/ domingo 16 de agosto de 2020

El regreso a clases

De manera oficial, el inicio del ciclo escolar 2020-2021, está programado para el 24 de agosto en todo el país para la educación básica. En las Universidades también han anunciado las nuevas fechas de entrada, sin embargo, para el regreso a la actividad educativa y docente, la realidad que vivíamos hace un año será completamente diferente, y ahora la preocupación, especialmente de los padres de familia, es tener lista la relación de instrumentos necesarios para estudiar desde casa.

A unos días del inicio, y ante la poca información difundida por las autoridades, los maestros están con la incertidumbre de qué y cómo van concretar el acompañamiento de las ideas que se transmitan por televisión, si es que existen las condiciones para que todos los niños se involucren en el sistema. No hay un marco normativo claro.

Por mucho que digan que existe el interés de todos los maestros de México, hoy no sabemos qué tanto cambiará el sistema educativo a partir de los enfoques de equidad, inclusión, interculturalidad y el humanismo que hoy se han incluido en la nueva reforma de Andrés Manuel López Obrador; porque debemos recordar que al sepultar “la mal llamada Reforma educativa” de Enrique Peña Nieto, hay conceptos positivistas que no podrán ser aplicados en la “nueva normalidad”, si es que no se hacen cambios al sistema educativo, y menos desde la televisión.

Para los maestros, saber cuál es el rol que le toca cumplir en esta nueva etapa del sistema educativo nacional, no es la única preocupación; hay incertidumbre de carácter laboral, pues al no haber una legislación de carácter secundario, no es posible saber cómo quedará el marco legal en cuanto al ingreso y promoción de los docentes.

Si los profesores no tienen claro ese escenario, tampoco tienen claro como será el esquema de capacitación y su validez escalafonaria, por lo tanto no habrá un sistema único de evaluación y calificación a los alumnos, de los cuales no existirá una retroalimentación adecuada y mucho menos un sistema de evaluación único que permita ver los alcances y penetración del modelo que se pondrá en marcha.

En México llevamos varias reformas de carácter educativo que tomaron varios años, y hoy, obligados por la circunstancias, vamos a cambiar de modelo educativo sin siquiera haber evaluado los anteriores, y mucho menos sin que exista una ruta clara de lo que será el papel de los educadores o simples acompañantes.

Hoy los educadores, serán las pantallas de televisión y los responsables directos los padres de familia, aún aquellos que no cuenten con los medios para dar educación a todos los niños de México. Sin duda, el modelo lo encabezará el Presidente de México, quien desde la mañanera le dirá a los niños lo que deben aprender.

De manera oficial, el inicio del ciclo escolar 2020-2021, está programado para el 24 de agosto en todo el país para la educación básica. En las Universidades también han anunciado las nuevas fechas de entrada, sin embargo, para el regreso a la actividad educativa y docente, la realidad que vivíamos hace un año será completamente diferente, y ahora la preocupación, especialmente de los padres de familia, es tener lista la relación de instrumentos necesarios para estudiar desde casa.

A unos días del inicio, y ante la poca información difundida por las autoridades, los maestros están con la incertidumbre de qué y cómo van concretar el acompañamiento de las ideas que se transmitan por televisión, si es que existen las condiciones para que todos los niños se involucren en el sistema. No hay un marco normativo claro.

Por mucho que digan que existe el interés de todos los maestros de México, hoy no sabemos qué tanto cambiará el sistema educativo a partir de los enfoques de equidad, inclusión, interculturalidad y el humanismo que hoy se han incluido en la nueva reforma de Andrés Manuel López Obrador; porque debemos recordar que al sepultar “la mal llamada Reforma educativa” de Enrique Peña Nieto, hay conceptos positivistas que no podrán ser aplicados en la “nueva normalidad”, si es que no se hacen cambios al sistema educativo, y menos desde la televisión.

Para los maestros, saber cuál es el rol que le toca cumplir en esta nueva etapa del sistema educativo nacional, no es la única preocupación; hay incertidumbre de carácter laboral, pues al no haber una legislación de carácter secundario, no es posible saber cómo quedará el marco legal en cuanto al ingreso y promoción de los docentes.

Si los profesores no tienen claro ese escenario, tampoco tienen claro como será el esquema de capacitación y su validez escalafonaria, por lo tanto no habrá un sistema único de evaluación y calificación a los alumnos, de los cuales no existirá una retroalimentación adecuada y mucho menos un sistema de evaluación único que permita ver los alcances y penetración del modelo que se pondrá en marcha.

En México llevamos varias reformas de carácter educativo que tomaron varios años, y hoy, obligados por la circunstancias, vamos a cambiar de modelo educativo sin siquiera haber evaluado los anteriores, y mucho menos sin que exista una ruta clara de lo que será el papel de los educadores o simples acompañantes.

Hoy los educadores, serán las pantallas de televisión y los responsables directos los padres de familia, aún aquellos que no cuenten con los medios para dar educación a todos los niños de México. Sin duda, el modelo lo encabezará el Presidente de México, quien desde la mañanera le dirá a los niños lo que deben aprender.