Está adquiriendo visibilidad negativa el agarrón que traen en el seno de Morena, en el que sus dirigentes más visibles andan en “clinch” (agarrados y tirándose fregazos) y sin soltarse. Para esto, estoy muy lejos de ser especialista en temas financieros para dar una opinión creíble al respecto del tema por el que los dirigentes de Morena andan contendiendo a golpes declarativos, pero sí me preocupa, como a muchos mexicanos, que los políticos, en este caso los legisladores, hagan sus propuestas sin tomar en cuenta en algo el bienestar de la población.
Trato de explicarme: el dilema, tal como lo plantean claramente algunos medios, está entre modificar la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, y la Ley de Instituciones de Crédito, aun cuando la Bolsa de Valores de México se desplome. Es decir –supongo –que al ver que los impuestos se establecen y se incrementan, los precios se elevan en menoscabo del poder adquisitivo del salario de todos los que trabajamos y mantenemos familias.
Para ponerlo en términos quizás más comprensibles: se trata de una discusión entre un abogado, Monreal, quien observa con cuidado la armazón legal de las políticas públicas, y unos políticos, Yeidckol Polevnsky y Andrés Manuel López Obrador, los dos directivos de Morena, quienes están porque no se resquebraje la armazón económica del país.
Creo que el dilema para la mayoría de la población está resuelto: si no se establecen impuestos a esos rubros, se mantendrán el ya de por sí deteriorado poder adquisitivo de los salarios actuales. En ese ámbito está, supongo, Yeidckol Polevnsky, presidenta actual de Morena, quien exhortó al senador Ricardo Monreal a reconsiderar su propuesta de modificar la referida ley, a la que calificó de “bomberazo”. Aduce la referida presidenta de Morena, que “Morena no está de acuerdo, Morena como partido no fue consultado” respecto de las maniobras legales que está emprendiendo el senador Ricardo Monreal.
El mismo Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, hizo público su rechazo a la iniciativa de Morena en el Senado para limitar el cobro de algunas comisiones bancarias a usuarios, pues afirmó urbi et orbique en los primeros tres años de su gestión gubernativa no promoverá modificaciones al marco legal para bancos y financieras. López Obrador recordó asimismo que en su campaña presidencial prometió que no habrá reformas en materia fiscal, y mucho menos cambiará las reglas de operación a los bancos, toda vez que no tienen nada que ver con su estrategia de gobierno.
Por otra parte, ¡bien por Carlos Slim, quien postula que combatir la pobreza es la mejor inversión, y este hombre sí sabe de inversiones! Por lo pronto que se moche con la creación de fuentes de trabajo para los muchos mexicanos que lo están requiriendo a gritos.
