Es un cuestionamiento individual, que en algún momento se hace cada quien, pensando entender el porqué somos así, actuamos de determinada forma y decimos lo que se piensa de manera diferente a otras personas incluyendo a nuestra propia familia, donde todos recibimos la misma información, desde los primeros años de vida.
Los padres probablemente deseen que el crecimiento en sus hijos sea similar de valores y educación, pero no se puede pensar que todos sean iguales, cada quien tiene una personalidad propia con una percepción diferente de las vivencias que se tienen dentro del seno familiar, ampliada posteriormente en el cercano ámbito social.
Al hacer un análisis de porqué “soy lo que soy” me parece que podemos detenernos a buscar una razón e intentar un conocimiento personal, lo más realista posible.
Es tan importante aceptar que no hay hegemonía en las ideas, vocaciones y desarrollo de todas las personas, es fácil entender que puede haber similitudes pero no exactitudes.
Cuando se hace una reflexión detallada en la imagen que transmitimos y de lo que creemos que somos, con tranquilidad y mesura se puede llegar a un autoconocimiento que brinde la oportunidad de hacer cambios en lo que se considere pertinente para lograr una personalidad definida que sea lo más parecido a nuestros objetivos.
Al detallar nuestro comportamiento ante diversas situaciones, intentaremos reconocernos como individuos que accionan y reaccionan de acuerdo a lo que se piensa, creencias, tradiciones, costumbres heredades y/o adquiridas por convencimiento propio.
Con seguridad no se sabrá siempre el porqué o para qué hacemos o dejamos de hacer determinadas cosas que afectan la paz interior.
La certeza es casi imposible, pero tener un acercamiento a la verdadera razón de nuestro comportamiento si es posible cuando se busca dentro de lo que la mente ha recibido.
Se puede empezar con hacer una lista para identificar cuales pudieran ser de herencia genética, usos, costumbres en la familia y comunidad.
Las tradiciones también van conformando la forma de reaccionar ante varios eventos, como son algunos religiosos o sociales en que se atenta con ritos a la salud e integridad física, cuando se lacera el cuerpo o se aceptan riesgos innecesarios, por la creencia de encontrar una mejor vida o la obtención de éxitos gratificantes en una momentánea satisfacción.
Detenerse a pensar porqué se asumen estas situaciones como parte de la vida, requeriría una reflexión objetiva, considerando que con el temperamento se nace, por ejemplo unas personas son más tranquilas que otras, el carácter se forma por educación y contexto social. El temperamento y carácter influyen en la personalidad que tiene variaciones con el tiempo, porque no es estática y se conforma de sentimientos y conductas que prevalecen, aún cuando va transformándose.
Al establecer si es deseable hacer cambios en el comportamiento, personalidad e imagen es necesario saber porqué, para qué y cómo realizarlas, con la determinación de conseguir una vida más plena.