/ domingo 26 de septiembre de 2021

El nuevo rumbo de Zacatecas

Definir la palabra “Gobernanza”, puesta de moda por la nueva administración estatal, pasa por diferenciar los intereses públicos y privados, y describir algunas políticas que dan identidad a la nueva forma de ejercer el gobierno y el poder. En Zacatecas ha iniciado la nueva gobernanza.

Por ahora muchos critican y cuestionan el tiempo que ha tomado el gobernador para nombrar a los titulares de diferentes áreas de trabajo que aún no cuentan, no sólo con el responsable de conducir la dependencia, sino que no tiene definido el rumbo y la estrategia que implica la nueva gobernanza.

El concepto que plantea el gobernador David Monreal, va más allá del gobierno, considera la integralidad de las fuentes de legitimidad y orden político y los actores que intervienen en ella, generando una red de organización de la vida pública diferente a lo que como pueblo tenemos identificado.

En su propuesta inicia una nueva operación, aborda temas vinculados a la economía pública, la democracia como forma de gobierno, la gestión de redes de política, el turismo, la implementación de programas públicos y las consecuencias que como institución adquiere la “gobernanza” local para el estado de Zacatecas, que tiene una característica central muy adversa y que es la falta de recursos para enfrentar los nuevos tiempos.

En esta propuesta, el mandatario estatal parece proponer que el gobierno se convierta sólo en un actor de entre muchos que hoy se mantienen al frente de la sociedad, y debe convertirse, más allá de un concepto académico, en una verdadera transformación del estado y de las políticas del Estado.

David Monreal Ávila también plantea que todos los procesos de definición de la vida pública, deben ser el resultado de los intercambios de decisión y resolución de conflictos entre los actores del gobierno y los no gubernamentales.

Por ello, se requiere, tomando como referente el problema del pago de la nómina magisterial, una definición de nuevos y buenos perfiles para ocupar las responsabilidades en las dependencias del ejecutivo que aún faltan nombrar.

Queda de manifiesto que quienes han acompañado en este tramo, en el tema educativo, al gobernador David Monreal, no tienen la autoridad y mucho menos la calidad moral para iniciar los procesos de trasformación que plantea en la nuevas “gobernanza”. Ellos han sido parte del problema y del desfinanciamiento público estatal.

Carecen de la ética necesaria para entender que son otros tiempos y que las cosas no son como antes.

Lo mismo se ocupa en la Secretaría General de Gobierno, en Turismo, Economía, Agua y Medio Ambiente, y en general en todas las áreas fundamentales para aterrizar los nuevos conceptos.

La crisis educativa va a pasar, pero se requieren talentos que proyecten el rumbo del estado para los próximos 30 años.


Definir la palabra “Gobernanza”, puesta de moda por la nueva administración estatal, pasa por diferenciar los intereses públicos y privados, y describir algunas políticas que dan identidad a la nueva forma de ejercer el gobierno y el poder. En Zacatecas ha iniciado la nueva gobernanza.

Por ahora muchos critican y cuestionan el tiempo que ha tomado el gobernador para nombrar a los titulares de diferentes áreas de trabajo que aún no cuentan, no sólo con el responsable de conducir la dependencia, sino que no tiene definido el rumbo y la estrategia que implica la nueva gobernanza.

El concepto que plantea el gobernador David Monreal, va más allá del gobierno, considera la integralidad de las fuentes de legitimidad y orden político y los actores que intervienen en ella, generando una red de organización de la vida pública diferente a lo que como pueblo tenemos identificado.

En su propuesta inicia una nueva operación, aborda temas vinculados a la economía pública, la democracia como forma de gobierno, la gestión de redes de política, el turismo, la implementación de programas públicos y las consecuencias que como institución adquiere la “gobernanza” local para el estado de Zacatecas, que tiene una característica central muy adversa y que es la falta de recursos para enfrentar los nuevos tiempos.

En esta propuesta, el mandatario estatal parece proponer que el gobierno se convierta sólo en un actor de entre muchos que hoy se mantienen al frente de la sociedad, y debe convertirse, más allá de un concepto académico, en una verdadera transformación del estado y de las políticas del Estado.

David Monreal Ávila también plantea que todos los procesos de definición de la vida pública, deben ser el resultado de los intercambios de decisión y resolución de conflictos entre los actores del gobierno y los no gubernamentales.

Por ello, se requiere, tomando como referente el problema del pago de la nómina magisterial, una definición de nuevos y buenos perfiles para ocupar las responsabilidades en las dependencias del ejecutivo que aún faltan nombrar.

Queda de manifiesto que quienes han acompañado en este tramo, en el tema educativo, al gobernador David Monreal, no tienen la autoridad y mucho menos la calidad moral para iniciar los procesos de trasformación que plantea en la nuevas “gobernanza”. Ellos han sido parte del problema y del desfinanciamiento público estatal.

Carecen de la ética necesaria para entender que son otros tiempos y que las cosas no son como antes.

Lo mismo se ocupa en la Secretaría General de Gobierno, en Turismo, Economía, Agua y Medio Ambiente, y en general en todas las áreas fundamentales para aterrizar los nuevos conceptos.

La crisis educativa va a pasar, pero se requieren talentos que proyecten el rumbo del estado para los próximos 30 años.