/ viernes 3 de julio de 2020

El riesgo sigue latente

“Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción.” Simón Bolívar

En México cada día aumenta el número de casos de contagios y muertos por el COVID 19, cada día es un nuevo récord y no se ven señales de que esto disminuya, ya que la movilidad crece y la ligereza ante la pandemia es intolerable y cruel; el riesgo en nuestro país no es el COVID, lo es la ignorancia, y valemadrismo de muchos mexicanos, resulta inaceptable ver diariamente el comportamiento de las mayorías insensatas y retrógradas ante una emergencia extraordinaria, las cuales aún no creen que esto sea verdad, solo porque no les ha pasado, y agradecidos debieran de estar porque no ha sido así, pues no imaginan el infierno que es el estar contagiado y enfermo y sobre todo ver morir a un familiar, el cual desde que se interna en un hospital probablemente no lo podrán volver a ver mucho menos si muere. ¿Qué necesita el mexicano para ser parte de la solución? ¿medidas drásticas? ¿arrestos? ¿multas? o de plano sentir el rigor de la enfermedad, cuando ya será demasiado tarde y sin retorno.

Quienes trabajamos en hospital vemos el enorme esfuerzo que realizan los médicos, enfermeras, camilleros, químicos, personal directivo, personal de limpieza etcétera ante un caso positivo, es todo un protocolo que implica, traslados, pruebas, estudios y tratamientos, así como protocolos epidemiológicos de seguimiento de los contactos, se mueve toda la capacidad instalada del hospital, la cual no es infinita, pues puede colapsar en cualquier momento. ¿Qué pasaría si llegasen a infectarse la mayoría de los trabajadores? no habría quien atendiera a los enfermos (todos) no solo COVID, los recursos no son infinitos (medicamentos, insumos y profesionales) abusar de nuestra ignorancia no es aceptable, la gente tiene que entender y no justificarse con argumentos triviales, la pandemia llegó y está aquí y será desastrosa y perversa según se lo permitamos, si esto no se controla llegarán tiempos de crisis sanitarias, económicas y hambruna (en ese orden) que difícilmente podremos superar en muchísimos años.

La indisciplina social está al máximo en este momento, la ignorancia y falta de empatía presentes, no podemos ser una sociedad indiferente ante tal problema, nuestro país es azotado por la violencia, la inseguridad, falta de oportunidad para muchos, bajos niveles de educación, malos gobiernos por falta de capacidad para administrar, malos políticos, corrupción al más alto nivel, pérdida de ecosistemas, pobreza extrema, violación sistemática a los derechos humanos, injusticia y sobre todo indiferencia ante nuestra “nueva realidad”.

Los mexicanos somos gente que podemos salir adelante, resurgir desde las cenizas, pero no es necesario llegar a esos límites, porque en ese andar muchos se quedan en el camino sin retorno ni esperanza de superar la desgracia. Para reflexionar

“Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción.” Simón Bolívar

En México cada día aumenta el número de casos de contagios y muertos por el COVID 19, cada día es un nuevo récord y no se ven señales de que esto disminuya, ya que la movilidad crece y la ligereza ante la pandemia es intolerable y cruel; el riesgo en nuestro país no es el COVID, lo es la ignorancia, y valemadrismo de muchos mexicanos, resulta inaceptable ver diariamente el comportamiento de las mayorías insensatas y retrógradas ante una emergencia extraordinaria, las cuales aún no creen que esto sea verdad, solo porque no les ha pasado, y agradecidos debieran de estar porque no ha sido así, pues no imaginan el infierno que es el estar contagiado y enfermo y sobre todo ver morir a un familiar, el cual desde que se interna en un hospital probablemente no lo podrán volver a ver mucho menos si muere. ¿Qué necesita el mexicano para ser parte de la solución? ¿medidas drásticas? ¿arrestos? ¿multas? o de plano sentir el rigor de la enfermedad, cuando ya será demasiado tarde y sin retorno.

Quienes trabajamos en hospital vemos el enorme esfuerzo que realizan los médicos, enfermeras, camilleros, químicos, personal directivo, personal de limpieza etcétera ante un caso positivo, es todo un protocolo que implica, traslados, pruebas, estudios y tratamientos, así como protocolos epidemiológicos de seguimiento de los contactos, se mueve toda la capacidad instalada del hospital, la cual no es infinita, pues puede colapsar en cualquier momento. ¿Qué pasaría si llegasen a infectarse la mayoría de los trabajadores? no habría quien atendiera a los enfermos (todos) no solo COVID, los recursos no son infinitos (medicamentos, insumos y profesionales) abusar de nuestra ignorancia no es aceptable, la gente tiene que entender y no justificarse con argumentos triviales, la pandemia llegó y está aquí y será desastrosa y perversa según se lo permitamos, si esto no se controla llegarán tiempos de crisis sanitarias, económicas y hambruna (en ese orden) que difícilmente podremos superar en muchísimos años.

La indisciplina social está al máximo en este momento, la ignorancia y falta de empatía presentes, no podemos ser una sociedad indiferente ante tal problema, nuestro país es azotado por la violencia, la inseguridad, falta de oportunidad para muchos, bajos niveles de educación, malos gobiernos por falta de capacidad para administrar, malos políticos, corrupción al más alto nivel, pérdida de ecosistemas, pobreza extrema, violación sistemática a los derechos humanos, injusticia y sobre todo indiferencia ante nuestra “nueva realidad”.

Los mexicanos somos gente que podemos salir adelante, resurgir desde las cenizas, pero no es necesario llegar a esos límites, porque en ese andar muchos se quedan en el camino sin retorno ni esperanza de superar la desgracia. Para reflexionar