/ domingo 20 de junio de 2021

El metodólogo del deporte │ El estrés en el rendimiento deportivo

El estrés siempre ha repercutido en muy diferentes formas entre los atletas de todos los niveles de competencia llámense recreativos como competitivos.

El estrés, es un conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta física ante determinados estímulos repetidos, como son el miedo, la alegría el susto etc. provocados por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal que suelen aparecer en diversos trastornos físicos o mentales.

Por poner un ejemplo en el deporte, un día antes de esa competencia tan importante y esperada, o en el mismo día de la misma, el estrés puede provocar factores determinantes en el resultado de esa competencia; imagínate, un futbolista al cobrar un penalti y, este decide el resultado del juego o jugador de básquet bol, ente un tiro de tres puntos faltando unos segundos para terminar el partido, el estrés provoca temores que estos a su vez generan miedo de no lograr el objetivo deseado.

Todos estos hechos que provocan el estrés se llaman estresores, y es normal que cualquier persona ordinaria los tenga a menudo y más cuando esa persona no tiene la fuerza de voluntad de aceptar retos en la vida que contengan presiones de trabajo a llevar.

El estrés acumulativo tiene grandes desventajas en el organismo para llevar una vida con tranquilidad, pues, su mente siempre la mantendrá ocupada en todos los problemas o tenciones que a diario tenemos. Los deportistas de alto rendimiento competitivos y de cualquier disciplina, son unos extraordinarios hombres de poder contener ese estrés con el que viven en su etapa de competencia, pues la atención de ganar, después de firmar contratos millonarios y comprometerse casi casi a lograr el objetivo los mantiene en un estado de presión diaria muy difícil de superar.

Tengamos muy en cuenta de que existen diferentes tipos de estrés, y que no todos son perjudiciales, veamos esto… Hay un estrés llamado estrés, que es el positivo, este surge ante el reto de formar parte de algo que disfrutas y que ya lo quieres lograr. Este motiva y da energía, pues aporta la chispe saludable para comenzar esa bonita experiencia que deseas lograr o hacer. Existe el otro estrés el llamado distrés, es la forma de estrés perjudicial que sufrimos cuando tenemos que adaptarnos a exigencias negativas. Por ejemplo cuando sabes que el rival está muy fuerte y viene muy preparado, o cuando la presión de las apuestas o de afición del juego estará en contra de ti en toda la pelea.

Es por eso que escribo que el estrés forma una parte muy importante en el resultado final, o te puede hacer ganar, o te puede llevar a la derrota.

¿Qué podemos hacer para controlar las presiones por el estrés?

Te daré cinco puntos muy resumidos para que lo hagas. El primero, visualízate… Mírate como un ganador, crea en ti una imagen positiva, olvidándote del rival e imagínate terminar con la medalla de ganador, sobre los hombros de tus hijos a los que les dedicaras la pelea. El segundo… Mantener una respiración profunda, solo, relajado sin gente, sólo tú y tu intimidad, hazlo lentamente por espacio de quince minutos durante la última semana.

El tercer punto… Relajación muscular, efectúa movimiento de flexibilidad lenta y repetitiva de todos los músculos grandes de tu cuerpo, comenzando por los del cuello y terminando por la planta de tus pies.

El cuarto punto que doy… Tu mente ganadora y tus palabras fuertes para vencer… Yo estoy hecho para ganar… Yo controlaré a mi rival… Yo lo decidí y yo lo ganaré, nadie me vencerá, pues nací para ser un ganador por encima de todos los problemas que tenga que resolver el día de mi pelea… Soy un ganador y siempre lo seré.

El estrés siempre ha repercutido en muy diferentes formas entre los atletas de todos los niveles de competencia llámense recreativos como competitivos.

El estrés, es un conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta física ante determinados estímulos repetidos, como son el miedo, la alegría el susto etc. provocados por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal que suelen aparecer en diversos trastornos físicos o mentales.

Por poner un ejemplo en el deporte, un día antes de esa competencia tan importante y esperada, o en el mismo día de la misma, el estrés puede provocar factores determinantes en el resultado de esa competencia; imagínate, un futbolista al cobrar un penalti y, este decide el resultado del juego o jugador de básquet bol, ente un tiro de tres puntos faltando unos segundos para terminar el partido, el estrés provoca temores que estos a su vez generan miedo de no lograr el objetivo deseado.

Todos estos hechos que provocan el estrés se llaman estresores, y es normal que cualquier persona ordinaria los tenga a menudo y más cuando esa persona no tiene la fuerza de voluntad de aceptar retos en la vida que contengan presiones de trabajo a llevar.

El estrés acumulativo tiene grandes desventajas en el organismo para llevar una vida con tranquilidad, pues, su mente siempre la mantendrá ocupada en todos los problemas o tenciones que a diario tenemos. Los deportistas de alto rendimiento competitivos y de cualquier disciplina, son unos extraordinarios hombres de poder contener ese estrés con el que viven en su etapa de competencia, pues la atención de ganar, después de firmar contratos millonarios y comprometerse casi casi a lograr el objetivo los mantiene en un estado de presión diaria muy difícil de superar.

Tengamos muy en cuenta de que existen diferentes tipos de estrés, y que no todos son perjudiciales, veamos esto… Hay un estrés llamado estrés, que es el positivo, este surge ante el reto de formar parte de algo que disfrutas y que ya lo quieres lograr. Este motiva y da energía, pues aporta la chispe saludable para comenzar esa bonita experiencia que deseas lograr o hacer. Existe el otro estrés el llamado distrés, es la forma de estrés perjudicial que sufrimos cuando tenemos que adaptarnos a exigencias negativas. Por ejemplo cuando sabes que el rival está muy fuerte y viene muy preparado, o cuando la presión de las apuestas o de afición del juego estará en contra de ti en toda la pelea.

Es por eso que escribo que el estrés forma una parte muy importante en el resultado final, o te puede hacer ganar, o te puede llevar a la derrota.

¿Qué podemos hacer para controlar las presiones por el estrés?

Te daré cinco puntos muy resumidos para que lo hagas. El primero, visualízate… Mírate como un ganador, crea en ti una imagen positiva, olvidándote del rival e imagínate terminar con la medalla de ganador, sobre los hombros de tus hijos a los que les dedicaras la pelea. El segundo… Mantener una respiración profunda, solo, relajado sin gente, sólo tú y tu intimidad, hazlo lentamente por espacio de quince minutos durante la última semana.

El tercer punto… Relajación muscular, efectúa movimiento de flexibilidad lenta y repetitiva de todos los músculos grandes de tu cuerpo, comenzando por los del cuello y terminando por la planta de tus pies.

El cuarto punto que doy… Tu mente ganadora y tus palabras fuertes para vencer… Yo estoy hecho para ganar… Yo controlaré a mi rival… Yo lo decidí y yo lo ganaré, nadie me vencerá, pues nací para ser un ganador por encima de todos los problemas que tenga que resolver el día de mi pelea… Soy un ganador y siempre lo seré.