de nuestra propia libertad rodeada de una alegría al salir a volar y buscar la naturaleza como nuestra mejor compañía.

Tenemos en nuestra mente y sobre nuestras manos el tesoro y la grandeza más grande de la vida que es nuestra propia vida entregada a ser feliz día con día, y entonces ¿Por qué vivir esperando un nuevo amanecer para buscar la violencia, el reto, el desprecio hacia los demás? ¿Por qué hacer parte de nuestro caminar la soberbia, el abuso, la deshonestidad, y vivir con una mente llena de basura cuando esta es un jardín hermoso del cual cada flor que cuidemos es un nuevo día.

¿Porque nosotros mismos destruimos nuestra felicidad con mentiras, con actos impuros, con violencia? ¿Que acaso Dios nuestro creador nos trajo a este mundo para hacer esto? ¿Qué será de mí el día en que termine mi ciclo en esta vida y sea llamado por Dios a rendir cuenta de mi felicidad en mi tiempo de vida? ¿Qué no conozco el miedo a morir siendo infeliz?

Dichoso será por toda una eternidad todo aquel que vivió feliz siendo pobre durante toda su vida, dichoso aquel que Dios le regalo una gran riqueza material y éste la convirtió en una gran riqueza espiritual dando a los que no la tenía, preocupándose por el enfermo, cuidando al huérfano, al lisiado, al olvidado y desprotegido.

Busquemos primeramente la felicidad dentro de nosotros, luego compartámosla con los demás, y así gozaremos todo lo mucho o poco que tengamos, después de esto vivamos respetando y cuidando la vida tanto la nuestra como las de los demás. Seamos agradecidos de día y de noche con Dios quien nos da todo… Nuestra vida y nuestra felicidad

Qué puede ser más fuerte… ¿Olvidar o recordar? ¿Perdonar o guardar rencor? ¿Tener miedo a mis actos o tener miedo a mis ofensas? ¿Caer en la prisión del hombre o vivir en mí misma prisión? ¿Vivir solo o vivir en la soledad? ¿Qué es lo que he hecho en mi vida o que soy yo en la vida? ¿He gozado lo que he tenido o no he tenido nada para gozarlo?

Preguntas que cada uno con libre arbitrio y en la soledad de nuestra habitación podremos pensarlas y darles respuestas. La vida no solo es para vivirla si no para disfrutarla, si… Hay naturaleza, hay miles de especias de árboles, pajarillos, peces, para conocer de ellos y vivir junto a ellos. La vida es una decisión para ser feliz así hubiera nacido ciego, paralitico, sordo, como quiera dios haber nacido, Él me dio vida para ser feliz.

Desde el momento de nuestra creación en el vientre de nuestra madre hemos tenido un tic tac exacto que nos da la pauta para vivir y este tictac se llama latido de nuestro corazón.

Las riquezas de la tierra como su poder material sólo son de la tierra no nacimos con ellas y al morirnos no nos las llevaremos, y nuestra felicidad será reflejada hasta después de nuestra muerte si así lo vivimos llenos de felicidad. Si alguna vez lloramos o reímos o estamos tristes o deprimidos, todo esto es parte de la felicidad porque estamos vivos y no podemos vivir sin sus agravantes como ser sensibles. De este modo todo esto es parte de la felicidad. Sólo debemos de acomodarla dentro de nuestro ser, esperar su momento, vivirlo y luego dejarlo salir como un pajarillo dentro de su jaula. No debemos de encerrar nuestra felicidad en una prisión de la cual nosotros mismos tenemos la llave para mantenerla dentro o echarla a que sea libre dentro de nuestra propia libertad rodeada de una alegría al salir a volar y buscar la naturaleza como nuestra mejor compañía.

Tenemos en nuestra mente y sobre nuestras manos el tesoro y la grandeza más grande de la vida que es nuestra propia vida entregada a ser feliz día con día, y entonces ¿Por qué vivir esperando un nuevo amanecer para buscar la violencia, el reto, el desprecio hacia los demás? ¿Por qué hacer parte de nuestro caminar la soberbia, el abuso, la deshonestidad, y vivir con una mente llena de basura cuando esta es un jardín hermoso del cual cada flor que cuidemos es un nuevo día.

¿Porque nosotros mismos destruimos nuestra felicidad con mentiras, con actos impuros, con violencia? ¿Que acaso Dios nuestro creador nos trajo a este mundo para hacer esto? ¿Qué será de mí el día en que termine mi ciclo en esta vida y sea llamado por Dios a rendir cuenta de mi felicidad en mi tiempo de vida? ¿Qué no conozco el miedo a morir siendo infeliz?

Dichoso será por toda una eternidad todo aquel que vivió feliz siendo pobre durante toda su vida, dichoso aquel que Dios le regalo una gran riqueza material y éste la convirtió en una gran riqueza espiritual dando a los que no la tenía, preocupándose por el enfermo, cuidando al huérfano, al lisiado, al olvidado y desprotegido.

Busquemos primeramente la felicidad dentro de nosotros, luego compartámosla con los demás, y así gozaremos todo lo mucho o poco que tengamos, después de esto vivamos respetando y cuidando la vida tanto la nuestra como las de los demás. Seamos agradecidos de día y de noche con Dios quien nos da todo… Nuestra vida y nuestra felicidad