/ lunes 20 de septiembre de 2021

El metodólogo del deporte │ Este es el verdadero camino III

Goza los limpios placeres de la vida, no vivas ni camines con la vista hacia tus pies, deja que ellos caminen y levanta la vista para que admires todo lo bello que Dios nos da como vida y alegría para vivirla.

Tus cambios, en tu forma de pensar, habrán de hacer el cambio en tu forma de vivir, nada es bueno o malo, es tu propia mente lo que lo hace ser así. Sustituye la palabra de no se puede, con la de, sí se logra, el éxito puede llegar de diferentes formas sólo hay que salir a luchar contra todo para tenerla enfrente y no desaprovecharlas.

Abre las puertas de tu mente al aprendizaje, a los buenos consejos, y debes de estar dispuesto aceptar las críticas. El que se junta con sabios tendrá en su mente virtudes de sabios y el que se junte con necios, necio morirá, por tan solo convivir o con las personas exactas o con las personas equivocadas.

La vejez no debe ser un obstáculo para ser mejor y seguir siendo bueno, la vejez, al contrario es la experiencia para reconocer por sus propios actos vividos lo que puede ser o lo que no puede llegar hacer, la vida no es corta y tampoco es larga; la vida es un tiempo infinito creado por Dios para que dentro de este tiempo hagamos y terminemos de prisa o lentamente hasta nuestra final.

El tiempo tiene sus años, sus meses, sus días, sus horas y sus segundo son exactos y, nadie los puede recortar o alargar, entonces, la vida no va de prisa o lenta, más bien, es con la velocidad en que cada uno acelere o disminuya el tiempo de su propia vida.

El entusiasmo para hacer las cosas, será la forma de hacerlas más llevaderas por difíciles que éstas sean, el entusiasmo nos llenará de confianza si es que existe una pequeña dosis de fe perdida.

El que teme hacer vencido, siempre será un perdedor en la vida; las luchas en la vida no pueden ser siempre fáciles, por tal motivo, si nuestra fe de creer en nosotros mismos no está muy firme, entonces podremos llegar a sentir temor, engendrando miedos dentro de nosotros, rehuimos a los grandes retos con sus grandes batallas a ganar, llega el temor, perdemos el entusiasmo y la fe con la que pensamos una vez lograr todo.

Aprende a esperar sin prisas el momento de saber escoger o el momento de saber hablar, no te preocupes por lo que aún no llega, soluciona lo que tiene enfrente y espera el mañana con sus problemas sin estar cargando con los del día anterior.

La felicidad es como una moneda, hay que dársela al que no tiene para encontrar la alegría, recuerda que hoy comimos en casa y miles aún no comen nada y no tiene casa; recuerda que lo que vistes de ropa es nuevo, y miles no han estrenado nada viejo. Recuerda a tus padres con amor y no olvides que miles nunca conocieron a los suyos.

Con esta reflexión nos damos cuenta lo maravilloso que es nuestra vida, y lo que tenemos como vida, y depende de nosotros en que forma la estamos viviendo y en qué forma llagaremos, los que tenemos fe, con Dios y decirle …aquí estoy señor y estoy aquí para regresarte mi vida.


Goza los limpios placeres de la vida, no vivas ni camines con la vista hacia tus pies, deja que ellos caminen y levanta la vista para que admires todo lo bello que Dios nos da como vida y alegría para vivirla.

Tus cambios, en tu forma de pensar, habrán de hacer el cambio en tu forma de vivir, nada es bueno o malo, es tu propia mente lo que lo hace ser así. Sustituye la palabra de no se puede, con la de, sí se logra, el éxito puede llegar de diferentes formas sólo hay que salir a luchar contra todo para tenerla enfrente y no desaprovecharlas.

Abre las puertas de tu mente al aprendizaje, a los buenos consejos, y debes de estar dispuesto aceptar las críticas. El que se junta con sabios tendrá en su mente virtudes de sabios y el que se junte con necios, necio morirá, por tan solo convivir o con las personas exactas o con las personas equivocadas.

La vejez no debe ser un obstáculo para ser mejor y seguir siendo bueno, la vejez, al contrario es la experiencia para reconocer por sus propios actos vividos lo que puede ser o lo que no puede llegar hacer, la vida no es corta y tampoco es larga; la vida es un tiempo infinito creado por Dios para que dentro de este tiempo hagamos y terminemos de prisa o lentamente hasta nuestra final.

El tiempo tiene sus años, sus meses, sus días, sus horas y sus segundo son exactos y, nadie los puede recortar o alargar, entonces, la vida no va de prisa o lenta, más bien, es con la velocidad en que cada uno acelere o disminuya el tiempo de su propia vida.

El entusiasmo para hacer las cosas, será la forma de hacerlas más llevaderas por difíciles que éstas sean, el entusiasmo nos llenará de confianza si es que existe una pequeña dosis de fe perdida.

El que teme hacer vencido, siempre será un perdedor en la vida; las luchas en la vida no pueden ser siempre fáciles, por tal motivo, si nuestra fe de creer en nosotros mismos no está muy firme, entonces podremos llegar a sentir temor, engendrando miedos dentro de nosotros, rehuimos a los grandes retos con sus grandes batallas a ganar, llega el temor, perdemos el entusiasmo y la fe con la que pensamos una vez lograr todo.

Aprende a esperar sin prisas el momento de saber escoger o el momento de saber hablar, no te preocupes por lo que aún no llega, soluciona lo que tiene enfrente y espera el mañana con sus problemas sin estar cargando con los del día anterior.

La felicidad es como una moneda, hay que dársela al que no tiene para encontrar la alegría, recuerda que hoy comimos en casa y miles aún no comen nada y no tiene casa; recuerda que lo que vistes de ropa es nuevo, y miles no han estrenado nada viejo. Recuerda a tus padres con amor y no olvides que miles nunca conocieron a los suyos.

Con esta reflexión nos damos cuenta lo maravilloso que es nuestra vida, y lo que tenemos como vida, y depende de nosotros en que forma la estamos viviendo y en qué forma llagaremos, los que tenemos fe, con Dios y decirle …aquí estoy señor y estoy aquí para regresarte mi vida.