Entre las cuerdas

Tenemos a la vuelta de la esquina el último mes del año y tradicionalmente es un mes de mucha actividad tanto En el box como en la lucha libre, con la aparición en fechas muy recientes de varios gimnasios tanto en Guadalupe como En Zacatecas esperamos que las diferentes competencias y Exhibiciones que se tienen programadas resulten con mayor grado de atracción para la afición que en últimas fechas se había Retirado un poco de las presentaciones, habrá que aprovechar la Presente temporada y conectarla con los tiempos de campaña para Lograr apoyos de las autoridades tanto estatales como municipales para lograr que tanto el boxeo y la lucha salgan del marasmo en que se encuentran, por lo pronto, mientras los grupos de lucha libre continúan realizando presentaciones en sus gimnasios y saliendo de sus municipios para presentar su trabajo en otras localidades y en otros estados, logrando regresar a su terruño con variados reconocimientos obtenidos.

Pensando en los temas de la motivación y el apoyo que deben de proporcionar los entrenadores a sus atletas, recordé una lección que me dio uno de los grandes luchadores que ha tenido México, me refiero a “Aníbal”, y que jamás en mi vida voy a olvidar las palabras que en esos momentos me devolvieron la pasión y el cariño por la lucha libre, sentimientos que se habían reducido a causa de pequeñas decepciones y frustraciones, por no lograr todas las metas que uno se va imponiendo a lo largo del camino en la práctica profesional de nuestro deporte. En esa ocasión dentro del camerino, mientras me cambiaba para luchar, el me notó desganado y a su decir, un poco triste, preguntándome que por que andaba en ese estado de ánimo, le comenté que era a causa de que a pesar de tener años dentro de la lucha libre no llegaba a consolidarme como un luchador estrella y así, combatir en las peleas estrellas, mientras seguía actuando en segundas y primeras peleas. En seguida preguntó cuántos luchadores había en el municipio de Zacatecas, cuantos en el resto del estado, yo le conteste que aproximadamente entre 40 o 50 luchadores, y él continúo diciéndome “Imagínate cuantos luchadores hay en toda la República Mexicana, son miles, ¿verdad?, ¿cuántos? de ellos darían lo que fuera por actuar en una sola ocasión tomando tu lugar”, así que quita esa cara y disfruta todo eso que haces, al fin y al cabo ya superaste a unos cuantos miles”.

No todos los deportistas tenemos la oportunidad o la capacidad para llegar a ser los número uno de nuestro deporte, pero es una satisfacción tener logros y mantenerte durante años activo y en un buen nivel competitivo.

Todas las personas en nuestra infancia manifestamos cierta tendencia natural hacia la actividad o movimiento que influye en la motivación para participar en actividades físico - deportivas pero, conforme nos vamos desarrollando o creciendo, comenzamos a abandonar estas actividades, dejando al mismo tiempo atrás la etapa infantil, adentrándonos en la adolescencia, continuando por ir dejando poco a poco en el abandono, casi en su totalidad, las prácticas físico-deportivas.

Por ello es importante que los promotores, entrenadores, profesores de educación física y dirigentes deportivos traten de inducir a los niños y a los adolescentes hacia la participación deportiva, aprovechando las motivaciones intrínsecas que son inherentes a todo joven, para que de esta manera se pueda asegurar en los pequeños una continuidad en la práctica deportiva, que redundara en la adquisición de un estilo de vida más saludable para todo participante.

El papel que desarrollan los entrenadores es primordial para dirigir todo el proceso de formación deportiva en los niños y en los adolescentes ya que les ayudara a obtener logros suficientes que otorgaran satisfacciones que aumentaran el grado de continuidad y adherencia a toda actividad físico-deportiva, recordemos que si en estas etapas se presentan fracasos y no son tratados en forma correcta, se aumentara el nivel de insatisfacción que provoca un gran porcentaje de deserción deportiva de los pequeños que practican algún deporte.

Lo ideal para los deportistas es que la enseñanza se debe realizar teniendo en cuenta la visión de mejorar la autoestima de los pequeños deportistas, para tener un desarrollo integral de los sujetos y ayudarle a obtener un máximo rendimiento para un mejor futuro deportivo.

Claro que se debe de tener en cuenta las posibilidades reales de los jóvenes en atención a su potencial físico y a su capacidad técnico-táctica y al nivel de habilidad motriz, y por supuesto al grado de madurez psicológica que haya adquirido el deportista.