/ viernes 18 de junio de 2021

El robo de identidad

La forma de obtener los datos de las personas para cometer posibles fraudes tiene como base principal: el engaño. Te ofrecen productos, bienes o créditos accesibles y supuestamente en el desarrollo del trámite o la integración del expediente, es necesario entregar documentos para formalizar el contrato o la compra. De ahí te pueden robar la identidad.

¿Qué es el robo de identidad? La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) informa que el robo de identidad es un método de fraude en el cual una persona obtiene, transfiere, utiliza o se apropia de manera indebida de los datos personales de otra sin su autorización, usualmente para cometer un fraude o delito.

La identidad la constituyen los datos personales, tales como: nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y de seguridad social, incluyendo información financiera o médica, credenciales de identificación, así como cualquier otro dato que permita identificar a una persona. En muchos casos el ladrón de identidad utiliza la información ilegalmente adquirida para contratar productos y servicios financieros, para transferir recursos de las cuentas a nombre de la víctima a un tercero, o también para hacer compras.

Generalmente, las y los delincuentes se hacen pasar por tu banco y te solicitan tus datos por llamada telefónica, mensaje de texto, correo e incluso redes sociales, diciéndote que te hiciste acreedor a un premio o beneficio, o bien que quieren validar una operación que supuestamente realizaste. Para ello, te pueden solicitar datos como: Nombre, teléfono, domicilio, números de tarjetas de crédito y cuentas bancarias, tu nip, los números de seguridad de tus tarjetas, nombres de usuario y contraseñas de tu banca en línea, entre otros.

¿Cómo prevenirlo? Primeramente, nunca proporciones la información y datos de tus cuentas bancarias por teléfono, mensaje de texto, correo electrónico o redes sociales. Ojo, no sabes con quien están tratando.

Una herramienta valiosa es acercarte a tu institución financiera para solicitar los servicios de prevención y/o sistemas de alertas. Esta medida te permitirá detectar de manera oportuna cargos o movimientos extraños en tus cuentas.

Un aspecto importante es el cambiar tus contraseñas con frecuencia. Checa tus estados de cuenta de manera regular. No des clic en enlaces enviados por correo supuestamente de tu banco. No descargues aplicaciones si no estás seguro de que es tu banco el que lo solicita.

Si robaron tus tarjetas o datos, avisa de inmediato a tu banco para que las cancele. Si obtuvieron tus identificaciones, acude al Ministerio Público e informa a las instituciones a las que pertenecen tus documentos para que las cancelen y reexpidan una nueva, por ejemplo: INE, IMSS, ISSSTE, etc. Este aviso es importante para deslindarte de cualquier mal uso que haga el delincuente con tus identificaciones. Si requieres mayor asesoría saca tu cita en Condusef a través de la página web.


La forma de obtener los datos de las personas para cometer posibles fraudes tiene como base principal: el engaño. Te ofrecen productos, bienes o créditos accesibles y supuestamente en el desarrollo del trámite o la integración del expediente, es necesario entregar documentos para formalizar el contrato o la compra. De ahí te pueden robar la identidad.

¿Qué es el robo de identidad? La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) informa que el robo de identidad es un método de fraude en el cual una persona obtiene, transfiere, utiliza o se apropia de manera indebida de los datos personales de otra sin su autorización, usualmente para cometer un fraude o delito.

La identidad la constituyen los datos personales, tales como: nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y de seguridad social, incluyendo información financiera o médica, credenciales de identificación, así como cualquier otro dato que permita identificar a una persona. En muchos casos el ladrón de identidad utiliza la información ilegalmente adquirida para contratar productos y servicios financieros, para transferir recursos de las cuentas a nombre de la víctima a un tercero, o también para hacer compras.

Generalmente, las y los delincuentes se hacen pasar por tu banco y te solicitan tus datos por llamada telefónica, mensaje de texto, correo e incluso redes sociales, diciéndote que te hiciste acreedor a un premio o beneficio, o bien que quieren validar una operación que supuestamente realizaste. Para ello, te pueden solicitar datos como: Nombre, teléfono, domicilio, números de tarjetas de crédito y cuentas bancarias, tu nip, los números de seguridad de tus tarjetas, nombres de usuario y contraseñas de tu banca en línea, entre otros.

¿Cómo prevenirlo? Primeramente, nunca proporciones la información y datos de tus cuentas bancarias por teléfono, mensaje de texto, correo electrónico o redes sociales. Ojo, no sabes con quien están tratando.

Una herramienta valiosa es acercarte a tu institución financiera para solicitar los servicios de prevención y/o sistemas de alertas. Esta medida te permitirá detectar de manera oportuna cargos o movimientos extraños en tus cuentas.

Un aspecto importante es el cambiar tus contraseñas con frecuencia. Checa tus estados de cuenta de manera regular. No des clic en enlaces enviados por correo supuestamente de tu banco. No descargues aplicaciones si no estás seguro de que es tu banco el que lo solicita.

Si robaron tus tarjetas o datos, avisa de inmediato a tu banco para que las cancele. Si obtuvieron tus identificaciones, acude al Ministerio Público e informa a las instituciones a las que pertenecen tus documentos para que las cancelen y reexpidan una nueva, por ejemplo: INE, IMSS, ISSSTE, etc. Este aviso es importante para deslindarte de cualquier mal uso que haga el delincuente con tus identificaciones. Si requieres mayor asesoría saca tu cita en Condusef a través de la página web.