/ jueves 24 de enero de 2019

Entre las cuerdas

En estos últimos días en muchas áreas del territorio Zacatecano se ha visto un aumento de la violencia, que aqueja hace ya bastante tiempo a nuestro país, y no solo es cuestión de una sensación o percepción como dicen nuestros gobernantes, es una realidad que vivimos cada vez más cercana. El peligro mayor que pudiera alcanzar a la población Zacatecana, en mi personal opinión, es el que verdaderamente nos acostumbremos a vivir con todos estos acontecimientos como una parte normal de nuestra vida cotidiana, porque por el momento “Solo” nos ha ido modificando nuestros hábitos diarios, muchas familias se han retirado de eventos masivos no tan solo por la ya multicitada inseguridad, sino que también se han alejado por la violencia que se vive en torno a esos espectáculos como el Fut – Bol. Poco a poco hemos ido perdiendo terrenos que tradicionalmente pertenecen a las familias, hasta donde lograran que nos repleguemos, sin intentar ningún tipo de rescate de esos espacios que le son tan necesarios a las familias para lograr un pleno desarrollo en todos sus aspectos.

Desde hace tiempo en el boxeo de aficionados se está buscando erradicar por completo todo tipo de conductas en los entrenadores, peleadores y directivos y aficionados, que solo muestran incumplimiento de la filosofía deportiva y carencia de principios éticos, que son parte del abanderamiento del movimiento olímpico internacional. Conductas como las protestas airadas de los entrenadores y directivos ante las decisiones y los fallos de los jueces y referís, justificar actitudes antideportivas, tolerar acciones de violencia y agresión de parte de los aficionados entre otras muchas.

Por ello insisto, es necesario que tanto el entrenamiento de los deportistas así como la práctica de los deportes sea inculcada en base a la educación en valores, con este tipo de educación no tan solo se le proporciona a los peleadores o a los deportistas en general la trasmisión de conocimientos y superación de capacidades y habilidades sino que a la persona se le forma en un sentido amplio, integro para que en un futuro sean unos ciudadanos más solidarios, democráticos y comprometidos con la sociedad en la que se desenvuelven. Desafortunadamente estas actitudes y conductas se siguen presentando, muchos de nosotros en nuestro papel de directivos, entrenadores o simplemente como aficionados, con nuestro comportamiento trasmitimos mensajes negativos a nuestra juventud y por consiguiente ellos adquieren lo que podríamos denominar “Antivalores”, como por ejemplo el querer ganar a costa de lo que sea, Agresividad, Violencia, Intolerancia, Triunfalismo y Utilitarismo.

Pero por otro lado afortunadamente también existen actualmente directivos, entrenadores y referís que intentan darle a los deportistas mensajes positivos mediante el ejemplo en sus conductas, los entrenadores conocen más y dirigen personalmente con mayor atención individualizada a sus pupilos, la dirección de las peleas son realizadas con instrucciones cada vez con mayor enfoque a la táctica, aconsejan y motivan positivamente a sus peleadores con mayor frecuencia, se intenta tener un menor número de lamentaciones y protestas ante las decisiones y fallos de las autoridades, se exige una preparación y actualización constante en su desempeño diario en cuanto a lo deportivo principalmente.

En estos últimos días en muchas áreas del territorio Zacatecano se ha visto un aumento de la violencia, que aqueja hace ya bastante tiempo a nuestro país, y no solo es cuestión de una sensación o percepción como dicen nuestros gobernantes, es una realidad que vivimos cada vez más cercana. El peligro mayor que pudiera alcanzar a la población Zacatecana, en mi personal opinión, es el que verdaderamente nos acostumbremos a vivir con todos estos acontecimientos como una parte normal de nuestra vida cotidiana, porque por el momento “Solo” nos ha ido modificando nuestros hábitos diarios, muchas familias se han retirado de eventos masivos no tan solo por la ya multicitada inseguridad, sino que también se han alejado por la violencia que se vive en torno a esos espectáculos como el Fut – Bol. Poco a poco hemos ido perdiendo terrenos que tradicionalmente pertenecen a las familias, hasta donde lograran que nos repleguemos, sin intentar ningún tipo de rescate de esos espacios que le son tan necesarios a las familias para lograr un pleno desarrollo en todos sus aspectos.

Desde hace tiempo en el boxeo de aficionados se está buscando erradicar por completo todo tipo de conductas en los entrenadores, peleadores y directivos y aficionados, que solo muestran incumplimiento de la filosofía deportiva y carencia de principios éticos, que son parte del abanderamiento del movimiento olímpico internacional. Conductas como las protestas airadas de los entrenadores y directivos ante las decisiones y los fallos de los jueces y referís, justificar actitudes antideportivas, tolerar acciones de violencia y agresión de parte de los aficionados entre otras muchas.

Por ello insisto, es necesario que tanto el entrenamiento de los deportistas así como la práctica de los deportes sea inculcada en base a la educación en valores, con este tipo de educación no tan solo se le proporciona a los peleadores o a los deportistas en general la trasmisión de conocimientos y superación de capacidades y habilidades sino que a la persona se le forma en un sentido amplio, integro para que en un futuro sean unos ciudadanos más solidarios, democráticos y comprometidos con la sociedad en la que se desenvuelven. Desafortunadamente estas actitudes y conductas se siguen presentando, muchos de nosotros en nuestro papel de directivos, entrenadores o simplemente como aficionados, con nuestro comportamiento trasmitimos mensajes negativos a nuestra juventud y por consiguiente ellos adquieren lo que podríamos denominar “Antivalores”, como por ejemplo el querer ganar a costa de lo que sea, Agresividad, Violencia, Intolerancia, Triunfalismo y Utilitarismo.

Pero por otro lado afortunadamente también existen actualmente directivos, entrenadores y referís que intentan darle a los deportistas mensajes positivos mediante el ejemplo en sus conductas, los entrenadores conocen más y dirigen personalmente con mayor atención individualizada a sus pupilos, la dirección de las peleas son realizadas con instrucciones cada vez con mayor enfoque a la táctica, aconsejan y motivan positivamente a sus peleadores con mayor frecuencia, se intenta tener un menor número de lamentaciones y protestas ante las decisiones y fallos de las autoridades, se exige una preparación y actualización constante en su desempeño diario en cuanto a lo deportivo principalmente.

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