/ jueves 28 de junio de 2018

Entre las cuerdas

La lucha libre mexicana atrae la atención de miles y miles de personas en diversas partes del mundo, en estos días es común encontrar en la calle cientos de artículos promocionales, portados por personas de todas las edades, ya sea de las diferentes empresas dedicadas al negocio de la lucha libre o de algún luchador en especial, y no se diga de cómo ha invadido el tema de la lucha libre en el cine, la televisión, los comics, la música, etc., pero a pesar de todo ello vemos cómo se va perdiendo terreno ante la lucha libre norteamericana, sobre todo la de la empresa WWE, que a decir de muchos fanáticos, tienen mejor presencia en cuanto al físico de los luchadores, la presentación del espectáculo, la promoción de cada uno de los contendientes, en fin, toda la parafernalia utilizada para hacer lucir las trasmisiones televisivas y las presentaciones en vivo del espectáculo de la lucha libre.

La lucha mexicana no se ha estancado, al contrario, siempre ha estado evolucionando, pero desde mi punto de vista, en los últimos cambios que ha adquirido, se le olvidó fortalecer la identidad nacional, que la lucha es algo que el pueblo mexicano ha adoptado como actividad propia de su cultura y que ello no se pierde a pesar de los efectos del fenómeno de la globalización, es necesario continuar apoyando la creatividad que tienen los luchadores mexicanos e invertir para ofrecer mejores alternativas de distracción y entretenimiento y con ello regresarle el esplendor que mostraba en la llamada época dorada. Si se explotara de una manera más contundente el enfrentamiento entre rudos y técnicos, algo que la lucha norteamericana no tiene, podría aumentar el número de seguidores en nuestro propio país, dándole prioridad al lucimiento de la lucha a ras de lona, los castigos y los lances originales de nuestros gladiadores mexicanos, cosas de las que adolece la lucha de norteamericana.

Se habla en diferentes medios de una de las formas en que se puede contrarrestar la invasión realizada por la empresa extranjera, una solución es lograr construir una alianza entre las empresas existentes en la República Mexicana, por ejemplo, Triple AAA, CMLL, DTU, Perros Del Mal, IWRG y algunas otras que se me escapan de la memoria, y presentar una mayor variedad de gladiadores, que de manera aislada sería muy difícil verlos enfrentarse unos a otros sin la unión de las firmas antes mencionadas. Se debe de pensar en el futuro del deporte de la lucha libre mexicana, que es fuente de trabajo para cientos de mexicanos además de ser uno de los principales espectáculos en los que se distrae el público mexicano.


La lucha libre mexicana atrae la atención de miles y miles de personas en diversas partes del mundo, en estos días es común encontrar en la calle cientos de artículos promocionales, portados por personas de todas las edades, ya sea de las diferentes empresas dedicadas al negocio de la lucha libre o de algún luchador en especial, y no se diga de cómo ha invadido el tema de la lucha libre en el cine, la televisión, los comics, la música, etc., pero a pesar de todo ello vemos cómo se va perdiendo terreno ante la lucha libre norteamericana, sobre todo la de la empresa WWE, que a decir de muchos fanáticos, tienen mejor presencia en cuanto al físico de los luchadores, la presentación del espectáculo, la promoción de cada uno de los contendientes, en fin, toda la parafernalia utilizada para hacer lucir las trasmisiones televisivas y las presentaciones en vivo del espectáculo de la lucha libre.

La lucha mexicana no se ha estancado, al contrario, siempre ha estado evolucionando, pero desde mi punto de vista, en los últimos cambios que ha adquirido, se le olvidó fortalecer la identidad nacional, que la lucha es algo que el pueblo mexicano ha adoptado como actividad propia de su cultura y que ello no se pierde a pesar de los efectos del fenómeno de la globalización, es necesario continuar apoyando la creatividad que tienen los luchadores mexicanos e invertir para ofrecer mejores alternativas de distracción y entretenimiento y con ello regresarle el esplendor que mostraba en la llamada época dorada. Si se explotara de una manera más contundente el enfrentamiento entre rudos y técnicos, algo que la lucha norteamericana no tiene, podría aumentar el número de seguidores en nuestro propio país, dándole prioridad al lucimiento de la lucha a ras de lona, los castigos y los lances originales de nuestros gladiadores mexicanos, cosas de las que adolece la lucha de norteamericana.

Se habla en diferentes medios de una de las formas en que se puede contrarrestar la invasión realizada por la empresa extranjera, una solución es lograr construir una alianza entre las empresas existentes en la República Mexicana, por ejemplo, Triple AAA, CMLL, DTU, Perros Del Mal, IWRG y algunas otras que se me escapan de la memoria, y presentar una mayor variedad de gladiadores, que de manera aislada sería muy difícil verlos enfrentarse unos a otros sin la unión de las firmas antes mencionadas. Se debe de pensar en el futuro del deporte de la lucha libre mexicana, que es fuente de trabajo para cientos de mexicanos además de ser uno de los principales espectáculos en los que se distrae el público mexicano.


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