/ jueves 21 de junio de 2018

Entre las cuerdas

Una buena noticia es que por fin se le dará continuidad al torneo de Talentos, iniciado el año pasado en nuestra entidad, se ponen todos los esfuerzos de las partes que intervienen con el propósito de mejorar y corregir errores que se cometieron en la primera edición, colaboraremos para que nuestros jóvenes tengan una oportunidad de mostrar lo que han hecho y logrado con su entrenamiento, pronto tendremos el anuncio oficial del comienzo de este torneo, estén al pendiente.

En el boxeo de aficionados un gran porcentaje de peleadores que intervienen en los diferentes combates, torneos y campeonatos, lo hacen sin tener la experiencia necesaria, pero esa situación, de alguna manera es natural e inherente al boxeo amateur, los competidores se presentan en muchas ocasiones por vez primera a los gimnasios y al poco tiempo desean subir a un ring para combatir ante otros oponentes de otros gimnasios, desafortunadamente son pocos los que se mantienen dentro del deporte del boxeo, ya que después de su primera pelea, y más si carga con la derrota en su primer encuentro, se desalienta y termina por abandonar las competencias y finalmente la práctica deportiva. Por su misma condición e inexperiencia es muy fácil que estos deportistas pierdan la concentración dentro de sus presentaciones iniciales. Es papel de los entrenadores también preparar a sus púgiles para que cuando ocurra una fuerte distracción, los atletas sepan responder y realizar una re-focalización basado en un plan establecido dentro del entrenamiento, una de las causas frecuentes de distracción es el enojo que puede ser causado por una infinidad de situaciones. Cuando el peleador logra controlar el enojo puede obtener muchos efectos positivos de tal situación, y al contrario, cuando no se es capaz de controlar el enojo que se presenta, puede causar importantes daños en el rendimiento del atleta.

Algunos de los efectos positivos que se pueden aprovechar al controlar el enojo pueden ser, por ejemplo: originar conductas aprendidas dentro del entrenamiento, incrementar la emoción para continuar con mayor determinación en el combate, puede producir una sensación de control que ayudara al desarrollo del combate, puede ser también una buena señal para comenzar a realizar algunos ejercicios de relajación. De los efectos negativos que pueden presentarse serían por ejemplo: Impedir el poder pensar con claridad y por lo tanto no atender a la estrategia marcada por su entrenador, También acarrea la pérdida de control, que pudiera desembocar en conductas que le ameriten sanciones graves, permite igualmente que el peleador sea manejado de manera más sencilla por otras personas.

En aspectos generales los efectos del enojo, ya sean positivos o negativos dependen de la capacidad de los peleadores para saber controlar y manejar sus emociones, por su parte el entrenador debe de tener como uno de los objetivos principales el capacitar o ayudar al atleta mediante la estrategia, a controlar el enojo para mantener un estado ideal de rendimiento deportivo. El entrenador debe de identificar y redefinir los disparadores del enojo del atleta y prepararlo para controlar la situación y provocar la aparición de conductas positivas que dirijan al atleta a un mejor desarrollo deportivo y personal.


Una buena noticia es que por fin se le dará continuidad al torneo de Talentos, iniciado el año pasado en nuestra entidad, se ponen todos los esfuerzos de las partes que intervienen con el propósito de mejorar y corregir errores que se cometieron en la primera edición, colaboraremos para que nuestros jóvenes tengan una oportunidad de mostrar lo que han hecho y logrado con su entrenamiento, pronto tendremos el anuncio oficial del comienzo de este torneo, estén al pendiente.

En el boxeo de aficionados un gran porcentaje de peleadores que intervienen en los diferentes combates, torneos y campeonatos, lo hacen sin tener la experiencia necesaria, pero esa situación, de alguna manera es natural e inherente al boxeo amateur, los competidores se presentan en muchas ocasiones por vez primera a los gimnasios y al poco tiempo desean subir a un ring para combatir ante otros oponentes de otros gimnasios, desafortunadamente son pocos los que se mantienen dentro del deporte del boxeo, ya que después de su primera pelea, y más si carga con la derrota en su primer encuentro, se desalienta y termina por abandonar las competencias y finalmente la práctica deportiva. Por su misma condición e inexperiencia es muy fácil que estos deportistas pierdan la concentración dentro de sus presentaciones iniciales. Es papel de los entrenadores también preparar a sus púgiles para que cuando ocurra una fuerte distracción, los atletas sepan responder y realizar una re-focalización basado en un plan establecido dentro del entrenamiento, una de las causas frecuentes de distracción es el enojo que puede ser causado por una infinidad de situaciones. Cuando el peleador logra controlar el enojo puede obtener muchos efectos positivos de tal situación, y al contrario, cuando no se es capaz de controlar el enojo que se presenta, puede causar importantes daños en el rendimiento del atleta.

Algunos de los efectos positivos que se pueden aprovechar al controlar el enojo pueden ser, por ejemplo: originar conductas aprendidas dentro del entrenamiento, incrementar la emoción para continuar con mayor determinación en el combate, puede producir una sensación de control que ayudara al desarrollo del combate, puede ser también una buena señal para comenzar a realizar algunos ejercicios de relajación. De los efectos negativos que pueden presentarse serían por ejemplo: Impedir el poder pensar con claridad y por lo tanto no atender a la estrategia marcada por su entrenador, También acarrea la pérdida de control, que pudiera desembocar en conductas que le ameriten sanciones graves, permite igualmente que el peleador sea manejado de manera más sencilla por otras personas.

En aspectos generales los efectos del enojo, ya sean positivos o negativos dependen de la capacidad de los peleadores para saber controlar y manejar sus emociones, por su parte el entrenador debe de tener como uno de los objetivos principales el capacitar o ayudar al atleta mediante la estrategia, a controlar el enojo para mantener un estado ideal de rendimiento deportivo. El entrenador debe de identificar y redefinir los disparadores del enojo del atleta y prepararlo para controlar la situación y provocar la aparición de conductas positivas que dirijan al atleta a un mejor desarrollo deportivo y personal.


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