/ jueves 12 de abril de 2018

Entre las cuerdas

A propósito de que se están activando más gimnasios de lucha libre en nuestro estado y con ello un mayor número de posibilidades de presenciar funciones por los diferentes rumbos de la ciudad y diferentes municipios.

Los más activos son los municipios de Zacatecas, Fresnillo y Guadalupe, sería fabuloso que por lo menos cada quince días tuviéramos la oportunidad de acudir a una función, de esta manera verían acción un porcentaje mayoritario de luchadores locales.

El domingo acudí a una función en donde se me hizo recordar el ambiente que se vivía años atrás en las arenas a las cuales asistía a luchar mínimo cada fin de semana, el ambiente ha cambiado un poco pero en esencia continua provocando las mismas sensaciones.

Hemos visto, a lo largo y ancho de nuestro país, como la gente acude a las arenas los días que están destinados a realizar las tradicionales funciones de lucha libre y lo hacen de una manera a modo de ritual, para los aficionados, cada uno de los días de función se convierten en un día festivo ya que desde su arribo contemplan todo un mundo de movimiento, un ir y venir a cada rincón y espacios que rodean al local en donde se efectuaran los combates, visitando los espacios que ofrecen en venta las máscaras, fotografías, llaveros, playeras y mil productos más, que suelen hacer el papel, ya sea de juguetes o recuerdo de esa aventura.

Al ingresar a dicho lugar, se siente inmediatamente un traslado a un mundo que deslumbra por su presencia y significado que le otorgamos, nos hace sentir también de manera instantánea que somos, al igual que los luchadores, protagonistas de ese mundo a pesar de ingresar como simples espectadores, pero participando de la obra al tomar partido de uno de los bandos que combatirán, ya sean los técnicos o los odiados rudos, dignos representantes de la lucha eterna entre el bien y el mal. De esta manera los aficionados comienzan la famosa catarsis, llenando el ambiente con todo tipo de exclamaciones, insultos y peticiones, con lo que logran un desahogo a lo acumulado en su vida cotidiana.

Todo este ambiente es el que atrae y nos hace acudir constantemente a las arenas de lucha libre para observar ese mundo lleno de colorido, con los vistosos vestuarios de los luchadores, las coloridas máscaras, espectaculares presentaciones, y por supuesto la gran variedad de castigos, amarres, golpes y "costalazos", sin dejar a un lado los espectaculares lances y acrobacias para sorprender a los contrarios con la finalidad obtener el ansiado triunfo y merecer el aplauso de los asistentes. Lo he afirmado una y mil veces y lo seguiré recalcando en cada ocasión que se requiera, \u0093Para saber y conocer realmente de lucha libre es necesario acudir a una arena para poder experimentar, sentir el correr de la adrenalina por toda nuestra anatomía, desde el mismo momento en que son apagadas las luces, quedando iluminado solamente el cuadrilátero, para dar vida y comienzo a una representación en donde se combate para lograr una infinidad de premios como el aplauso, el reconocimiento y el ir forjando lucha a lucha una fama que los lleve a ser uno de los ídolos inmortales del deporte de la lucha libre Mexicana.

Lo que se siente hasta ese momento crece de manera importante y notoria cuando escuchamos al maestro de ceremonias o presentador anunciar el inicio de la función, el corazón comienza a acelerar sus latidos haciéndonos sentir más vivos , de esta manera ingresamos definitivamente a un mundo, separándonos totalmente de nuestra vida cotidiana, abandonando el mundo real para adentrarnos a una fantasía, como realizando un ritual que nos mantendrá rodeados de sueños, castigos, llaves, contra llaves, vuelos, y el rugir de un público que estará a favor o en contra de los contendientes en turno.

A propósito de que se están activando más gimnasios de lucha libre en nuestro estado y con ello un mayor número de posibilidades de presenciar funciones por los diferentes rumbos de la ciudad y diferentes municipios.

Los más activos son los municipios de Zacatecas, Fresnillo y Guadalupe, sería fabuloso que por lo menos cada quince días tuviéramos la oportunidad de acudir a una función, de esta manera verían acción un porcentaje mayoritario de luchadores locales.

El domingo acudí a una función en donde se me hizo recordar el ambiente que se vivía años atrás en las arenas a las cuales asistía a luchar mínimo cada fin de semana, el ambiente ha cambiado un poco pero en esencia continua provocando las mismas sensaciones.

Hemos visto, a lo largo y ancho de nuestro país, como la gente acude a las arenas los días que están destinados a realizar las tradicionales funciones de lucha libre y lo hacen de una manera a modo de ritual, para los aficionados, cada uno de los días de función se convierten en un día festivo ya que desde su arribo contemplan todo un mundo de movimiento, un ir y venir a cada rincón y espacios que rodean al local en donde se efectuaran los combates, visitando los espacios que ofrecen en venta las máscaras, fotografías, llaveros, playeras y mil productos más, que suelen hacer el papel, ya sea de juguetes o recuerdo de esa aventura.

Al ingresar a dicho lugar, se siente inmediatamente un traslado a un mundo que deslumbra por su presencia y significado que le otorgamos, nos hace sentir también de manera instantánea que somos, al igual que los luchadores, protagonistas de ese mundo a pesar de ingresar como simples espectadores, pero participando de la obra al tomar partido de uno de los bandos que combatirán, ya sean los técnicos o los odiados rudos, dignos representantes de la lucha eterna entre el bien y el mal. De esta manera los aficionados comienzan la famosa catarsis, llenando el ambiente con todo tipo de exclamaciones, insultos y peticiones, con lo que logran un desahogo a lo acumulado en su vida cotidiana.

Todo este ambiente es el que atrae y nos hace acudir constantemente a las arenas de lucha libre para observar ese mundo lleno de colorido, con los vistosos vestuarios de los luchadores, las coloridas máscaras, espectaculares presentaciones, y por supuesto la gran variedad de castigos, amarres, golpes y "costalazos", sin dejar a un lado los espectaculares lances y acrobacias para sorprender a los contrarios con la finalidad obtener el ansiado triunfo y merecer el aplauso de los asistentes. Lo he afirmado una y mil veces y lo seguiré recalcando en cada ocasión que se requiera, \u0093Para saber y conocer realmente de lucha libre es necesario acudir a una arena para poder experimentar, sentir el correr de la adrenalina por toda nuestra anatomía, desde el mismo momento en que son apagadas las luces, quedando iluminado solamente el cuadrilátero, para dar vida y comienzo a una representación en donde se combate para lograr una infinidad de premios como el aplauso, el reconocimiento y el ir forjando lucha a lucha una fama que los lleve a ser uno de los ídolos inmortales del deporte de la lucha libre Mexicana.

Lo que se siente hasta ese momento crece de manera importante y notoria cuando escuchamos al maestro de ceremonias o presentador anunciar el inicio de la función, el corazón comienza a acelerar sus latidos haciéndonos sentir más vivos , de esta manera ingresamos definitivamente a un mundo, separándonos totalmente de nuestra vida cotidiana, abandonando el mundo real para adentrarnos a una fantasía, como realizando un ritual que nos mantendrá rodeados de sueños, castigos, llaves, contra llaves, vuelos, y el rugir de un público que estará a favor o en contra de los contendientes en turno.

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